Semana 48
Puerto Deseado y los pingüinos penacho amarillo
Después de dos días de mucho viento, en los que el puerto de Puerto Deseado había sido clausurado, ya me imaginaba que la navegación hasta Isla Pingüino no sería muy placentera. Se preveían olas de entre dos y tres metros, que seguro que balancearían más de la cuenta la lancha semirrígida que debía llevarme hasta allí.
Tal y como me esperaba, cuando salimos de la protección del puerto, el movimiento empezó. Avanzábamos contra las olas, por lo que continuamente la lancha golpeaba el agua y nos salpicaba a todos los pasajeros. Estaba claro que para ver la séptima especie de pingüino desde que había empezado en el viaje debería sufrir un poco.
Una hora más tarde, me alegré cuando caminé nuevamente por tierra firme. Mientras me sacaba el chaleco salvavidas, iba analizando todas las especies que había en Isla Pingüino. A simple vista podía ver una gran colonia de leones marinos, dos enormes machos de elefantes marinos del sur, cuatro curiosas palomas antárticas, un grupo de skúas y decenas de pingüinos de Magallanes. Estos pingüinos, a principios de marzo, tenían un aspecto bastante cómico. Se encontraban en el proceso del cambio de plumaje, hinchados y con las plumas a medio cambiar.
Entre todas estas especies, faltaba el gran protagonista de Isla Pingüino: el pingüino de penacho amarillo. En esta isla se encuentra la colonia más accesible de estos característicos pingüinos, que tienen un plumaje amarillento sobre el ojo. Para encontrarlos, tuvimos que atravesar la isla hasta la vertiente más rocosa. Allí aparecieron los primeros pingüinos de penacho amarillo. Sus movimientos, con los característicos saltos de esta especie, les conferían un cierto aire cómico, que contrastaba con el aspecto misterioso que les conferían sus ojos rojos.
Siempre que visito una colonia de pingüinos, me emociona la sensación de estar rodeado de estas fascinantes aves y notar cómo continúan con su actividad diaria. Es increíble estar a pocos metros de ellos y sentir que no me perciben como una amenazada. Poder ser un testimonio de sus siestas, pequeñas discusiones y zambullidas.
Isla Pingüino es un pequeño paraíso de naturaleza de la costa Argentina. Poder pasar un par de horas fue, sin duda, el momento más especial de esta nueva semana viajando por la Patagonia.
Este post forma parte del resumen semanal de mi largo viaje, un viaje que al que he llamado Quinuituq.