Viaje al Pantanal de Brasil por libre en 30 días
Siempre había soñado en hacer un viaje al Pantanal de Brasil, poder cruzar la mirada con un jaguar salvaje, maravillarme con el colorido vuelo de los guacamayos, observar el misterioso andar de los osos hormigueros y fascinarme con la habilidad nadadora de las nutrias gigantes.
El Pantanal es el mayor ecosistema húmedo del planeta. Un paraíso para los amantes de la naturaleza. Y el mejor sitio para observar a los grandes mamíferos de América del Sur. Una fauna que también se encuentra en el Amazonas, pero que ahí, debido a la frondosidad de la vegetación, es mucho más complicada de ver.
Durante este viaje al Pantanal por libre, visité la región del Pantanal Norte y la región del Pantanal Sur, bastante diferentes entre ellas, y también aproveché para conocer el Parque Nacional Chapada dos Guimaraes, el entorno de Bonito y las famosísimas cascadas de Iguazú.
Antes de empezar el Viaje al Pantanal
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ORGANIZACIÓN
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GEOGRAFÍA
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ECONOMÍA
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SEGURIDAD
Cómo llegar al Pantanal de Brasil
Durante la preparación de un viaje al Pantanal de Brasil por libre, debe tenerse presente que este ecosistema se divide en dos zonas dentro del país: el Pantanal Norte y el Pantanal Sur. El acceso a cada una de estas zonas es distinto.
Para llegar al Pantanal Norte hay que ir hasta Poconé, el último pueblo antes de la carretera Transpantaneira, que es una pista de tierra de 150 kilómetros que se adentra por el Pantanal y que llega hasta Porto Jofre, el mejor lugar del planeta donde ver jaguares en libertad. El aeropuerto más cercano a Poconé es el de Cuiabá. Desde el extranjero, lo habitual es volar hasta Sao Paulo y desde allí tomar un vuelo interno hasta Cuiabá.
Por otra parte, la ciudad más cercana al Pantanal Sur es Campo Grande, donde también hay aeropuerto. Desde allí, se puede conducir para llegar a las diferentes fazendas o pousadas desde donde se realizan las actividades por el Pantanal Sur.
Cómo moverse por el Pantanal
Para conocer el Pantanal de Brasil por libre lo más cómodo es alquilar un coche, especialmente si se realiza el viaje durante la época seca (de finales de mayo a mediados de noviembre). Cuando no llueve, las pistas de tierra están en buen estado y no es necesario ir en 4×4. Únicamente, si se tiene previsto conducir por la Transpantaneira hasta Porto Jofre, es recomendable alquilar un coche algo alto, pero con un SUV urbano ya sería suficiente.
En caso de no querer conducir, o si se visita el Pantanal durante la época de lluvia (cuando sí es necesario ir en 4×4 y las condiciones se complican) existen muchas agencias que organizan traslados. También en muchos casos puede organizarse el traslado directamente desde el alojamiento.
Por otra parte, especialmente en Porto Jofre, el transporte por excelencia son las barcas. Desde este pequeño pueblo, los safaris para ver a jaguares y la otra fauna del Pantanal se hacen a través del río.
En caso de alquilar un coche para realizar el viaje al Pantanal, te recomiendo el buscador Discover Cars, es donde encontré los mejores precios. También, hay que tener presente que la mayoría de los coches en Brasil funcionan con gasolina y también con etanol. El etanol es más barato, pero también rinde menos. Por eso, sobre todo si se hace el recorrido desde Poconé hasta Porto Jofre es preferible poner gasolina en Poconé, ya que no hay gasolineras durante este recorrido. Sin embargo, en caso de necesitarlo se puede conseguir gasolina en Porto Jofre, pero mucho más cara (unos 15 $R el litro).
Cómo reservar los safaris en el Pantanal Norte
Principalmente, en el Pantanal Norte hay que diferenciar el área de la Transpantaneira y el área de Porto Jofre.
Por un lado, a lo largo de la Transpantaneira hay un buen número de pousadas o fazendas, que no dejan de ser antiguas granjas y grandes zonas de ganadería que han reconvertido su territorio en reservas naturales privadas. Esto no quiere decir que ya no haya pasto de animales, puesto que en muchas de ellas todavía hay vacas y caballos, pero es una actividad residual. Es muy recomendable destinar alguna noche a alguna de estas fazendas, especialmente para poder ver aves (como tucanes o guacamayos) y también mamíferos que en Porto Jofre son más complicados de ver (como el tapir o el oso hormiguero gigante).
Si se viaja por libre, se puede contactar directamente con estas faszendas o pousadas para reservar la estancia allí. Las reservas incluyen el alojamiento, la comida y en muchos casos también las actividades (safaris en 4×4, salidas nocturnas, paseos para observar pájaros…). Algunas de las más recomendadas son:
- Pouso Alegre Lodge. La fazenda donde se encuentra el Pouso Alegre Lodge tiene una extensión de 8.000 hectáreas y es una de las mejores zonas del Pantanal Norte para ver tapires, osos hormigueros gigantes y ciervos de los pantanos.
