Viaje a Madagascar por libre en 28 días
Itinerario y Preparación del viaje
Hacer un viaje a Madagascar, la isla más grande de África, es descubrir un país de naturaleza única. Al separarse del continente africano hace millones de años, la fauna y flora de ese país evolucionó de una forma diferente. Esto dio lugar a muchísimos endemismos, entre los que destacan los icónicos lémures.
Madagascar es un destino donde viajar lentamente. Sus carreteras te obligan a detenerte, avanzar lentamente, y a contemplar la vida rural de un país con mucho que ofrecer. Una vez se llega a los parques nacionales, es necesario calzarse las botas y adentrarse por los bosques, cañones o montañas. Es la única manera de poder observar toda la flora y fauna, con los lémures y camaleones como grandes protagonistas.
Durante un viaje a Madagascar tampoco pueden faltar los baobabs, uno de los símbolos de la isla. Y para quienes buscan tranquilidad y descansar durante unos días al final de la ruta, también hay playas paradisíacas que invitan a relajarse.
Antes de empezar el viaje a Madagascar
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Organización
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Geografía
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Economía
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Seguridad
Cómo llegar a Madagascar
Para llegar a Madagascar desde el extranjero normalmente es necesario volar al Aeropuerto Internacional de Ivato (a las afueras de Antananarivo). Hay vuelos directos desde París, pero también hay otras opciones que hacen escala en Emiratos Árabes, Dubái, Kenia o Isla Reunión.
Actualmente, también hay vuelos directos desde París hasta el aeropuerto de Nosy Be, una pequeña isla en el norte de Madagascar. Sin embargo, la frecuencia es menor y los precios más elevados.
Cómo moverse por Madagascar
El transporte terrestre por Madagascar es bastante lento, ya que el estado de las carreteras no es demasiado bueno. Igualmente, suele ser mejor que tomar aviones internos, porque hay muchas cancelaciones y retrasos.
Para moverse por tierra durante un viaje a Madagascar, se pueden considerar estas opciones:
- Alquilar un coche. Viajar en coche de alquiler es una de las mejores formas de moverse por el país, sobre todo para tener mucha más libertad. Por lo general es mejor alquilar un 4×4. Muchas agencias únicamente alquilan sus coches con un conductor. Teniendo en cuenta que el precio de un conductor no es caro, es una opción mucho más recomendable que conducir por libre (sobre todo durante un primer viaje al país). El precio de los alquileres de 4×4 con conductor, varía entre 40€ y 50€ el día.
- Utilizar el transporte público. Ir en transporte público por Madagascar no es una opción fácil ni cómoda. Sobre todo, porque los trayectos suelen ser muy largos y las averías de los vehículos son frecuentes. El transporte público por excelencia es el taxi-brousse. Otra opción para moverse entre las principales ciudades es utilizar los buses de compañías privadas. Acostumbran a ser algo más caros, pero también más puntuales y cómodos. Algunas de estas compañías son Cotisse o Soatrans.
- Contratar un tour con una agencia local. En caso de querer tener un viaje más atado y con menos preocupaciones, una buena alternativa es contratar un recorrido de varios días con una agencia local. Esta opción incluye el transporte (normalmente con un 4×4), un guía, el alojamiento y las actividades. En esta selección del portal Tour Radar, podrás encontrar las propuestas y precios de diferentes agencias locales
Dónde dormir
La oferta de alojamientos en Madagascar no es muy amplia y, por lo general, los alojamientos son sencillos.
De todas formas, en las principales ciudades del país y alrededor de los puntos más turísticos (principalmente en los parques nacionales) siempre hay alternativas para diferentes presupuestos. Algunos de los hoteles o lodges aparecen en Booking.com, pero en muchos casos es necesario realizar las reservas directamente por correo electrónico.
En caso de realizar un viaje a Madagascar sin reservas previas, se puede improvisar bastante sobre la marcha. En casi todos los pueblos hay algún Hotely (tal y como llaman a las pensiones), muy económicos pero de calidad justa.
Vacunas
Las condiciones sanitarias en Madagascar son complejas, por lo que antes de un viaje al país es importante revisar qué vacunas son necesarias con un profesional de medicina internacional.
La única vacuna obligatoria es la de la fiebre amarilla en caso de proceder de un país en el que esta enfermedad es endémica. Sin embargo, según la duración del viaje pueden ser recomendables otras vacunas.
Malaria
En Madagascar hay malaria. Por eso, es necesario tomar todas las precauciones posibles para evitar las picaduras de mosquitos (repelente, manga larga, mosquiteras, ropa clara…). También en la mayoría de casos es preferible tomar medicación de profilaxis contra la malaria. De nuevo, esto es mejor evaluarlo con un especialista.
Tarjeta SIM
La cobertura en Madagascar no es demasiado buena, sobre todo en las zonas rurales o en los parques nacionales. Pero si se viaja por libre suele ser útil tener una tarjeta SIM.
Se puede comprar fácilmente en el aeropuerto, y las tres compañías principales son Airtel, Orange y Telma.
Yo me compré una tarjeta de Airtel, con una duración de 30 días y 20 GB. Pagué 80.000 ariary (unos 16 euros). Durante el viaje no tuve demasiada buena cobertura en las zonas alejadas de las ciudades, pero desconozco si con las demás compañías la cobertura es mejor.
Tipo de enchufe
Los enchufes en Madagascar son de los tipos C (son compatibles con los de España).
Idioma
Los idiomas oficiales de Madagascar son el malgache y el francés. Sin embargo, el francés sólo lo habla un cuarto de la población, sobre todo en áreas urbanas.
Algunas palabras en malgache que seguro que te servirán durante un viaje a Madagascar son:
- Salama (hola)
- Veloma (adiós)
- Mora Mora (poco a poco)
- Misaotra (gracias)
Capital
La capital es Antananarivo (tiene una población de 1,3 millones de habitantes).
Visado
Los ciudadanos españoles pueden obtener el visado de entrada a Madagascar en el momento de entrar en el país en el Aeropuerto Internacional de Ivato. El visado es gratis para estancias de menos de 15 días; tiene un coste de 35€ por estancias de menos de 30 días; y tiene un coste de 40€ por estancias de entre 1 y 2 meses. Puede pagarse con euros.
Zona horaria
La zona horaria de Madagascar es la GMT+3 (dos horas de diferencia con España peninsular durante el horario de invierno y una hora de diferencia durante el horario de verano).
Clima
En Madagascar existe un clima tropical, que sigue los mismos patrones en toda la isla. Hay dos estaciones: verano o estación húmeda, que va de noviembre a abril; e invierno o estación seca, que va de mayo a octubre.
Además, de enero a marzo es la época de ciclones en el este del país. Esto puede dar lugar a mucha lluvia y condiciones climatológicas adversas.
Por lo general en la costa suele hacer más calor. Por el contrario, en las tierras altas del interior las temperaturas en invierno pueden bajar hasta los cero grados.
