Semana 6

¿Y ahora qué puedo hacer en Maun?

Después de un primer mes de viaje en el que lo tenía todo muy planificado. Y con un ritmo de ruta bastante intenso. Llegué a Botsuana, en la ciudad de Maun, sin tener claro qué haría durante los primeros cinco días. Tenía varias ideas, algunas cosas que me interesaban mucho. Pero me faltaba saber cuánto me iba a costar. Sabía que viajando solo cualquier cosa sería muy cara, así que necesitaba encontrar a otros viajeros para unirme a ellos. Botsuana es uno de los países de África más caros para el turismo, y durante los primeros días de ruta quería intentar no tener grandes gastos.

Una de las actividades que más me interesaban era realizar una ruta en mokoro (una canoa tradicional) por los canales del Delta del Okavango. Me hubiera gustado disfrutar de una ruta de dos o tres días, y hacer camping a alguna de las salvajes islas del delta. Pero no logré encontrar a ningún grupo. Y los precios que me ofrecían yendo solo eran desorbitados.

Por eso tuve que descartar mi idea inicial, y conformarme con una ruta de un solo día. Encontré a dos ingleses que también querían hacer un día de ruta en mokoro  Justo lo que buscaba para poder abaratar costes.

Recorrer en mokoro el delta del Okavango es una experiencia nada invasiva y muy relajante. Un poler controla la canoa con un largo palo y se avanza al ritmo perfecto para poder observar todos los detalles. Flores de loto azul, diferentes especies de martín pescador, jacanas africanas y, también, algunos hipopótamos. Con estas frágiles canoas no es una buena idea acercarse demasiado a los territoriales hipopótamos. Podrían destruir la barca en un momento. Los contemplamos desde la distancia. No quería correr riesgos innecesarios.

Como no pude hacer una salida en mokoro durante varios días, todavía tenía unas cuantas jornadas libres. Los ingleses con los que había compartido la actividad, me ofrecieron ir con ellos hasta el desierto de sal de Nxai Pan. Me hubiera encantado. Pero me faltaba transporte para regresar a Maun. Estudié varias opciones, pero nada me acababa de convencer.

Al final, decidí quedarme en Maun. Acamparía durante cuatro noches en el camping del Island Safari Lodge. Este lodge tiene una reserva privada de 121 hectáreas, donde viven distintas especies de antílopes. Era el lugar ideal para disfrutar de unos días pausados ​​y poder andar un poco entre los senderos que atraviesan la reserva.

Mientras estaba allí tuve la suerte de encontrar a dos alemanes que buscaban a más personas para ir a pasar un día en la Moremi Game Reserve. Una de las zonas más interesantes donde realizar un safari en la zona del Delta del Okavango. Sin pensármelo me uní. Empezamos el safari a las 4:45 de la madrugada del día siguiente, ya que la reserva se encuentra a unas dos horas de Maun. Y aunque el safari estuvo bien, sobre todo porque me permitió conocer los paisajes de esta famosa reserva, no fue tan productivo como me hubiera gustado. La vegetación estaba muy crecida y dificultaba cualquier avistamiento. No vimos ningún león, leopardo ni perro salvaje africano. Por suerte, los elefantes sí que se dejaron ver.

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Este post forma parte del resumen semanal de mi largo viaje, un viaje que al que he llamado Quinuituq.