- Pousada Piuval. Esta pousada también se encuentra en una extensa reserva, donde son habituales las observaciones de osos hormigueros. También se acostumbran a ver diferentes especies de guacamayos.
- Pousada Río Claro. Esta pousada es una parada típica a lo largo de la Transpantaneira. Tiene una gran ubicación, justo al lado del río Claro, por lo que muchas de las actividades que ofrecen están ligadas al río (navegaciones en barca, canoa…). Es una muy buena zona para ver aves acuáticas.
Por otra parte, en Porto Jofre tiene menos peso la situación del alojamiento en sí, ya que allí los safaris en barca se realizan por el río San Lorenzo y sus afluentes, dentro del Parque Estatal Encontro das Aguas. Para organizar estos safaris, lo recomendable es contactar con alguno de los alojamientos y reservar directamente con ellos los safaris (normalmente ofrecen descuentos para los huéspedes). No todos los alojamientos aceptan a personas que viajen por libre, pero algunos de los que sí lo hacen son:
- Dona Onça Jaguar Lodge. Es un alojamiento sencillo y bastante nuevo, que ofrece una de las mejores tarifas para hacer safaris por el Pantanal. Es la opción que yo escogí y quedé bastante satisfecho.
- Pousada Porto Jofre. Este alojamiento también ofrece opciones económicas e, incluso, la opción de hacer camping.
- Pousada Berço Panteneiro. Esta opción es más cara que las anteriores, pero también ofrece un alojamiento con mayor comodidad.
A la hora de reservar los safaris, es preferible concretar algunos aspectos:
- Horario de salida y llegada. Es recomendable salir entre las 6 y 7 de la mañana (según la hora del amanecer) y que el regreso no sea antes de la puesta de sol.
- Almuerzo. Existe la opción de comer en la barca o de volver al alojamiento a comer. Yo creo que es mejor la primera opción, ya que al mediodía siguen existiendo buenas opciones de ver jaguares y otros animales.
- Toldo. Muchas barcas, pero no todas, tienen un toldo para protegerse del sol, muy útil durante las horas centrales del día. Es muy recomendable optar por las barcas que tengan toldo, porque durante las horas centrales del día hace mucho calor.
- Barca privada o compartida. Ir en una barca pequeña, pero privada, para mí es mucho mejor que compartir una barca grande, pues así se tiene mayor flexibilidad durante el safari. Además, los jaguares no siempre están muy visibles, y tener cierto margen de movimiento en la barca puede ser básico para verlos bien.
Cómo reservar los safaris en el Pantanal Sur
En el Pantanal Sur, la mejor zona del Pantanal para ver osos hormigueros gigantes, predominan las pousadas y fazendas, con grandes extensiones de terreno, donde se realizan safaris en barca, 4×4 o caminando. Las reservas en estos sitios ya incluyen el alojamiento, la comida y las actividades. Algunos de los sitios más recomendados donde pasar algunos días son:
- Pousada Aguapé. Sin duda, uno de los sitios más populares del Pantanal Sur. Una reserva extensa y poco masificada, donde son muy frecuentes las observaciones de osos hormigueros gigantes y tamanduás. Además, de vez en cuando, también se observan jaguares, pumas, tapires y una gran variedad de pájaros.
- Fazenda San Francisco. Ésta es la fazenda más turística del Pantanal Sur, y un lugar donde puede haber cierta sensación de masificación. He leído opiniones buenas, pero también malas, así que no tengo claro si es una buena opción. Es uno de los mejores lugares donde ver ocelotes, durante los safaris de noche.
- Fazenda Barranco Alto. Esta exclusiva fazenda, con sólo capacidad para seis personas, es una de las más salvajes e inhóspitas del Pantanal Sur. Para llegar, es necesario conducir un 4×4 durante 6 horas o bien ir en avioneta. Es una opción cara, pero para quienes pueden permitírselo, estoy seguro de que debe ser impresionante. Durante los safaris en 4×4 de esta reserva son habituales las observaciones de osos hormigueros, tapires y también, de vez en cuando, se ven jaguares, ocelotes y pumas.
Además, siendo menos popular, también existe la opción de hacer safaris en barca fuera de estas reservas privadas, en concreto por el río Miranda. Las probabilidades de ver jaguares en estos safaris son menores que en el Pantanal Norte, pero sigue siendo posible. Para hacer los safaris, te recomiendo contactar con Tony de Why not Pantanal Soul.
También en el Pantanal Sur hay otros proyectos interesantes como el Proyecto Salobra. Además, se puede realizar algún safari por libre por la Estrada Parque (es preferible ir en 4×4) o también por algunas de las pistas de tierra que salen desde Aquidauana (por ejemplo por la ruta que va hasta la Pousada Aguapé o por la ruta que une Aquidauana con Río Verde).