Otros datos del país
Moneda
La moneda de Madagascar es el ariary (MGA). Ahora mismo (agosto de 2023) un 1 euro equivale a 4.976 ariarys. Para realizar cambios mentalmente a mí me iba bien tener presente que 20.000 MGA son 4 euros.
Lo habitual es tener que pagarlo todo en la moneda local del país. Sólo algunos alojamientos aceptan euros, pero el tipo de cambio siempre es peor. Así que yo recomiendo pagarlo todo con la moneda del país.
Las tarjetas de crédito o débito no se aceptan en prácticamente ningún sitio de Madagascar, así que todos los gastos del viaje deben pagarse en efectivo. La mejor manera de obtener ariarys es utilizando los cajeros automáticos con algunas de las tarjetas para viajar. Yo recomiendo llevar la N26 (tiene mejores condiciones) y también la Vivid (las condiciones no son tan buenas, pero es una tarjeta Visa y en algunos cajeros sólo funcionaba ésta).
Los cajeros que mejor me funcionaron para sacar dinero fueron:
- Mauricio Commercial Bank (MCB): No aplica ninguna comisión adicional y funcionan todas las tarjetas. Hay uno en el aeropuerto.
- Société Générale Madagasikara: Aplica una comisión de 10.000 ariary por operación. Funcionan todas las tarjetas.
- Banque Nationale de Investimiento (BNI): No aplica ninguna comisión. Sólo funcionan las tarjetas Visa. En la mayoría de pueblos/ciudades con cajero, suele haber uno de este banco.
Precios
Los precios en Madagascar son sustancialmente más bajos que en España.
Éstos son algunos ejemplos de los precios que puedes encontrar durante un viaje a Madagascar:
- Precio de un plato combinado en un restaurante local: 18.000 ariary.
- Precio de un primer y segundo plato en un restaurante de un hotel de clase media: 30.000 ariary.
- Una botella de agua de un litro y medio en un supermercado: 2.650 ariary.
- Un litro de gasolina: 5.900 ariary la gasolina y 4.900 ariary el diésel.
- Una habitación doble en alojamiento estándar (clase media): 100.000 ariary.
- Permiso de entrada en el Parque Nacional Andasibe-Mantadia: 45.000 ariary. Aparte de esto es necesario pagar el precio del guía, que depende de la duración de la ruta. Por ejemplo, el precio de un guía para una ruta de 4 horas en Analamazaotra es de unos 80.000 ariary por grupo.
- Permiso de entrada en el Bosque de Kirindy: 50.000 ariary . El precio del guía también se paga aparte, y por una ruta de 2 horas cuesta 70.000 ariary.
- Permiso de entrada al Parque Nacional Isalo: 65.000 ariary (el precio del guía es fijo, siendo 160.000 ariary por día, independientemente de la duración de la ruta).
Propinas
Las propinas durante un viaje a Madagacar no son obligatorias, pero sí esperadas. Sobre todo, son esperadas por los guías de los parques nacionales, los conductores y el personal de los alojamientos.
Mejor dar las propinas en la moneda local.
Algunos de los importes orientativos para las propinas son:
- Para el guía de los parques nacionales: entre 5.000 y 10.000 ariary en función de la duración de la ruta y la satisfacción.
- Para el conductor: entre 7.000 y 10.000 ariary por día.
- Personal del hotel: entre 2.000 y 5.000 ariary por día.
- Restaurante: entre 1.000 y 5.000 ariary, en función del precio y del número de personas.
Regateo
Durante un viaje a Madagascar hay que dominar el arte del regateo. Es habitual regatear en los mercados locales, en las tiendas de souvenirs y también antes de subir a algún transporte local (taxi, taxi-brousse…).
Por otra parte, los precios de entrada a los parques nacionales y guías oficiales son fijos.
Madagascar es un país con mucha pobreza y desigualdad, lo que hace que la seguridad en el país no sea muy alta. Sin embargo, la mayoría de puntos turísticos son seguros, y la gente es muy amigable y hospitalaria. Durante mi viaje por este país me sentí cómodo en todas partes.
Si se realiza un viaje a Madagascar, es importante tener en cuenta estos consejos para evitar problemas:
- En las ciudades, sobre todo en Antananarivo, existe cierta delincuencia. En estos casos es recomendable no ir solo, no salir de noche y no hacer alarde de objetos de valor.
- Hay algunas carreteras rurales en el país donde existe riesgo de ser asaltado. Por eso es importante revisar bien las rutas. Si viajas con conductor local, entonces no hay problema, ya que ellos conocen las rutas más seguras para moverse.
- Evitar realizar trayectos de noche. El estado de las carreteras en Madagascar es muy malo. Es mejor y más seguro moverse durante el día.
- Si se viaja en coche, ir con las puertas bloqueadas y las ventanas subidas, sobre todo en las áreas urbanas.
- Para evitar conflictos con la población local, es importante pedir permiso antes de fotografiarlos y no tomar fotografías de tumbas u otras zonas sagradas.
- Llevar poco dinero con efectivo encima. Es preferible ir sacando dinero en los cajeros durante el viaje.
- Si se quiere contratar a un guía o conductor, siempre es mejor hacerlo a través del hotel o la oficina de los parques nacionales.
Siguiendo estos consejos, lo más probable es que disfrutes de un viaje tranquilo a Madagascar. La mayoría de los inconvenientes puede venir por las condiciones sanitarias del país. Por eso, es muy importante viajar con un buen seguro de viaje. Así estarás bien protegido frente a cualquier inconveniente. Yo viaje con Heymondo, y si contratas tu seguro a través de este enlace tendrás un 5% de descuento (puedes ver por qué recomiendo Heymondo leyendo este post: Seguro de viaje de Heymondo: detalles, coberturas y precios.)
Mejor época para hacer un viaje a Madagascar
Mejor época
Septiembre, octubre y noviembre
Estos tres meses se consideran los mejores para realizar un viaje a Madagascar por los siguientes motivos: suele llover poco (aunque a partir de mediados de noviembre puede empezar a haber más precipitaciones); hay menos turisitas; es un buen momento para ver a las crías de lémures (nacen durante septiembre y octubre); hace menos frío en el centro del país y esto hace que los reptiles estén más activos.
Además, durante septiembre se pueden ver ballenas jorobadas en la costa este; y octubre y noviembre son los mejores meses para nadar con tiburones ballena en Nosy Be.
Temporada alta
De julio a septiembre
La temporada alta en Madagascar coincide principalmente con el período de vacaciones escolares en Europa. Sin embargo, no suele haber demasiada masificación, ya que Madagascar no es un destino muy turístico.
Por eso, los meses de la temporada alta siguen siendo una buena alternativa para conocer este país.
Temporada baja
De enero a marzo
La temporada baja en Madagascar coincide con los meses en los que el tiempo es peor. Entre enero y marzo los monzones están muy presentes en la isla, lo que hace que muy pocos turistas visiten la isla.
De enero a marzo muchos de los alojamientos y servicios turísticos están cerrados.
Buena meteorología
De mayo a noviembre
Durante los meses de la estación seca el tiempo suele ser bastante agradable en Madagascar.
