Las montañas de Virunga son uno de los espacios naturales más emblemáticos de África Oriental. Estas montañas de origen volcánico son mundialmente famosas por ser el hábitat de los gorilas de montaña, pero realmente son el hogar de muchas más especias. Una de ellas es uno de los primates más desconocidos y amenazados: el mono dorado (Cercopithecus kandti).
Durante mi viaje a Uganda, no sólo visité el Parque Nacional del Gorila Mgahinga para poder ver gorilas de montaña. También decidí ir hasta este parque para tener la oportunidad de observar y fotografiar monos dorados.
Las montañas de Virunga: el único territorio en el que se pueden ver monos dorados
Los monos dorados son una especie endémica de las montañas de Virunga. Por tanto, esta especie de primate sólo se puede encontrar en libertad en este territorio, que abarca áreas de Uganda, Ruanda y la República Democrática del Congo.
Dentro del macizo de las montañas de Virunga, se pueden ver estos primates en cuatro parques nacionales: el Parque Nacional del Gorila Mgahinga en Uganda, el Parque Nacional de los Volcanes en Ruanda, el Parque Nacional Virunga en la República Democrática del Congo (RDC) y el Parque Nacional Kahuzi-Biega en laRDC.
Dada la falta de seguridad en la RDC, es mucho más habitual realizar los trekkings para ver monos dorados en Uganda o Ruanda.
¿Cuál es la mejor época para ver monos dorados en las montañas de Virunga?
La mejor época del año para visitar las montañas de Virunga y ver los monos dorados es durante la temporada seca, que generalmente comprende los meses de diciembre a febrero y de junio a agosto.
Durante esa época, el clima es más estable y las rutas de trekking son más seguras. Aunque el clima puede cambiar rápidamente en las montañas, planificar esta actividad durante la temporada seca aumentará las posibilidades de encontrar estos amenazados y enigmáticos primates.
¿Cuánto cuesta el trekking para ver monos dorados?
El coste del trekking para ver monos dorados en las montañas de Virunga es el mismo en Uganda y Ruanda. Tiene un coste de 100 dólares. Esto incluye el permiso de entrada del parque y el coste del guía y los rastreadores, que son claves para poder realizar esta actividad de forma segura y tener muchas más opciones de localizar a los primates.
¿En qué cosiste el trekking para ver monos dorados?
El funcionamiento del trekking para ver monos dorados es muy similar al del trekking para ver gorilas de montaña. El primer punto es obtener el permiso para poder realizar esta actividad. Es recomendable obtenerlo previamente (se puede hacer directamente a través de Uganda Wildlife Authority (UWA), pero es mucho más sencillo reservarlo a través de una agencia local).
Una vez se tiene el permiso, en el día de la actividad hay que dirigirse al Mgahinga National Park Visitor Center. Se recomienda llegar a las 7:30 de la mañana. Desde este punto, donde también comienza la ascensión al volcán Sabynyo, se inicia el trekking para localizar a un grupo de monos dorados.
El trekking se hace acompañado de un guía y dos rangers armados. Dado que los monos dorados se alimentan de bambú, suelen encontrarse siempre en la misma zona. Sin embargo, no es fácil localizarlos. Por este motivo, un grupo de rastreadores salen a encontrarlos antes de que los visitantes empiecen a andar.
Por lo general, en unas dos horas se localiza el grupo de primates. Se trata de una familia de monos dorados que está habituada a los humanos y, gracias a ello, se muestran confiados. Una vez se encuentran los primates, sólo está permitido pasar una hora con ellos.
Mi experiencia: cara a cara con los monos dorados en el Parque Nacional del Gorila de Mgahinga
Al día siguiente de haber tenido la oportunidad de ver gorilas de montaña en Uganda, me dirigí de nuevo a las montañas de Virunga, en concreto al Parque Nacional del Gorila de Mgahinga, para intentar observar monos dorados.
Después de una introducción sobre el ecosistema de este parque ugandés y de un baile tradicional por un grupo de gente de la comunidad local, empecé a andar. Esta actividad no es tan popular como la observación de gorilas de montaña, por lo que sólo éramos 5 personas (más el guía y los rangers).
Durante la primera parte del trekking tuvimos que superar un cierto desnivel para llegar a la cota donde se encuentra el bosque de bambú. Una vez allí, los rastreadores, que ya habían localizado a los primates, se comunicaron con el guía para que pudiéramos encontrarlos. Tuvimos que andar poco más de dos horas hasta que vi el primer mono dorado.
A diferencia de los gorilas de montaña, estos pequeños primates estaban llenos de energía y no paraban de moverse ágilmente entre los árboles de bambú. Fotografiarlos era un desafío. Fue una gran experiencia poder escuchar sus sonidos y, sobre todo, observar cómo interaccionaban entre ellos, comían y saltaban de una rama a otra.
Al igual que me sucedió durante la observación de gorilas de montaña o de los chimpancés en Kibale; me pasó volando la hora permitida para estar con ellos. Cuando ya habíamos superado el tiempo límite, tuve que seguir al guía para encontrar de nuevo el camino y empezar el regreso al centro de información del parque nacional. Poco después de las 12:30, llegué al punto de inicio.
Mi guía, de la agencia Ngoni Safaris, ya me estaba esperando allí. Volvimos en coche hasta el hotel donde había dormido, el Travellers Rest Hotel, y después de comer y recoger el equipaje iniciamos el camino hasta la última parada del viaje: el Lago Bunyonyi.
(Este post corresponde al noveno día del viaje a Uganda)
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