Teléfonos de emergencias
Los principales teléfonos de emergencia en Brasil son:
- Emergencias: 190
- Ambulancia: 192
- Bomberos: 193
Vacunas
Aunque no es obligatoria, la vacuna contra la fiebre amarilla es muy recomendable para visitar el Pantanal de Brasil.
También se pueden recomendar otras vacunas, así que lo aconsejable es ir un centro de medicina del viaje unos meses antes del viaje, para así estar bien informado.
Malaria
En Pantanal no hay malaria, pero sí hay dengue y otras enfermedades que pueden transmitir los mosquitos, especialmente durante la época de lluvias. Por eso, es necesario evitar las picaduras de mosquitos. Como siempre, lo práctico es ir con ropa de manga larga y de color claro, dormir con mosquitera y utilizar un buen repelente.
Tarjeta SIM
La cobertura a lo largo del Pantanal no es demasiado buena, así que si se realiza un viaje a Brasil únicamente centrado en el Pantanal, disponer de una tarjeta SIM no es demasiado útil. Los alojamientos tienen wifi (muchas veces por satélite) y es lo más práctico para poder comunicarse.
Igualmente, en caso de querer tener una tarjeta SIM local, lo más cómodo es comprarla en el aeropuerto de Sao Paulo o en la ciudad de Cuiabá. En el caso concreto del aeropuerto de Sao Paulo, se puede comprar la SIM en una pequeña tienda que hay en el pasillo que une la Terminal 3 con la Terminal 2, llamada Print & Scan. Allí venden tarjetas SIM de la compañía TIM y ayudan a realizar la activación. Tienen un coste de 60$R e incluye 10 GB para 20 días (después se puede ir recargando).
Idioma
En Brasil el idioma oficial es el portugués de Brasil.
En muchos sitios no hablan inglés, así que para entenderse lo más útil es hablar poco a poco con castellano o hacer uso del traductor.
Capital
La capital de Brasil es Brasilia.
En cuanto al Pantanal, el Pantanal Norte se encuentra en el estado de Mato Grosso y la capital es Cuiabá; mientras que el Pantanal Sur forma parte del estado de Mato Grosso do Sul y la capital es Campo Grande.
Visado
Los ciudadanos españoles no necesitan visado para viajar a Brasil, para estancias inferiores a los 90 días.
Zona horaria
La zona horaria del Pantanal es la GMT-4 (seis horas menos que en Cataluña).
Hay que tener en cuenta que en el Pantanal hay una hora menos que en otros muchos lugares de Brasil, como Brasilia, Sao Paulo o Río de Janeiro.
Clima
El clima es un condicionante importante a la hora de organizar un viaje al Pantanal, puesto que la experiencia puede cambiar drásticamente.
Principalmente, es necesario diferenciar dos estaciones: la estación seca y la estación de lluvias.
- La estación seca va de finales de mayo a mediados de noviembre y prácticamente no hay lluvias. A medida que el agua escasea, la vegetación disminuye y los animales se concentran alrededor de los ríos y balsas de agua. Esto facilita mucho la observación de fauna, especialmente jaguares y otros mamíferos. Además, durante este período el estado de las pistas de tierra es mucho mejor, y es más sencillo moverse durante un viaje al Pantanal por libre. Durante la estación seca, especialmente en los últimos años, también son frecuentes los incendios en el Pantanal, lo que puede llegar a acondicionar algún viaje.
- La estación de lluvias comienza a mediados de noviembre y finaliza a finales de mayo. Durante este período pueden haber lluvias abundantes y todo el ecosistema del Pantanal queda completamente inundado. Es una gran época para la observación de pájaros, pero por lo general los safaris para ver mamíferos (como jaguares, tapires o osos hormigueros) no son tan productivos y muchos de los alojamientos están cerrados.
Moneda
La moneda oficial de Brasil es el Real (BRL), que normalmente se representa con el símbolo R$. Ahora mismo, 1 euro equivale a unos 6 R$.
Pagos
Para pagar durante un viaje al Pantanal u otras zonas de Brasil, se puede utilizar tarjeta casi siempre. Es la opción más práctica y económica, especialmente utilizando alguna de las mejores tarjetas para viajar, como la N26 o Revolut , que no tienen comisiones para pagos con moneda extranjera.
El único aspecto a tener en cuenta es que en Brasil no son infrecuentes las clonaciones de tarjetas. Por eso, es mucho más recomendable y seguro utilizar el contactless con las tarjetas del móvil para realizar el pago. Pero tampoco hay que obsesionarse, si el contactless no funciona y tienes utilizar la tarjeta física lo más probable es que no tengas ningún problema. Yo no tuve ningún inconveniente en los casos en que la utilicé.
También hay que tener presente que todas las tarjetas extranjeras, a la hora de realizar los pagos, son interpretadas como tarjetas de crédito. Por eso, antes de pagar hay que decir que realizarás el pago con tarjeta de crédito, aunque sea de débito.
