Olden (Noruega): Qué ver en el Pueblo del Glaciar Briksdal

Después de un apasionante recorrido entre algunos de los paisajes más bonitos de los fiordos noruegos, el fiordo Nordfjord termina muy cerca del pueblo de Olden. Olden es un paraíso en Noruega para los amantes del montañismo y entornos alpinos. Es un pequeño municipio de menos de 500 habitantes, rodeado de picos, lagos y glaciares.

Olden es un imprescindible en todo viaje a los fiordos noruegos. No tanto por el pueblo en sí, sino por el maravilloso entorno de este pueblo y su localidad vecina, Loen.

Cómo llegar a Olden (Noruega)

Aunque al mirar la ubicación de Olden y Loen en un mapa puede parecer que son dos pueblecitos muy aislados, realmente están muy bien comunicados y se puede acceder en coche durante todo el año.

La manera más práctica de llegar a Olden es en coche de alquiler. Sobre todo para explorar libremente todo el entorno natural de esta zona de Noruega.

En caso de viajar en transporte público, se puede llegar a Olden en bus. La línea 110 y 130 llegan hasta ahí. Lo más fácil es mirar la ruta en Google Maps, donde aparece la mejor combinación de buses para llegar al pueblo.

A este pueblo no se puede llegar en ferry. Sin embargo, es una parada muy habitual de los cruceros por los fiordos.

¿Cuál es la mejor época del año para visitar Olden?

Olden, y todo el escenario que lo rodea, se puede visitar durante todo el año. Sin embargo, según la estación la experiencia puede ser completamente diferente.

Por lo general, de mayo a agosto se consideran los mejores meses para conocer esta región del fiordo Nordfjord porque el tiempo es mucho más favorable. No hay nieve en cotas bajas, se pueden hacer más excursiones y suele hacer más sol. El inconveniente de estos meses (sobre todo en julio y agosto) es que es temporada alta y hay muchos más turistas.

A partir de noviembre el frío y la nieve son los grandes protagonistas. El silencio se apodera de los paisajes y prácticamente no hay turistas. Sin embargo, la nieve dificulta mucho las excursiones a pie y algunas carreteras secundarias quedan cortadas.

Qué ver en Olden y sus alrededores

1. El glaciar Briksdal

El glaciar Briksdal es el gran emblema de Olden. Es una de las lenguas del glaciar Jostedalsbreen, el más extenso de Europa continental. Aunque el glaciar Briksdal se ha reducido mucho en los últimos años debido al cambio climático, sigue siendo uno de los más visitados de Noruega.

El inicio del camino que va hasta el glaciar Briksdal comienza desde este parking a unos 30 minutos en coche desde Olden. Puede conducirse por esta carretera durante todo el año. También se puede llegar en bus (línea 115) o bien contratando esta excursión.

La ruta hasta el glaciar es muy sencilla, son unos 7 kilómetros entre ir y volver. También existe la opción de hacer este recorrido con unos pequeños vehículos 4×4 (los llaman trollcar) que salen desde el centro de visitantes del lado del parking.

2. El lago Floen y Lago Oldevatnet

Muy cerca de Olden, el pequeño lago Floen es un lugar mágico donde ver la salida o puesta de sol. Este lago está conectado por un río con el lago Oldevatnet, un lago de 12 kilómetros de longitud que se extiende por el valle de Oldedalen.

Conducir lentamente junto al lago es una delicia. Si se tiene más tiempo, también se puede recorrer esta carretera en bicicleta.

Sobre todo durante los meses de verano, es una gran idea alquilar una canoa (se puede hacer en el local Yri Outdoor ) y navegar durante un par de horas entre las aguas turquesa de este famoso lago de Olden.

3. El teleférico de Loen (Loen Skylift)

A sólo 600 metros del centro de Loen, se encuentra el inicio del teleférico Loen Skylift, que sube hasta el Mount Hoven.

Este teleférico permanece abierto durante todo el año, aunque durante los meses de invierno no funciona todos los días de la semana. Se pueden consultar los horarios actualizados aquí.

Una vez arriba, desde la cima del Mount Hoven se tiene una de las mejores panorámicas del fiordo Nordfjord. Además, desde allí comienzan muchas rutas a pie.

4. Completar la vía ferrata de Loen

Para los amantes de la aventura, desde Loen también existe la opción de subir el Mount Hoven siguiendo una de las vías ferratas más interesantes de Noruega.

Esta vía ferrata permite pasar por el puente de vía ferrata más largo de Europa. Además, este puente se encuentra a 750 metros sobre el nivel del mar. Una actividad no apta para quienes tienen vértigo…

Es recomendable realizar esta vía ferrata con guía. Se puede contratar con la empresa Loen Active.

5. El Lago Lovatnet o el Lago de Loen

Otro atractivo natural de los alrededores de Olden, es el lago Lovatnet. Este lago nace a tan sólo 4 kilómetros de Loen y tiene una extensión de 10,5 km².