Entre julio y agosto normalmente el ambiente es fresco durante las noches y madrugadas; sobre todo en el centro del país. Es importante llevar ropa de abrigo.
En los bosques húmedos puede llover durante todo el año.
Tiempo poco favorable
De noviembre a abril
Aunque la temporada de lluvias va desde mediados de noviembre hasta abril, las lluvias sólo son intensas de enero a marzo. Durante estos meses pueden haber monzones con efectos devastadores, sobre todo en el este del país.
En caso de realizar un viaje a Madagascar durante estos meses, una de las mejores opciones es moverse por la RN7 y conocer los parques nacionales cercanos a esta carretera.
Viaje a Madagascar en 28 días: mi experiencia
En Madagascar se pueden realizar rutas muy diversas según el objetivo del viaje. En mi caso, quería intentar ver el mayor número de especies de lémur; tampoco quería perderme la emblemática Avenida de los Baobabs; y tenía muchas ganas de intentar ver el fosa, el depredador más grande de la isla. Esto es lo que me influyó a la hora de organizar mi itinerario por el país. Decidí que alquilaría un 4×4 con conductor, para no perder más tiempo del necesario con los desplazamientos por carretera.
Empezaría la ruta dirigiéndome hacia el este, para visitar el Parque Nacional de Andasibe-Mantadia. Es la mejor zona para ver el indri, la mayor especie de lémur de Madagascar. Además, también tendría la oportunidad de andar por uno de los bosques primarios más extensos del país.
Después de cinco noches allí, empezaría un largo trayecto hasta la costa oeste. En concreto iría hasta Morondava. Aunque esta tranquila ciudad de playa es agradable, lo que realmente me interesaba de allí era la Avenida de los Baobabs. No quería perderme la oportunidad de ver una puesta de sol rodeado de la silueta de estos árboles centenarios.
Continuaría el viaje conociendo la reserva del bosque de Kirindy. Durante los meses del invierno austral, esta reserva es el mejor sitio de Madagascar para ver el fosa.
Durante la segunda parte del viaje a Madagascar, recorrería buena parte de la carretera RN7, la ruta turística por excelencia. La primera parada la haría en la Reserva de Anja, posiblemente el mejor sitio de la isla para fotografiar y ver los lémures de cola anillada. Desde allí avanzaría hasta el Valle de Tsaranoro, donde las montañas de roca granítica forman unos paisajes impresionantes y sorprendentes. Después continuaría bajando hasta el Parque Nacional de Isalo , la reserva más visitada de Madagascar.
Durante la última parte de la ruta, me dirigiría de nuevo hacia el norte, para terminar el viaje en Antananarivo. Durante este trayecto, tenía previsto visitar la selva del Parque Nacional Ranomafana.
Estaba claro que los lémures serían los grandes protagonistas del viaje a Madagascar. Pero durante los desplazamientos por el país también podría descubrir la diversidad de paisajes y observar el día a día de la gente local. ¡Tenía muchas ganas de empezar la ruta!
FECHAS DEL VIAJE: Del 28 de junio al 24 de julio de 2023.
TIPO DE VIAJE: Viaje por libre. Road Trip.
TRANSPORTE HASTA EL PAÍS: Llego a Madagascar después del viaje a Sudáfrica. Así pues, vuelo desde Johannesburgo hasta Antananarivo. Es un vuelo de la compañía Airlink.
TRANSPORTE INTERNO: Después de valorar las diferentes opciones para moverme durante el viaje a Madagascar por libre, decido contratar un 4×4 con conductor. Hago la reserva a través de una guía local, Josiane (habla castellano). El precio por el 4×4 con conductor es de 50€ por día (no incluye la gasolina). Si te interesa esta opción y te gustaría pedir un presupuesto a Josiane, puedes contactar con ella a través de su página web.
ALOJAMIENTO: Dado que la oferta de alojamientos en Madagascar no es demasiado amplia, reservo todos los alojamientos antes de empezar el viaje. Muchas de las reservas las he de hacer por correo electrónico. Esta es la lista de los lugares donde acabo durmiendo:
🏡 Fly Inn Madagascar (Antananarivo). Alojamiento a menos de cinco minutos del aeropuerto. Está muy limpio, es cómodo y tienen servicio de recogida en el aeropuerto gratuito. 1 noche. Valoración: ⭐⭐⭐⭐⭐
🏡 Hotel Feon’ny Ala (P.N. Andasibe-Mantadia). Una buena opción para dormir en las afueras de Andasibe. Es un alojamiento sencillo pero con una buena relación calidad-precio. 5 noches. Valoración: ⭐⭐⭐⭐⭐
🏡 Antsirabe Hotel (Antsirabe). Alojamiento pequeño y económico en Antsirabe. Se encuentra algo alejado del centro. 2 noches. Valoración: ⭐⭐⭐⭐
🏡 Princesa Tsiribihina (Miandrivazo). De camino hacia Morondava es habitual detenerse aquí. El alojamiento está bien, es limpio y cómodo, pero la relación calidad-precio no es demasiado buena. 1 noche. Valoración: ⭐⭐⭐
🏡 Hotel Menabe (Morondava). Un hotel sencillo en Morondava, a cinco minutos a pie de la playa. Es muy económico. 4 noches. Valoración: ⭐⭐⭐⭐
🏡 Kirindy Eco Lodge (Kirindy Forest). Bungalows situados en el interior del bosque de Kirindy. La calidad de los bugalows es justa y el restaurante es caro, pero para ver el fosa la mejor opción es alojarse aquí. 2 noches. Valoración: ⭐⭐⭐⭐
🏡 Betsileo Country Lodge (Reserva de Anja). Alojamiento muy limpio, cómodo y con buenas vistas de las montañas de Anja. 2 noches. Valoración: ⭐⭐⭐⭐⭐
🏡 Campo Catta (Tsaranoro Valley). Una gran opción para dormir en el Valle de Tsaranoro. Es habitual ver lémures de cola anillada cerca de los bungalows o tiendas. El restaurante es algo caro. 2 noches. Valoración: ⭐⭐⭐⭐⭐
🏡 Isalo Ranch (P.N. Isalo). Una buena opción para dormir en las afueras de Ranohira. 4 noches. Valoración: ⭐⭐⭐⭐⭐
🏡 Setam Lodge (P.N. Ranomafana). El alojamiento más cercano a la entrada del P.N. Ranomafana. Las habitaciones están limpias y ofrecen una muy buena perspectiva de la selva. El restaurante es bastante caro. 2 noches. Valoración: ⭐⭐⭐⭐
🏡 Hôtel Menabe’L (Antsirabe). Un hotel situado en las afueras de la ciudad de Antsirabe. Buena relación calidad-precio. 1 noche. Valoración: ⭐⭐⭐⭐⭐
Día a día del viaje a Madagascar
Día 1: La llegada a Madagascar (Antananarivo)
Llego a Madagascar por la tarde, después de un vuelo de Airlink desde Johannesburgo hasta Antananarivo, la capital de la isla roja. Después de pasar el control de pasaportes, donde tengo que pagar 35€ y llenar un formulario, comienza mi viaje por este destino exótico y fascinante.