Por último, sí se puede dar el caso de que en alguno de los alojamientos del Pantanal sólo acepten efectivo (es preferible preguntarlo antes). En éste caso, para sacar dinero, es mejor hacerlo en las ciudades (en el Pantanal Norte se pueden sacar en Cuiabá y en el Pantanal Sur en Campo Grande o en Aquidauana) . La mejor opción es utilizar los cajeros del banco Bradesco, ya que no aplican comisiones extra por tarjetas extranjera (así que utilizando la N26 o la Revolut se tiene el mejor tipo de cambio). En el aeropuerto no hay cajeros de ese banco, pero sí que en el caso del aeropuerto de Cuiabá hay un banco en Bradesco a pocos kilómetros de allí . Yo saqué dinero y me fue perfecto.
Precios
Hacer un viaje al Pantanal no es barato, aunque se vaya por libre. La logística de hacer los safaris en barca y de dormir en zonas aisladas con poca competencia, hace que los precios sean bastante elevados.
Éstos son algunos de los precios de referencia que pagué durante el viaje:
– Los precios de las diferentes pousadas o fazendas del Pantanal, por lo general se mueven entre los 1.250 $R y 1.600 $R por la habitación doble con pensión completa (y muchas veces también incluyen actividades).
– 1 día de safari en barca desde Porto Jofre: 1.450 $R por barca privada.
– 1 día de safari en barca por el río Miranda: 1.200 $R por barca privada.
– 1 litro de gasolina: 6,05 $R y un litro de etanol 4,10 $R.
Propinas
En Brasil las propinas no son habituales, aunque en caso de estar satisfecho con el servicio recibido, especialmente con los guías, siempre son apreciadas. En caso de dar propinar, siempre es mejor dársela directamente al guía.
Es cierto que en Brasil hay zonas inseguras que es mejor no visitar, pero todos los destinos por los que me muevo durante este viaje al Pantanal y otras zonas del suroeste de Brasil son completamente seguros. Me siento cómodo en todos los lugares por los que paso y no tengo ningún problema. El Pantanal de Brasil es un área especialmente segura.
Igualmente, sí es necesario ser previsor en zonas urbanas y no dejar cosas de valor en el coche ni hacer ostentación de éstas. Las medidas típicas a tomar en cualquier lugar que no conoces…
En cualquier caso, como siempre recomiendo independientemente del destino, es importante viajar acompañado de un buen seguro. Es la mejor garantía para afrontar cualquier problema de salud, delincuencia o logística. Yo siempre viajo asegurado con Heymondo, y si reservas tu seguro de viaje con este enlace tendrás un 5% de descuento .
Mejor época para hacer un viaje al Pantanal por libre
Mejor época
Agosto, septiembre y octubre
Cuando la época seca avanza y la disponibilidad de agua disminuye, es cada vez más sencillo ver a los grandes mamíferos del Pantanal cerca de los ríos o balsas de agua. Por eso, durante estos meses los safaris en barca para ver jaguares desde Porto Jofre son muy productivos. Eso sí, el avance de la época seca muchas veces provoca también incendios en el Pantanal, un factor imprevisible pero que puede acabar condicionando bastante el viaje.
También es una muy buena época para ver a osos hormigueros gigantes en el Pantanal Sur, ya que hay mucha menos vegetación.
A partir de mediados de septiembre y durante el mes de octubre, suele haber menos turistas y eso también facilita que los avistamientos de fauna sean más tranquilos.
Temporada alta
De mediados de julio a mediados de septiembre
Aunque durante todos los meses de la época seca hay un buen número de visitantes en el Pantanal, el pico de la temporada alta se produce desde mediados de julio hasta mediados de septiembre, especialmente en Porto Jofre. Durante estos meses las condiciones para ver jaguares son muy buenas, puesto que después de meses con muy poca lluvia la mayoría de animales se mueven por el área del río San Lorenzo y sus afluentes.
Si se tiene previsto realizar un viaje al Pantanal durante la temporada alta es muy recomendable reservar con antelación los alojamientos y actividades, preferiblemente unos seis meses antes del viaje.
Temporada baja
De noviembre a mediados de junio
La temporada baja en el Pantanal coincide principalmente con la época de lluvias, cuando las condiciones para moverse por este ecosistema se complican y también resulta más complicado ver animales.
Igualmente, esto no significa que sea imposible viajar al Pantanal durante esa época. Pero en este caso sí que es básico ir en 4×4 y también tener claro qué alojamientos siguen abiertos. Durante la primera quincena de noviembre y primera quincena de junio, las precipitaciones ya son menos probables y es un gran momento para conocer el Pantanal sin demasiada gente.
Buena meteorología
De junio a mediados de noviembre
Durante la época seca en el Pantanal, de junio a mediados de noviembre, prácticamente no existen precipitaciones. Sin embargo, durante el día suele hacer mucho calor (sobre todo a partir de septiembre, cuando fácilmente se superan los 40 °C). Durante el mes de junio, julio y agosto, también hace calor durante el día, pero las noches y madrugadas suelen ser frescas, así que es necesario llevar ropa para abrigarse (especialmente si se tiene previsto realizar algún safari nocturno).
