Semana 39

Buscando Pumas en el Parque Nacional Torres del Paine

Volví al Parque Nacional Torres del Paine con el objetivo de localizar y fotografiar más pumas. Ya contaba con la experiencia de los primeros días que había pasado en el parque. Conocía cuáles eran las mejores zonas y sabía cómo interpretar el comportamiento de los guanacos. Pero sobre todo, había aprendido que buscar a estos felinos era mucho más complicado que buscar a los grandes felinos africanos.

Los pumas eran como fantasmas. Sabían pasar desapercibidos. Y, en muchos casos, no querían dejarse ver. Sólo algunos de los ejemplares que se mueven por este parque nacional se sienten cómodos entre los ruidos de los coches y las voces humanas.  

Dedicar ocho días en busca de pumas sabía que no era sinónimo de nada. Aunque dedicara todas las mañanas y vísperas a circular por el este del parque, la zona con más densidad de pumas, sin un poco de suerte podía irme de allí con las manos vacías. Sin cruzarme de nuevo con la mirada del felino más grande de la Patagonia.

Estaba dispuesto a asumir lo que me brindara la naturaleza. No podía dejar de sentirme afortunado, viendo cómo cada mañana se iluminaban las Tres Torres del Paine y las nubes, dibujadas por un viento furioso, se teñían de colores imposibles. Buscar pumas allí ya era un regalo.

Por eso, no me sentía nada frustrado después de tres días poco exitosos. Había terminado el año sin ver rastro alguno del felino y, cuando ya creía que acabaría el primer día del 2024 de la misma manera, vi cómo un puma subía por una colina junto a la pista. Le pude hacer un par de fotos, y cuando desapareció tuve la sensación de que nos reencontraríamos.

Después de dar la vuelta y conducir un centenar de metros, detuve el coche e inspeccioné con los prismáticos el terreno. Unos minutos más tarde, apareció de nuevo el felino. Lo vi durante sólo unos minutos, pero ya fue suficiente para mí. Había tenido un inicio de año soñado.

Más fotografías de una semana de safari por el P.N. Torres del Paine

Aunque éste fue el único encuentro cercano con un puma, pude ver algún ejemplar más. Siempre de lejos. Estas fotografías son sólo algunas de las memorias que me llevo de una nueva semana en este rincón incomparable de la Patagonia chilena:

PD: ¿Has visto el puma en la última fotografía?

Este post forma parte del resumen semanal de mi largo viaje, un viaje que al que he llamado Quinuituq.