El paisaje del lago, con las montañas de fondo, invita a recorrer esta zona. Se puede conducir por una estrecha carretera que avanza junto al lago (en invierno sólo están abiertos los primeros kilómetros). También es una buena idea ir en bici o alquilar una canoa en el restaurante Kjenndalstova, justo al final del lago. Desde ahí se tiene una de las mejores perspectivas de la zona.

6. El mirador Opheim

El mirador Opheim no se trata de un mirador como tal. En concreto, es un barrio del pueblo de Loen que se encuentra a mayor altura. Desde allí se tiene una gran vista del fiordo.

Se puede llegar fácilmente en coche, sólo hay que conducir hasta este punto.

7. Subir al Pico Skala

Para los amantes del senderismo, una de las excursiones más interesantes que se puede disfrutar en el entorno de Olden y Loen es la ascensión al pico Skala. Es una ruta exigente (más de 1.500 metros de desnivel positivo y unos 16 kilómetros entre ir y volver). Una vez arriba, las vistas son maravillosas.

Esta excursión comienza desde un gran parking que hay al inicio del Lago Lovatnet.

En caso de querer realizar una ruta más tranquila, desde este mismo parking también comienza el camino que se acerca hasta la cascada Tjugenfossen (también conocida como Skålefossen). Puedes encontrar más información sobre cómo llegar a este salto de agua aquí.

8. El Glaciar Kjenndalsbreen

El glaciar Kjenndalsbreen es otra lengua del glaciar Jostedalsbreen. No es una zona muy popular, ya que la mayoría de visitantes acaban yendo al glaciar Briksdal (el más cercano a Olden) porque el acceso es más sencillo.

Sin embargo, si se dispone de tiempo suficiente, la excursión hasta el glaciar Kjenndalsbreen también es muy interesante. El inicio del camino comienza aquí, y aunque desde el mismo parking ya se puede ver el glaciar, las mejores vistas se obtienen después de andar un poco y llegar a un mirador mucho más cercano a la masa de hielo.

9. Navegar por el Fiordo Nordfjord

Dentro de la lista de cosas por ver alrededor de Olden, no puede faltar alguna actividad para descubrir el paisaje desde el interior del fiordo Nordfjord.

Se realizan salidas en kayak, lancha y paddle surf. Puedes ver todas las opciones y precios aquí.

Dónde dormir en Olden, una de los zonas más escénicas de Noruega

Una de las mejores opciones para dormir en Olden es el Nesset Fjordcamping (es donde dormimos nosotros). Este camping tiene unos pequeños apartamentos con una gran relación calidad-precio y una ubicación ideal frente al fiordo Nordfjord.

También está muy bien valorado el apartamento Sunde Panorama. Sin embargo, Olden es un pueblo pequeño y no hay una gran oferta de alojamientos. En caso de encontrarlo todo lleno, también es una buena opción dormir en el pueblo de Stryn.

Por último, si se visita Olden durante el verano y se viaja con un presupuesto más ajustado, una buena alternativa es dormir en tienda de campaña en alguno de los campings de la zona, por ejemplo en el Løken camping o el Tjugen Camping.

Visitando Olden (Noruega) en Invierno: Nuestra experiencia

El recorrido desde Flåm hasta Sogndal

Empezamos el sexto día del viaje a los fiordos noruegos en 15 días conduciendo desde el bonito pueblo de Flåm hasta Olden. Al ser noviembre y estar todo nevado, la carretera escénica Aurlandsfjellet estaba cortada, así que salimos del Flåm por el túnel Lærdalstunnelen (un túnel de 24,5 kilómetros, el más largo del mundo).

Una vez salimos del túnel fuimos hasta la iglesia de madera Borgund, construida en el siglo XII. Justo cuando llegamos allí empezó a nevar y el paisaje desapareció detrás de las nubes.

Cerca de allí, conducimos hasta la Vindhellavegen, una antigua ruta construida para unir Bergen y Olso en el año 1793. Hay diferentes caminos que salen desde allí, pero nosotros hicimos sólo un corto paseo. Había nieve y hielo, y no íbamos demasiado preparados para estas condiciones.

Desde allí ya fuimos hacia Sogndal. Aunque llovía y el paisaje estaba bastante tapado por la niebla, en algunos puntos pudimos apreciar las montañas verticales y saltos de agua que rodeaban la carretera. También tuvimos que atravesar muchos túneles, necesarios para superar la agreste orografía de esta zona de los fiordos noruegos. Para llegar a Sogndal tuvimos que tomar un ferry. Al igual que con los peajes, el pago fue automático a partir de la matrícula del coche (cuando devolvimos el coche de alquiler nos cobraron todos estos importes).

De Sogndal a Olden

Una vez en Sogndal conducimos hasta un pequeño pueblo, Kaupanger, donde también había una iglesia medieval de madera. De hecho, era la mayor stavkirke de la provincia. Allí cerca empezaba la subida hasta la colina Kaupangerholten, desde donde se tiene una perspectiva interesante del fiordo. Finalmente, decidimos no subir porque estaba lloviendo y la visibilidad era muy mala.