Para protegerse del calor durante los safaris en barca, es básico llevar una gorra y crema solar. También es recomendable tener algún pañuelo delgado para cubrirse el cuello y la cara del sol, sobre todo durante las horas centrales del día.
Tiempo poco favorable
De mediados de noviembre a finales de mayo
La llegada de las lluvias, a mediados de noviembre, marca el inicio de la estación húmeda en el Pantanal. Es un período de fuertes precipitaciones, que hacen que el ecosistema se inunde y recupere todo el verdor que había perdido durante la estación seca. Esto hace que la fauna se disperse mucho, pero también atrae a una gran variedad de pájaros.
Las lluvias pueden complicar los viajes al Pantanal sobre todo por la dificultad para moverse por las diferentes pistas de tierra, que quedan muy embarradas. Además, la falta de visitantes hace que muchos de los alojamientos cierren, lo que también puede dificultar bastante la logística del viaje.
Viaje al Pantanal por libre en 30 días: mi experiencia
FECHAS DEL VIAJE: Hago el viaje al Pantanal (y algún punto más de Brasil) desde el 12 de julio hasta el 10 de agosto.
TIPO DE VIAJE: Viaje por libre. Road Trip.
TRANSPORTE HASTA EL PANTANAL: Llego al Pantanal Norte con un vuelo hasta Cuiabá, la ciudad más cercana a este maravilloso ecosistema.
TRANSPORTE INTERNO: Hago el viaje con dos coches de alquiler, los dos alquilados a través de comparador Discover Cars. Por el Pantanal Norte alquilo un SUV urbano (en concreto me dan un VW Nivus) y por el Pantanal Sur un turismo pequeño (conduzco un Renault Kwid). Al alquilar un coche para realizar un viaje al Pantanal es muy recomendable contratar el seguro, ya que buena parte de los trayectos son por carreteras de tierra y es fácil pinchar una rueda o que alguna piedrecita golpee el coche (normalmente es más económico contratar el seguro con Discover Cars directamente). A mí, por ejemplo, una piedra me hizo una grieta en el parabrisas, pero había contratado el seguro y me devolvieron el dinero en menos de siete días.
ALOJAMIENTO: Durante el viaje al Pantanal duermo en los siguientes alojamientos:
🏡 Pousada Haras Santa Rita (Poconé). Un alojamiento correcto para dormir en Poconé, antes de empezar a conducir por la Transpantaneira, aunque quizás un poco caro por lo que ofrece. Valoración: ⭐⭐⭐
🏡 Pouso Alegre Lodge (Transpantaneira). Un alojamiento rural, situado en una zona excepcional del Pantanal Norte, donde las observaciones de tapires y osos hormigueros son bastante frecuentes. La comida es casera y muy buena. Valoración: ⭐⭐⭐⭐⭐
🏡 Dona Onça Jaguar Lodge (Porto Jofre). Un pequeño alojamiento, regentado por un hombre de la zona, y que aún siendo sencillo es suficiente para disfrutar de una estancia cómoda en Porto Jofre. Valoración: ⭐⭐⭐⭐
🏡 Pousada Río Claro (Transpantaneira). Una buena opción para conocer otros rincones del Pantanal, aunque no es tan auténtico como el Pouso Algre Lodge. La proximidad con el río Claro hace que sea una muy buena zona para observar aves acuáticas. Valoración: ⭐⭐⭐⭐
🏡 Sossego Homestay (Chapada dos Guimarães). Una casa particular de una familia muy amable y servicial. Tiene cocina compartida, piscina y habitaciones limpias y sencillas. Valoración: ⭐⭐⭐⭐
🏡 Hotel Beira Río (Aquidauana). Un hotel correcto para dormir en Aquidauana, con un desayuno muy completo. Valoración: ⭐⭐⭐⭐
🏡 Pousada Aguapé (Aquidauana): Es una de las pousadas más populares del Pantanal Sur para ver y fotografiar fauna, especialmente osos hormigueros gigantes. Es un alojamiento recomendable, aunque las actividades (safaris en 4×4, safaris en barca…) creo que son mejorables. Valoración: ⭐⭐⭐⭐
🏡 Pantanal Jungle Lodge (Passo do Lontra): Este alojamiento también es bastante popular dentro del Pantanal Sur y está bien situado junto al río Miranda. Las habitaciones son rústicas pero la ubicación vale mucho la pena. También ofrecen actividades, aunque yo únicamente dormí allí, y contraté los safaris para buscar jaguares aparte. Valoración: ⭐⭐⭐⭐
🏡 Pousada do Joca (Bonito): Una opción económica y bastante sencilla dentro de Bonito, con la ventaja de tener aparcamiento privado. Valoración: ⭐⭐⭐
🏡 Hotel Jardim (Jardim): Un hotel recomendable para dormir durante la noche previa a visitar la dolina de Buraco das Araras. Valoración: ⭐⭐⭐⭐
🏡 Hotel Na Chácara (Dourados). Este alojamiento, en las afueras de Dourados, es una buena opción para dormir si se está haciendo un trayecto en coche por la zona. Valoración: ⭐⭐⭐⭐
🏡 Hotel Imperial (Mundo Novo). Una de las pocas opciones para dormir en Mundo Novo, de camino a Foz do Iguazú. Es un hotel cómodo y limpio, aunque sencillo. Valoración: ⭐⭐⭐
🏡 Pousada Rio das Águas (Fuez do Iguazu). Este alojamiento es una pequeña pousada gestionada por los propietarios de la casa, una gente muy amable. El desayuno es muy completo y las habitaciones están muy bien. Valoración: ⭐⭐⭐⭐⭐
🏡 Si Mi Capitán – Cabañas & Habitaciones (Puerto Iguazú). Es un alojamiento económico, aunque también bastante sencillo, pero suficiente. Está muy bien situado, a menos de diez minutos a pie de la estación de buses. Valoración: ⭐⭐⭐
Día a día del Viaje al Pantanal
Día 1: La llegada a Cuiabá
La llegada a Cuiabá, después de un vuelo desde Sao Paulo, marca el inicio del viaje al Pantanal por libre. Después de realizar los trámites para recoger el coche de alquiler (reservado a través de Discover Cars con la empresa Unidas,) por fin me pongo en marcha.