Antes de marcharme del aeropuerto, aprovecho para adquirir una tarjeta SIM local. Compro una tarjeta de Airtel, pero también hay un tienda de Orange y Telma. Después aprovecho para sacar dinero desde un cajero automático, utilizo el de MCB y usando la tarjeta N26 no me cobran ninguna comisión.
Dado que ya no quedan muchas horas de luz y que hasta la mañana siguiente no he quedado con el conductor que me acompañará durante el viaje a Madagascar, decido dormir en un hotel cercano al aeropuerto, el Fly Inn Hotel. Me vienen a buscar gratuitamente al aeropuerto y aprovecho la tarde para acabar de planificar la ruta.
Día 2: Desde Antananarivo hasta Andasibe
Puntualmente, a las ocho de la mañana llega Nary, el conductor que he contratado para este viaje. Conduce un Toyota Land Cruiser bastante antiguo, pero también parece resistente. Espero que sea capaz de superar las tortuosas carreteras malgaches sin problema.
Salir desde Antananarivo, en dirección al Parque Nacional de Andasibe-Mantadia es un pequeño suplicio. Hay muchísimo tráfico, y todos los vehículos avanzan muy lentamente. Me sorprenden los populares taxi-brousse, donde la gente va subiendo y bajando constantemente mientras el vehículo prácticamente no se detiene.
Cuando salimos del centro de Tana, tal y como los locales llaman a la capital, el tráfico desaparece. Pero el ritmo sigue siendo lento, el estado de la carretera no es demasiado favorable. Tardamos unas 5 horas en recorrer los 150 kilómetros que separan Antananarivo de Andasibe.
Al mediodía llego a Andasibe. Después de dejar las cosas en el alojamiento donde pasaré las próximas cinco noches, el Hotel Feon’ny Ala, aprovecho la tarde para realizar la primera salida. Hago una ruta por el parque comunitario de V.O.I.M.M.A., una pequeña reserva natural situada junto al Parque Nacional de Andasibe-Mantadia.
El bosque lluvioso de esta zona de Madagascar es majestuoso Y el hábitat de algunas especies fascinantes. Durante la ruta puedo ver a un camaleón de la especie Calumma nasuta (uno de los más pequeños de Madagascar); y también el mayor camaleón de Madagascar (y del mundo), el camaleón de Parson. ¡También encuentro los primeros lémures del viaje! Veo a un grupo de tres indris, pero están bastante quietos en la copa de los árboles. Además me encuentro con un numeroso grupo de lémures pardos, que se acercan muchísimo a mí. ¡Mi viaje a Madagascar no hubiera podido empezar mejor!
Día 3: La Reserva de Analamazaotra
El Parque Nacional de Andasibe-Mantadia está formado por dos áreas de conservación: la Reserva de Analamazaotra y el Parque Nacional Mantadia. Durante mi primera mañana en Andasibe, decido realizar una ruta de cuatro horas en la reserva de Analamazaotra, acompañado por un guía del pueblo.
La Reserva de Analamazaotra es la zona más famosa para ver a los indris, los lémures más grandes del mundo. En total en esta reserva hay 14 especies de lémur, entre ellas destacan los sifacas de diadema, los lémures pardos y los lémures de vientre rojo.
Empiezo a andar poco después de las siete de la mañana, y después de un rato andando encontramos los primeros indris. Poco a poco se van activando, y tengo la suerte de poder observar y escuchar el momento en que comienzan a dar sus característicos gritos. ¡Es impresionante!
Después de este gran momento, sigo recorriendo el parque. Una media hora más tarde puedo ver uno de los lémures más bonitos de esta zona: los sifacas de diadema. Son unos lémures de color naranja y con una cola muy larga y elegante. Termino el recorrido viendo un camaleón de Parson.
Por la noche salgo de nuevo para realizar una salida nocturna. Una buena oportunidad para ver nuevas especias de animales. De noche no está permitido andar por el parque nacional. Por eso, hago el recorrido nocturno por la reserva de Mitsinjo . La salida dura 90 minutos, y puedo observar varias especies de rana, arañas, insectos muy curiosos y un lémur ratón (el lémur y primate más pequeño del mundo).
Día 4: El Parque Nacional Mantadia
Dedico la mañana del cuarto día del viaje a Madagascar a conocer el Parque Nacional Mantadia. Este parque, que tiene una extensión de 155 km², resguarda uno de los escasos bosques primarios del país. Una selva lluviosa inalterada, donde no ha habido influencia humana alguna.
Para llegar a este bosque es necesario ir en un 4×4. El trayecto desde Andasibe dura más de una hora. Tengo previsto realizar una ruta de unas tres horas. Ver lémures aquí es más complicado. El gran atractivo de este bosque es su vegetación y su gran valor ecológico.
Hacia el final de la ruta, y cuando estamos dirigiéndonos hacia un mirador, mi guía localiza un lémur de collar. Está muy arriba, en la copa de un árbol de unos cuarenta metros, pero puedo tomarle alguna foto antes de que desaparezca saltando ágilmente entre las ramas. Después de ese gran momento, iniciamos la subida hasta uno de los miradores del parque.
Las vistas desde arriba son magníficas, pero justo cuando llego empieza a llover. No son las mejores condiciones para apreciar el paisaje.
Al mediodía llego de nuevo al alojamiento y después de descansar un poco, salgo a dar una vuelta por el pequeño pueblo de Andasibe. El ambiente de este municipio es muy relajado y me sirve para conocer un poco más esta zona.
Día 5: La Reserva de Mitsinjo
La mañana es el mejor momento para ver a los lémures activos, sobre todo a los indris. Así que, de nuevo, madrugo para seguir explorando los bosques de Andasibe. Dedico cuatro horas a hacer un recorrido por la Reserva de Mitsinjo. Esta reserva privada, que es propiedad de la Asociación de Mitsinjo, es una buena zona para ver indris. Con suerte, también se pueden ver lémures grises del bambú.
Durante las primeras dos horas veo muy poca fauna. Pero siempre es agradable andar por estos bosques. Luego mi guía encuentra un grupo de indris, que están empezando a activarse. Una de las particularidades de este sitio es que los indris se han habituado a los humanos, y a menudo bajan a la parte inferior de los árboles a cambio de algunas hojas. Son hojas que algunos de los guías recolectan allí mismo, de los árboles y arbustos de la reserva.
Yo soy partidario de que haya la menor interacción posible entre los humanos y los animales salvajes. Ahora bien, en este caso simplemente se les ofrecen hojas del entorno y en poca cantidad, así que, sin ser un experto, no creo que sea una actividad perjudicial.
Al mediodía, aprovecho para visitar nuevamente la reserva comunitaria de V.O.I.M.M.A. Hago una ruta de unas dos horas, por zonas distintas de las que había visitado durante el primer día. Después de un rato buscando a los escarabajos jirafa sin éxito (en invierno es muy difícil verlos), vamos a la zona preferida de los indris. No hay más turistas, así que puedo quedarme allí bastante rato observándolos y fotografiándolos tranquilamente.