Así pues, al mediodía ya pusimos rumbo hacia Olden. No tardamos demasiado en entrar en un túnel y empezar a ganar altura. Al salir del túnel, habíamos subido a quinientos metros de altitud y el paisaje estaba completamente nevado. Seguía nevando, y los árboles que rodeaban la carretera estaban cada vez más blancos. El escenario era una maravilla.

Unos kilómetros más adelante cogimos un nuevo túnel y empezamos a descender. Al salir, el paisaje ya no estaba nevado. Pasamos por Skei, donde nos sorprendió un majestuoso lago rodeado de montañas. Desde allí empezamos a subir de nuevo, y la nieve se convirtió nuevamente en la protagonista del paisaje.

La llegada a Olden y el Lago Floen

Llegamos a Olden fascinados con el paraje que habíamos recorrido. Habíamos tardado más de lo previsto en realizar el trayecto, ya que habíamos hecho muchas paradas para disfrutar y saborear el entorno que nos rodeaba.

Quedaba poco para la puesta de sol (a mediados de noviembre se ponía antes de las cuatro de la tarde) y fuimos a aprovechar las últimas luces del día en el lago Floen. No hacía casi viento y había dejado de llover, así que este pequeño lago se había convertido en un espejo perfecto de las montañas que lo rodeaban.

Recorriendo el Lago Oldevatnet

Conociendo el entorno montañoso que rodea el pueblo de Olden, teníamos muchas ganas de que llegara ese día del viaje. Pero tuvimos mala suerte con el tiempo, y fue uno de los más lluviosos de la ruta.

Nos levantamos pronto para intentar fotografiar el lago Floen con las luces del amanecer, pero había tantas nubes que durante la salida de sol prácticamente no se apreciaba nada.

Decidimos volver al coche y seguir avanzando hacia el glaciar Briksdal. Fuimos bordeando el lago Oldevatnet y comprobando que el entorno de Olden es uno de los más bellos de esta región de Noruega.

El glaciar Briksdal, una maravilla natural en Olden y Noruega

Al final del lago Oldevatnet llegamos a la zona de aparcamientos para visitar el glaciar. Dado que era temporada baja, no había nadie y no fuimos capaces de utilizar la máquina para pagar (en teoría el precio para aparcar son 75 NOK) así que finalmente no pagamos el parking.

Desde allí empezaba el sencillo camino hasta el mirador del glaciar. Justo cuando iniciamos la excursión, la lluvia se intensificó y empezó a hacer viento. Según el pronóstico del tiempo estaba previsto que el tiempo siguiera igual durante todo el día, así que decidimos seguir caminando. Si se visita Olden y los fiordos noruegos durante el invierno, es básico llevar ropa impermeable y un buen anorak.

Después de unos minutos andando pasamos por delante de la cascada Kleivafossen, un salto de agua de 37 metros por donde caen unos 10.000 litros por segundo.

En la parte final del camino llegamos al mirador del glaciar Briksdal, junto a un pequeño lago de agua turquesa. Nos hubiera gustado estar allí un buen rato, pero empezó a haber un viento gélido que nos incitó a volver rápidamente a buscar cobijo.

Loen y el Lago Lovatnet

Llegamos al coche bien mojados, pero quisimos seguir aprovechando las escasas horas de luz. Condujimos hasta Loen, y desde allí tomamos la carretera que avanza junto al lago Lovatnet. De nuevo, allí encontramos un lago extenso, de un azul precioso, y rodeado de montañas nevadas.

Desgraciadamente, no pudimos conducir hasta el final de la carretera, ya que a mitad del recorrido una barrera indicaba que a partir de ahí la circulación estaba prohibida a causa de la nieve. Hasta la primavera ya no volverían a abrir esa carretera.

Una tarde lluviosa en Olden (Noruega)

Poco después de las tres de la tarde llegamos a nuestro pequeño apartamento en el Nesset Fjordcamping. Seguía lloviendo, así que decidimos quedarnos ahí, disfrutando de las vistas del fiordo Nordfjord.

El clima de los fiordos noruegos en invierno podía ser un pequeño impedimento, pero también nos estaba regalando la oportunidad de estar en entornos preciosos completamente solos.

Una última mañana desde el mirador Opheim

Durante la última mañana en Olden, aprovechamos que no llovía para visitar por última vez el lago Floen. Mirando las montañas que lo rodeaban no podíamos dejar de pensar en la infinidad de excursiones que se pueden realizar en esta zona de los fiordos noruegos durante los meses de verano. Es un destino fascinante por los amantes del senderismo.

Nos despedimos de Olden y Loen subiendo en coche hasta el mirador Opheim, para despedirnos de este rincón de Noruega con una bonita panorámica.

(Este post corresponde al quinto día del viaje a los fiordos noruegos)