Antes de ir hacia Poconé, hago una corta parada en el banco Bradesco, para sacar el efectivo que necesitaré durante los días en el Pantanal Norte. Después, conduzco durante una hora hasta el pequeño pueblo de Poconé, donde duermo antes de empezar a adentrarme por el Pantanal Norte.
Día 2: El inicio de la Transpantaneira
Nada más levantarme de la cama, escucho unos pájaros que me resultan familiares y al abrir la ventana puedo ver los primeros tucanes toco del viaje. Luego, mientras desayuno, veo a una pareja de guacamayos azul y amarillo. El viaje por el Pantanal promete, no sólo para poder ver grandes mamíferos, también por la variedad de aves que, con un poco de atención, podré fotografiar.
Tras poner gasolina antes de salir de Poconé, me dirijo hacia el inicio de la Transpantaneira. Un gran cartel indica el inicio de esta icónica carretera de casi 150 kilómetros y que tiene 122 puentes. Antes todos estos puentes eran de madera, pero ahora muchos de ellos son de cemento. Mucho más estables, resistentes y seguros.
Durante los primeros kilómetros por el Pantanal, hago paradas constantemente para fotografiar caimanes, jabirús, busadros colorados, espátulas rosadas y muchos más pájaros.
Tardo algo más de una hora en llegar al camino que se dirige hacia el Pouso Alegre Lodge, donde pasaré las próximas dos noches. Entre los árboles de los alrededores del alojamiento puedo ver los primeros coaties y monos capuchinos de Azara. También aprovecho para subir a una torre de observación de 24 metros, desde donde tengo una panorámica de la gran extensión del Pantanal.
Por la tarde, con uno de los guías de la pousada, hago una espera en una balsa de agua situada a unos 3 kilómetros del alojamiento. Allí, a menudo se ven tapires y osos hormigueros gigantes. Pero hoy no estoy de suerte…
Día 3: Un día de sorpresas en el Pouso Alegre Lodge
Las mañanas en los alrededores del Pouso Alegre Lodge son siempre un espectáculo. Los trabajadores del lodge ponen un poco de grano y fruta a unos comederos, lo que hace que una gran variedad de pájaros se acerquen allí, incluidos tucanes toco y arasaris.
Después de media hora frenética, cuando ya se han ido la mayoría de pájaros, voy a desayunar y después dedico la mañana a caminar por la pista que atraviesa la propiedad de esta antigua granja. Durante el recorrido puedo ver más coatis, monos capuchinos de Azara, caimanes, capibaras y muchas más aves.
Cuando empieza a hacer calor, es el momento indicado para descansar un poco. Por la tarde, vuelvo a la balsa donde fui ayer, para intentar ver algún tapir o oso hormiguero gigante. Finalmente, cuando ya empieza a anochecer, aparece el mayor mamífero de América del Sur: el tapir. Se acerca lentamente a la balsa y durante un par de minutos bebe tranquilamente. Luego, sigilosamente, desaparece. Como un fantasma. Por suerte, las fotografías me confirman que no ha sido una ilusión…
Por la noche tenía previsto realizar un safari nocturno con uno de los guías del lodge, pero debido al frío me informa que no se están viendo animales por la noche, y que no me recomienda realizar la actividad. Así que finalmente lo cancelo. El día ya ha sido bastante emocionante, y el viaje al Pantanal por libre sólo acaba de empezar.