Día 6: Una nueva visita a la Reserva de Analamazaotra
El último día en la zona del Parque Nacional de Andasibe-Mantadia lo aprovecho para volver a visitar la Reserva de Analamazaotra. Quiero intentar ver a los indris por última vez, e intentar encontrar de nuevo algún grupo de lémures sifaca de diadema.
Me acompaña Lelena, el mismo guía que he tenido durante los días anteriores. El inconveniente de hoy es que llueve bastante. Ha estado lloviendo toda la noche, el terreno está embarrado y es más incómodo andar.
Me pongo la capelina y guardo la cámara de fotos, mientras avanzamos por caminos distintos a los que visité durante mi primera visita al parque. Vamos a una zona donde hay un bosque de bambú, para intentar encontrar lémures grises del bambú. No consigo verlos, así que decidimos seguir avanzando.
Al cabo de un par de horas encontramos una pareja de indris y también un grupo de lémures sifaca de diadema. Aprovecho un corto período de tiempo sin lluvia para tomar algunas fotos.
Cuatro horas más tarde termino el recorrido, hoy sin haber visto ningún camaleón ni insecto sorprendente.
Por la tarde sigue lloviendo, así que decido quedarme en el alojamiento observando el paisaje y leyendo.
Día 7, 8 y 9: Desde Andasibe hasta la avenida de los Baobabs
En Madagascar moverse en coche es bastante lento. Las carreteras están llenas de agujeros, el asfalto desaparece constantemente, hay obras continuamente y cada pocos kilómetros se atraviesa algún pueblo en el que las personas, las bicicletas, las gallinas y los cebús ocupan toda la calle. Por eso, es mejor dividir los grandes trayectos en varias jornadas, y disfrutar de los recorridos en coche por el país. Para ir desde Andasibe hasta Morondava, una pequeña ciudad en la costa oeste de Madagascar, debo recorrer casi 800 kilómetros, que divido en tres días. Durante el primer día voy desde Andasibe hasta Antsirabe (300 kilómetros y unas 8 horas de coche); en el segundo día me traslado desde Antsirabe hasta Miondrivaza (220 kilómetros y 5 horas y media de coche); y en el último día desde Miondivaza hasta Morondava (265 kilómetros y 4 horas y media de coche).
En Morondava me espera uno de los puntos más icónicos del viaje a Madagascar: la Avenida de los baobabs. Cuando faltan unas tres horas para la puesta de sol, le pido a Nary (mi conductor) si me puede llevar hasta allí. Son unos 40 minutos de coche. A medida que me acerco ya veo los primeros baobabs. Cuando llego quedo maravillado por la belleza de este rincón de Madagascar.
Día 10: Betania, el pueblo de pescadores de Morondava
La primera mañana en Morondava la dedico a visitar Betania, un pequeño pueblo de pescadores Vezo, situado en una isla junto a Morondava. A las ocho de la mañana he quedado con un guía local, para navegar con su piragua hasta allí.
Primero hacemos un recorrido por el río de Morondava, para acercarnos a los manglares. Desde allí atravesamos el río y llegamos al pueblo de pescadores. Es un pueblo sin electricidad, y en el que sus habitantes viven en pequeñas casas de madera. La gente me recibe con simpatía y curiosidad. Es una experiencia muy bonita.
Después de esta interesante visita, al mediodía vuelvo a Morondava. Almuerzo en uno de los restaurantes de la ciudad y por la tarde visito de nuevo la Avenida de los Baobabs. Cada puesta de sol allí es única.
Día 11: El último día en Morondava
Hoy es uno de los días más tranquilos del viaje a Madagascar. Aprovecho la mañana para conocer un poco más Morondava. Paseo un rato por el centro. Pero eso de ir andando y esquivando tuk-tuks, rickshaws, bicicletas, motos…no está hecho para mí, así que decido ir hacia el litoral.
Por suerte la playa está a sólo cinco minutos, y allí puedo andar mucho más tranquilamente. Se nota que es sábado, ya que cada vez hay más gente bañándose, paseando o jugando al fútbol.
Por la tarde, quedo con mi conductor para ir por última vez a la Avenida de los Baobabs. Es un sitio muy especial y no me canso de visitarlo.
Día 12: La llegada a la Reserva de Kirindy
A las ocho de la mañana empiezo el trayecto hacia la Reserva de Kirindy. Esta reserva privada protege a un ecosistema muy específico: una porción de bosque seco caducifolio de Madagascar. Este bosque se encuentra a unas dos horas en coche desde Morondava. Es una de las mejores zonas de Madagascar para intentar ver el fosa, el mayor depredador del país.
Durante el camino hasta allí paso nuevamente por la mágica Avenida de los Baobabs, y también hago una visita a los baobabs amoureux. Se trata de dos baobabs entrelazados, con una forma muy curiosa.
Poco antes de las once de la mañana llego al bosque de Kirindy. Cuando no hace ni diez minutos que he llegado, y cuando todavía me estoy instalando, uno de los guías me dice que le siga. Acaba de ver un fosa, que se ha acercado a comer en un punto de alimentación suplementaria junto al campamento. Es uno de los momentos más emocionantes del viaje a Madagascar.
La suerte todavía me sonríe más, y una hora más tarde un nuevo ejemplar de fosa, esta vez una hembra, también se deja ver muy cerca del bugalow donde pasaré las próximas dos noches.
Por la tarde hago una salida de dos horas por el bosque de Kirindy. Veo un lémur saltador de cola roja, una especie nocturna. También puedo identificar una gran variedad de pájaros, y me hace especial ilusión poder fotografiar dos autillos malgaches.
Cuando ya es de noche, salgo de nuevo con un guía para realizar un recorrido nocturno. Durante un par de horas nos movemos entre los laberínticos caminos de la reserva. Puedo ver tres especies de lémures nocturnos: el lémur ratón, el lémur saltador de cola roja y el lémur de orejas ahorquilladas pálido.
Día 13: Un día en la reserva de Kirindy
La mañana es el mejor momento para ver los lémures diurnos de Kirindy, así que a las 7:30 empiezo a andar con uno de los guías de la reserva. Nos cuesta un poco, pero finalmente llegamos a unos árboles en los que hay un grupo de lémures pardos de frente roja y también dos sifacas de Verreaux. Aunque primero están bastante lejos, poco a poco van bajando de los árboles y puedo verlos y fotografiarlos a la perfección.
Después de una ruta de poco más de tres horas, vuelvo al campamento cuando ya empieza a hacer bastante calor. Pero no pasa mucho rato hasta que uno de los guías me dice que están viendo un fosa. Rápidamente cojo la cámara y voy hacia allá. Sólo le puedo tomar un par de fotos, antes de que desaparezca.
Por la tarde, salgo a realizar un nuevo recorrido de dos horas por el bosque. Es un buen momento para ver aves y también para disfrutar de la luz del atardecer rodeado de baobabs y otras especies de árboles. Además, tengo la suerte de encontrar de nuevo un grupo de lémures pardos de frente roja.