Día 4: Recorriendo la Transpantaneira hasta Porto Jofre
Tras una nueva mañana disfrutando de los tucanes por los alrededores del Pouso Alegre Lodge, empiezo a conducir hasta Porto Jofre. Es un trayecto largo, de unas cuatro horas, y a medida que me acerco al final, cada vez hay más puentes de madera. Pero todos están en buen estado y no tengo ningún problema.
A lo largo del trayecto, sigo viendo muchos caimanes y diversas especies de pájaros. También veo algún ciervo de los pantanos y un agutí que cruza la Transpantaneira.
Al mediodía, llego a Porto Jofre y me instalo en el alojamiento donde pasaré las próximas seis noches: el Dona Onça Jaguar Lodge. En este caso, el alojamiento tiene sólo un pequeño jardín y no hay demasiados pájaros. Así que aprovecho la tarde para descansar.
Día 5: El primer safari en barca por el Pantanal
Empieza una de las partes más esperadas del viaje al Pantanal: los safaris en barca por el Parque Estatal Encontro das Aguas, el área de conservación donde las observaciones de jaguares son más frecuentes. Lo habitual es poder ver más de un jaguar durante el día, pero la observación de fauna salvaje siempre es imprevisible…
A las siete comienza el safari, con una pequeña barca, mientras el sol comienza a iluminar el paisaje. Para llegar a la zona con mayor densidad de jaguares es necesario navegar durante unos 20 minutos.
Una vez allí, comienza el espectáculo. Durante el primer día de safari puedo fotografiar seis jaguares diferentes, y en una de las observaciones puedo ver cómo un enorme macho se enfrenta con una hembra y su cría de seis meses. También, por primera vez, veo la habilidad de los jaguares para nadar y cruzar el río.
A pesar del calor, disfruto muchísimo de las diez horas y media que paso en la barca, inmerso en una naturaleza salvaje e inhóspita. ¡Y lo mejor es que todavía me quedan cuatro días de safari.
Día 6: El segundo día buscando jaguares
Con el recuerdo del gran éxito del primer día de safari en barca de este viaje al Pantanal, las expectativas para la segunda jornada son altas. Pero estoy convencido de que el día no va a defraudar.
Cuando llevamos unos quince minutos de navegación encontramos un grupo de barcas paradas y cuando afino la vista veo que unos metros más adelante hay un jaguar nadando, dejándose llevar por la corriente. Puedo fotografiarlo durante un buen rato, hasta que finalmente sale del agua y se adentra entre los matorrales.
Después de este buen inicio encontramos tres jaguares más. Y, casualmente, hoy todos los jaguares que veo terminan metiéndose en el agua para avanzar por el río o cruzar al otro lado del mismo. No deja de alucinarme la capacidad y facilidad para nadar de estos felinos.
Como ayer, al mediodía, paramos en un rincón en la sombra para comer y descansar un poco. Y a continuación continuamos con la búsqueda de los jaguares. La tarde es menos productiva con respecto a los felinos, pero en un tranquilo afluente del río San Lorenzo puedo contemplar y fotografiar con tranquilidad a una pareja de nutrias gigantes mientras pescan. Es una escena de documental y un momento imborrable de mi experiencia en el Pantanal de Brasil.
Día 7: Un nuevo día de safari desde Porto Jofre
Hoy tardamos más en localizar el primer jaguar, pero esto también me permite pasar por afluentes que todavía no conocía, mientras inspeccionamos los territorios más frecuentados por estos felinos.
Después de más de tres horas de búsqueda encontramos a un macho mientras camina por la orilla del orilla. Sin embargo es una observación bastante corta. Unos minutos más tarde, puedo ver a un nuevo jaguar, en este caso una hembra. La localizamos justo cuando acaba de cazar un caimán que descansaba en una playa y se lo lleva hacia el interior de los arbustos, para empezar a comérselo. La única lástima es no haber llegado allí unos minutos antes, para ver toda la escena completa.
Mientras seguimos navegando observo de nuevo capibaras, tucanes y nutrias gigantes. Pero todo está bastante tranquilo hoy. Además, el conductor de la barca hoy no lleva radio y, por tanto, no recibimos noticias de los demás avistamientos.
Por suerte, el día termina de una forma espectacular. Cuando quedan pocos minutos para la puesta de sol encontramos un grupo de barcas. Nos avisan de que han visto un jaguar allí, pero lo han perdido de vista. Nos esperamos un rato, con tensión y esperanza de poder ver al felino antes de que empiece a anochecer. Al final, en los últimos minutos, el jaguar aparece en escena y puedo vivir uno de los mejores momentos del día. ¡Poder fotografiar un jaguar con la luz del atardecer es una delicia!
Día 8: El cuarto safari buscando jaguares
El cuarto día de safari desde Porto Jofre comienza de una manera espectacular: con un jaguar tumbado en la rama de un árbol. Un escenario mágico, que aún mejora más cuando el felino se levanta y anda con parsimonia entre las ramas, como un equilibrista. Otro momento fascinante de este viaje al Pantanal por libre, que no deja de maravillarme.