Día 14: Desde Kirindy hasta Morondava
Durante la última mañana en el bosque de Kirindy decido no hacer ninguna salida por el bosque y quedarme por la zona en la que están los bungalows y el campamento. Hay muchas más opciones de ver el fosa por esta zona que en el interior del bosque.
Estoy de suerte y puedo ver a una hembra de fosa durante un buen rato. Siempre es necesario mantener cierta distancia con este animal salvaje. Una de las grandes ventajas de haber pernoctado en los bungalows del interior de la reserva es poder disfrutar de este animal salvaje con total tranquilidad, sin otros turistas.
A media mañana ya me marcho de Kirindy, y voy de nuevo hasta Morondava. Aprovecho la tarde para dar una última vuelta por esta ciudad de costa. El ambiente es muy tranquilo y se puede andar por el centro y por la playa sin problemas de seguridad.
Día 15: Desde Morondava hasta Antsirabe
El trayecto en coche desde Morondava hasta Antsirabe dura aproximadamente diez horas. Durante la ida lo dividí en dos días, pero al regreso lo hago todo en un día.
No puedo negar que el trayecto se hace largo, sobre todo en las últimas horas. Pero también es cierto que no dejo de observar escenas interesantes. Siempre me sorprenden los coloridos vestidos de las mujeres, que llevan grandes objetos sobre la cabeza con una formidable habilidad. También me distraen los ríos, especialmente el enorme río de Tsiribihina, donde hay bastante gente lavando ropa. Las montañas, rojizas y desérticas, forman parte del paisaje de esta ruta.
A medida que llegamos a Antsirabe el paisaje se vuelve más verde, aparecen los campos de cultivo de arroz y junto a la carretera hay mucha gente vendiendo aguacates. Además, la temperatura comienza a descender.
Ha sido un día largo, pero llego con ganas de seguir descubriendo Madagascar. Mañana empezaré la ruta por los parques nacionales del sur del país, siguiendo la famosa RN7.
Día 16: Desde Antsirabe hasta la Reserva d’Anja
El trayecto desde Antsirabe hasta la Reserva de Anja dura prácticamente ocho horas. Salgo pronto, para tener tiempo de aprovechar las últimas horas de luz del día en la reserva.
Tras dejar atrás la pequeña ciudad de Ambositra, la carretera comienza a ganar altura. Los campos de arroz aún dominan el paisaje. Sólo algunos árboles que sobreviven en lo alto de las colinas recuerdan la frondosidad de los bosques que recubierto Madagascar hace años. También aparecen en el paisaje imponentes montañas graníticas, uno de los símbolos de esta zona de la isla.
Paso por la ciudad de Fianarantsoa y el pueblo de Ambalavao, y finalmente llego al alojamiento: el Betsileo Country Lodge. Después de instalarme con cierta prisa, voy a la Reserva Comunitaria de Anja para realizar una ruta de unas dos horas. Veo los primeros lémures de cola anillada del viaje, mientras disfruto del paisaje de la reserva.
Día 17: La Reserva Comunitaria de Anja
Antes de las ocho de la mañana vuelvo de nuevo a la Reserva Comunitaria de Anja. Aprovecharé la mañana para hacer una de las excursiones más interesantes y completas: la ascensión a la montaña de granito que domina la reserva.
Durante la primera parte de la ruta, observo y fotografío de nuevo un grup de adorables lémures de cola anillada. Están todos en lo alto de los árboles, tomando el sol para recuperar calor después de la noche. También veo dos camaleones.
Desde allí me adentro por el bosque (acompañado de un guía y un estudiante) para ir a buscar el camino que sube hasta la montaña. Las enormes piedras de esta zona hacen que el camino esté lleno de obstáculos. Pero esto lo hace más entretenido e interesante.
La subida final es intensa, aunque las vistas compensan el esfuerzo. La bajada se realiza por otro camino, así que la ruta acaba siendo circular. Llego abajo poco antes de la una de la tarde.
Por la tarde me planteo realizar una visita guiada por los campos de arroz y el pueblo de Ambalavao, pero finalmente decido quedarme en el alojamiento.
Día 18: Desde la Reserva de Anja hasta el Valle de Tsaranoro
El Valle de Tsaranoro destaca por sus montañas de paredes verticales, y por ser una zona excepcional para hacer escalada y senderismo. No es difícil llegar, pero es necesario ir con un 4×4. Desde la RN7, hay que conducir por una pista tortuosa durante unos 25 kilómetros para llegar hasta este valle.
Yo llego a media mañana, cuando ya empieza a hacer calor. Me instalo en el Camp Catta, y cuando no hace mucho que he llegado ya viene uno de los guías locales del valle. Él me recomienda esperarme unas horas antes de realizar una salida por el bosque sagrado de Tsaranoro y por el pueblo.
Aprovecho para andar un rato alrededor del alojamiento. Aparte de haber unas vistas excepcionales, también es habitual ver lémures de cola anillada allí cerca. Tengo la suerte de verlos mientras comen y escalan entre las ramas de un árbol.
A las dos empiezo la ruta por el bosque sagrado. Es una excursión sencilla de unas tres horas. El guía identifica muchas de las plantas que encontramos, y me explica sus propiedades medicinales. También me lleva hasta un mirador, y poco después nos topamos con otro grupo de lémures de cola anillada.
Para terminar la salida, hago una visita a uno de los pequeños pueblos del valle, donde predomina la etnia betsileo. Es un pueblo austero, donde reciben a todo el mundo con una sonrisa.
Día 19: La ascensión al pico Camaleón (Valle de Tsaranoro)
Durante el segundo día en el Valle de Tsaranoro, hago la excursión más famosa de este rincón de Madagascar: la ascensión al pico Camaleón. Es una ruta circular, de unas 5 o 6 horas, y en la que es necesario superar unos 600 metros de desnivel. Desde arriba, existe una fantástica panorámica del valle y del macizo del Parque Nacional Andringitra.
Comparado con la ruta que hice en Anja, me sorprende la buena calidad del camino. La subida es constante, pero no demasiado pronunciada. Y tal y como me esperaba las vistas desde arriba son maravillosas.
A media bajada aprovecho para hacer una parada y almorzar. Durante la última parte del trayecto, una vez he llegado al valle, paso por unos caminos en los que veo muchísimos camaleones descansando en los arbustos.
Por la tarde, hago un nuevo paseo hasta el pueblo más cercano al alojamiento y acabo el día fotografiando los lémures de cola anillada que suelen moverse por los alrededores del Camp Catta.
Día 20: La llegada al Parque Nacional Isalo
Mientras preparaba el viaje a Madagascar, vi una foto del Valle de Tsaranoro que me impresionó. Eran las paredes verticales que rodean este valle, reflejadas en una laguna. El guía que me acompañó hasta el Pico Camaleón me confirmó que sabía desde dónde se podía tener esta vista: a una pequeña laguna a sólo 3 kilómetros del alojamiento. Quedé con él para ir allí a ver la salida de sol al día siguiente.
Por eso me levanto de madrugada. A las 5:30 he quedado con él para ir andando hacia el río. Me lleva hasta la laguna que había visto, y allí contemplo cómo las montañas se iluminan con la luz anaranjada del amanecer. Es un paisaje precioso.
Tras este gran inicio de día, desayuno y subo al coche para ir hacia el Parque Nacional Isalo. El trayecto dura unas cuatro horas.
Para aprovechar la tarde hago una primera excursión en Isalo. Es una ruta de unas dos horas, hasta una piscina natural. El paisaje de este parque, de grandes formaciones rocosas y profundos cañones, es uno de los más sorprendentes del país.
Día 21: El Parque Nacional Isalo
Me sorprende que en el Parque Nacional Isalo, siendo la reserva natural más visitada del país, sólo haya tres rutas diferentes para realizar durante uno o medio día. Dado que tengo previsto pasar dos días, y que ayer por la tarde ya fui hasta la piscina natural, decido realizar sólo la ruta hasta la piscina azul y negra.
Caminando tranquilamente esta ruta no dura más de cuatro o cinco horas. Durante la primera parte del recorrido paso por un bosque donde a menudo se pueden ver lémures, sobre todo cerca de un área de camping. Por la mañana sólo veo un lémur pardo y también un enorme camaleón.
Sigo caminando, y llego hasta una cascada escondida dentro del cañón. Desde allí empiezo una sencilla y corta subida hasta un mirador. Después el camino desciende de nuevo hasta las profundidades del cañón, por donde pasa un pequeño río. Unos cuatrocientos metros más adelante llego a la Piscina Azul y Negra, donde existen dos pequeños saltos de agua.
Como no tengo prisa, durante la vuelta le digo al guía que quiero intentar ver lémures en la zona del bosque. Y si no están por la zona, esperar un rato a ver si aparecen. Estoy de suerte, y cuando llegamos allí hay un lémur de cola anillada. De momento nadie ha localizado los sifakas de Verreaux, así que me espero un rato. Unos minutos más tarde me avisa mi guía. Me dice que me apresure, hay un grupo de cuatro sifakas un poco más adelante. No es una especie demasiado abundante en el parque, así que es un privilegio poder fotografiarlos.
Al mediodía vuelvo al alojamiento, y por la tarde voy hasta uno de los emplazamientos más famosos para ver la puesta de sol en esta zona de Madagascar: la La Fenêtre del Isalo. Es una roca curiosa, rodeada de un paisaje interesante, pero hay tanta gente que pierde algo de encanto.
Día 22: Los cañones del Parque Nacional Isalo
Durante el segundo día en el Parque Nacional Isalo hago la ruta de los Cañones de los Makis y Rats. No es una ruta demasiado popular, sobre todo porque para llegar al punto de inicio es necesario conducir por una pista únicamente apta para 4×4 durante 17 kilómetros (se tarda casi 1 hora en llegar al inicio de la excursión).
No encuentro a nadie más durante la ruta. Sólo la gente del pequeño pueblo que está cerca del inicio de los cañones.
La ruta no es demasiado larga, en total unas tres horas, pero sobre todo el entorno del cañón de los Makis es de los más impresionantes que he visto en Madagascar. En el interior de este cañón parece haber un pequeño oasis. Un río circula por allí, y a su alrededor ha crecido mucha vegetación.
Al mediodía llego de nuevo a Ranohira , el pueblo más cercano al Parque Nacional Isalo, y aprovecho para almorzar allí. Durante la tarde me quedo en el alojamiento.
Día 23: El Parque Nacional Zombitse-Vohibasia
El Parque Nacional Zombitse-Vohibasia está situado en el sur de las montañas de Isalo, en concreto a unas dos horas en coche desde Ranohira. Es una parada habitual de la RN7, sobre todo si se viaja hasta la costa.
En mi caso, no tengo tiempo suficiente para llegar a la costa, pero decido dedicar un día a visitar el PN Zombitse-Vohibasia. Luego volveré a dormir a Ranohira.
Este parque nacional resguarda un bosque seco caducifolio de Madagascar. Es muy similar a lo que ya había visto en Kirindy. Dentro del parque hay varios baobabs, muchos de ellos tienen más de quinientos años. Es una zona interesante, pero la visita es algo decepcionante. Sólo hay un recorrido por hacer, y dura unas dos horas. Así que la visita se me hace un poco corta. Durante el recorrido puedo ver un lémur saltador de Hubbard (es endémico de este bosque) y también dos sifakas de Verreaux.
A media mañana ya vuelvo a Ranohira. Llego al pueblo al mediodía.
Día 24: Desde Isalo hasta Ranomafana
Después de cuatro noches durmiendo en las afueras de Ranohira, llega el momento de moverme de zona y empezar a dirigirme de nuevo hacia el norte, siguiendo de nuevo la carretera RN7. Antes de ir a Antananarivo, todavía me queda una parada en uno de los parques nacionales más bellos de Madagascar: el Parque Nacional Ranomafana.
El trayecto desde Ranohira a Ranomafa son unas siete horas de coche. Parar a comer en Ambalavao es una buena forma de estirar un poco las piernas y descansar del coche.
Llego al Setam Lodge sobre las cuatro de la tarde. El paisaje ha cambiado por completo. Desde el alojamiento puedo ver la frondosidad de la selva lluviosa que se extiende a lo largo del parque.
Antes de ir a dormir, hablo con el personal del alojamiento para que avisen a alguno de los guías de los parques nacionales. Así puedo comentar con él lo que me interesa ver; y acordar la mejor ruta para el día siguiente.
Mañana me adentraré por allí, buscando algunos de los lémures más amenazados de Madagascar.
Día 25: El Parque Nacional Ranomafana
Tal y como acordé ayer, a las 7:30 de la mañana me encuentro con el guía del Parque Nacional Ranomafana que me acompañará durante la salida de hoy. El primer paso es ir hasta la puerta de entrada del parque y pagar los permisos correspondientes. Yo haré el Valohoaka Trek (entre 5 y 7 horas), que es una buena opción para ver las diferentes especies de lémures de bambú y visitar una cascada.
Desde el momento en que empiezo a andar por el parque nacional, que es Patrimonio Mundial por la UNESCO, quedo fascinado por la vegetación. Durante la primera parte de la ruta ya puedo ver a los primeros camaleones y algún geco. Pero el momento más emocionante llega en el área del bosque de bambú. Allí puedo ver al endémico lémur dorado, también un lémur grande del bambú y un lémur gris del bambú.
Durante la segunda parte de la ruta, tengo la suerte de observar y fotografiado un grupo de lémures de vientre rojo y una familia de sifacas de Milne-Edwards.
Después de esto subo hasta uno de los miradores del parque (las vistas no son demasiado interesantes); y finalmente visito una de las cataratas más famosas de la zona.
Una vez terminada la ruta, bajo en coche al pueblo de Ranomafana para comer. Después de dar una pequeña vuelta por el pueblo vuelvo al alojamiento a descansar un poco.
A las seis de la tarde, cuando ya se ha puesto el sol, hago una salida para ver la fauna nocturna. Durante la noche no está permitido entrar en el parque nacional, así que estas salidas se realizan junto a la carretera. Puedo ver una gran variedad de camaleones, una rana y también dos lémures ratón.
Día 26: Un nuevo día en el P.N. Ranomafana
En el Parque Nacional Ranomafana hay 6 especies de lémur diurnas y 6 nocturnas. Por eso, si se dispone de tiempo suficiente es una buena idea hacer dos excursiones a esta reserva. Así aumentan las opciones de ver un número mayor de especias de lémur.
Para el segundo día en el parque acuerdo con el guía hacer una ruta un poco más corta, de 4 horas. Nos centramos en buscar la especie de lémur que ayer no vi, el lémur rufo blanco y negro y el lémur pardo de frente roja. Además, intentaremos ver de nuevo algunas de las especies de lémures del bambú.
Tengo muchísima suerte durante la ruta. Durante la primera parte del recorrido veo un lémur pardo de frente roja y también un lémur de vientre rojo. Después, en el bosque de bambú, puedo observar durante un buen rato el único lémur grande del bambú que existe en el parque nacional.
Continúo la ruta yendo a la zona del bosque primario, y allí encontramos una familia de lémures rufos blanco y negro. Es la mejor forma de despedirme de los bosques de Ranomafana.
De vuelta hacia la salida del parque, el guía me enseña uno de los camaleones más sorprendentes de estos bosques: un camaleón stump-tailed leaf. ¡Parece una hoja!
Por la tarde, hago una actividad diferente: un recorrido en kayak de 8 kilómetros por el río Ranomafana. Es una buena forma de ver el entorno rural del pueblo de Ranomafana.
Día 27: De Ranomafana a Antsirabe
Los días más interesantes del viaje a Madagascar ya han terminado. Solo me quedan dos días en el país, que básicamente serán días de coche.
Durante la primera jornada voy desde Ranomafana hasta Antsirabe, un trayecto de entre seis y siete horas. No negaré que tantas horas de coche se hacen algo pesadas, pero moverse por carretera por Madagascar siempre es interesante. A medida que dejo atrás pequeños pueblos me despido del Madagascar más rural y de las escenas que me han estado acompañando durante muchos días.
Llego a Antsirabe a media tarde, y voy directamente al alojamiento, el Hotel Menabe’L.
Día 28: El final del viaje a Madagascar
Durante el último día de ruta no hago nada especial. Mi vuelo hacia la Isla Reunión sale al mediodía, así que a las 7:30 ya me voy de Antsirabe para llegar con tiempo suficiente al aeropuerto.
Se termina así mi ruta por el país de los endemismos. Para un apasionado de la naturaleza como yo, poder observar y fotografiar a los curiosos lémures, camaleones y pájaros de Madagascar ha sido una experiencia apasionante. Pero también he quedado sorprendido por la diversidad de paisajes de esta isla y me llevo un gran recuerdo de los baobabs.
El viaje a Madagascar me ha permitido ser testigo de la crítica situación que viven los ecosistemas del país. Casi la totalidad de la isla ha sufrido una deforestación muy agresiva y la mayoría de especies del país están en peligro de extinción. El turismo es importante para poner en valor los espacios naturales que todavía quedan en el país, y colaborar en la lucha para su preservación.
Conclusiones de la ruta por Madagascar
Preparando el viaje a Madagascar, y viendo que los desplazamientos por carretera al país son muy lentos, preferí optar por una ruta más calmada. Me apetecía más ir a menos lugares y poderlos disfrutar con tranquilidad; en lugar de ir a muchos más parques nacionales, pero teniendo la sensación de pasarme los días en el coche.
Por eso decidí dedicar cuatro días al Parque Nacional de Andasibe-Mantadia, dos días en Morondava, dos días en Isalo o dos días en Ranomafana.
En este caso, creo que en algunos casos acabé destinando demasiados días a algunas zonas. Hubiera sido mejor comprimir algo más algunos días y tener la opción de visitar algo más. Sobre todo porque pude comprobar que la variedad de excursiones en los parques nacionales no es demasiado amplia. Es cierto que destinando más días a cada parque nacional se puede tener la oportunidad de ver más especies de lémur o disfrutar de alguna observación de calidad, pero en este caso no tengo claro que acabe compensando.
Así pues, si ahora volviera a realizar este viaje, posiblemente pasaría un día menos en Andasibe-Mantadia y también en Morondava. Además, suprimiría una noche en la zona de la Reserva de Anja (con una tarde y una mañana es suficiente) y también en la zona del Parque Nacional de Isalo (visitar el Parque Nacional Zombitse-Vohibasia no vale la pena si después no se baja hacia la costa).
Con estos días que ganaría creo que valdría la pena visitar el famoso Parque Nacional de Tsingy de Bemaraha, bajar hasta el final de la RN7 y disfrutar de la costa de Ifaty o dedicar los últimos días del viaje a Nosy Be.
Viaje a Madagascar: los destinos top de mi itinerario
Parque Nacional Andasibe-Mantadia
Este parque nacional es el más famoso del este de Madagascar. Sobre todo porque es la mejor zona para ver al indri, la mayor especie de lémur.
Para proteger la riqueza ecológica de esta zona, también se encuentran la Reserva de Mitsinjo y la Asociación V.O.I.M.M.A.
Avenida de los baobabs
Posiblemente uno de los paisajes más icónicos de Madagascar. A lo largo de este tramo de carretera hay un buen número de baobabs.
Ver la puesta de sol desde aquí es un momento mágico.
Parque Nacional Ranomafana
La selva que protege al Parque Nacional Ranomafana es Patrimonio Mundial por la UNESCO. Aquí se pueden ver algunos lémures en grave peligro de extinción, como el lémur dorado o el lémur grande del bambú.
Bosque de Kirindy
Esta reserva privada es famosa por ser uno de los pocos lugares de Madagascar donde es habitual ver el fosa, el mayor depredador del país.
Además, también se pueden realizar rutas para ver lémures y una gran variedad de pájaros.
Reserva Comunitaria de Anja
La Reserva Comunitaria de Anja es un claro ejemplo de turismo sostenible. Esta reserva forma parte de la comunidad local, que se encarga de proteger el territorio y guiar a los turismos. Es una zona excepcional para ver los divertidos lémures de cola anillada.
Parque Nacional Isalo
El Parque Nacional Isalo destaca por sus paisajes. Es una reserva con formaciones rocosas sorprendentes, gargantas, cascadas y cañones muy profundos.
Valle Tsaranoro
Este valle es excelente para realizar alguna ruta entre las montañas graníticas de Madagascar. También es una zona muy habitual para los amantes de la escalada.
Morondava
Esta ciudad de costa destaca por su mezcla cultural y sus pescadores. Visitar el pueblo de Betania es una de las actividades más interesantes.
Durante un viaje a Madagascar, es común pasar alguna noche en Morondova, sobre todo por ser la localidad más cercana a la Avenida de los Baobabs.