Cuando perdemos el felino de vista, continuamos con la navegación. Ya empiezo a tener más claras las diferentes zonas por las que nos movemos y voy identificando los diferentes puntos donde ya hemos visto jaguares.
No pasa mucho rato hasta que una acumulación de unas diez barcas (sí, el inconveniente de hacer safaris en barca desde Porto Jofre es que a veces se acumulan bastantes barcas en un mismo punto) nos indica que hay un jaguar en cerca. Veo al felino mientras camina, prestando mucha atención al agua, en busca de alguna presa. Unos minutos más tarde, se queda inmóvil y, después de unos segundos que se me hacen eternos, salta con gran potencia hacia el agua, para capturar a un caimán. Entre salpicaduras, puedo ir viendo las patas del jaguar y la cola del caimán. Aunque resulta difícil intuir lo que está pasando bajo el agua. Después de unos segundos, el caimán logra escabullirse y el jaguar se queda sin comida.
Después de esto hay poca actividad. Y puesto que empieza a hacer calor es el momento ideal para comer y empezar a navegar hacia alguna otra zona.
Cuando ha pasado más de una hora, nos encontramos con un jaguar inesperadamente al adentrarnos hacia un pequeño afluente del río. Lo veo cuando está a dos o tres metros de la barca, con medio cuerpo dentro del agua, y se me acelera el corazón cuando cruzo la mirada con él. Por suerte, los humanos no formamos parte de su dieta, si no creo que me hubiera convertido en su cena.
Una vez que hemos retrocedido un poco la posición, y ya desde una distancia prudencial, puedo ver que el jaguar se trata de Ousado, uno de los machos más grandes y resistentes de esta área. Es un jaguar fácil de identificar, ya que lleva un collar GPS, para distintos estudios que se están llevando a cabo. Puedo observarlo durante unos veinte minutos, mientras descansa en una pequeña playa y realiza un intento fallido de caza.
Ésta es la última observación de jaguar del día. Pero como siempre, los pájaros y las visitas fugaces de las nutrias gigantes hacen que cada hora en el Pantanal sea memorable.
Día 9: El último safari en Porto Jofre
Mi teoría es que después de varios días de safari (sea en América del Sur o en África ) el último día es siempre muy bueno o muy malo. Mientras empezamos a navegar, un poco antes de las siete de la mañana, no sé todavía que hoy se cumplirá mi teoría. Y que será uno de los días más brutales del viaje al Pantanal.
Puedo ver el primer jaguar del día cuando hace poco más de veinte minutos que hemos salido de Porto Jofre. Después de un rato allí, cuando le perdemos la pista, volvemos a movernos por el río San Lorenzo hasta que llega el momento estelar de la jornada: presenciar una escena completa de caza de un jaguar. Puedo ver toda la preparación, el salto, la lucha entre el jaguar y el caimán y, finalmente, cómo el jaguar se lleva al reptil en una gran demostración de fuerza y potencia.
Después de esto, todavía puedo disfrutar de tres observaciones de jaguar más. Y como llevo haciendo desde el segundo día, registro todos los avistamientos en un formulario de ciencia ciudadana de la ONG Jaguar Id Project, que les permite realizar el seguimiento de los diferentes jaguares que viven en esta área del Pantanal. Si tienes previsto realizar un viaje allí, te animo a contribuir.
Día 10: Desde Porto Jofre hasta la Pousada Río Claro
Con la pena de saber que acaba una de las partes más emocionantes del viaje al Pantanal por libre, pronto por la mañana empiezo a conducir dirección a Poconé y me despido de Porto Jofre. Prefiero madrugar para iniciar el trayecto por la Transpantaneira justo a la salida de sol, así sé que tengo algunas opciones de encontrar alguno de los felinos más buscados de esta región de Brasil: jaguares, pumas o ocelotes.
No tengo tanta suerte como me hubiera gustado y no puedo observar ninguno de estos felinos, pero sí que encuentro las huellas recientes de un jaguar en la carretera. Creo que ha ido por pocos minutos.
Hoy conduzco hasta la Pousada Río Claro, donde pasaré la última noche dentro del Pantanal Norte. Por la tarde, puedo realizar una salida con uno de los guías de la pousada por el río Claro, centrada sobre todo en ver pájaros. A pesar de no despertarme las mismas emociones y sensaciones que los safaris para ver jaguares, disfruto mucho de esta navegación, sobre todo porque el guía conoce muy bien a todos los pájaros y me ayuda a identificarlos y apreciar los pequeños detalles de ecosistema del pantanal.
Cuando ya anochece, y después de haber conseguido ver cinco especies distintas de martines pescadores, llego de nuevo a la pousada y doy por terminado el día.
Día 11: Del Pantanal al P.N. Chapada das Guimaraes
Cerca de la entrada de la Pousada Río Claro, hay un enorme árbol con un nido de jabirús, la ave voladora más alta de América del Sur. Aprovechando que hay luna llena, salgo pronto de la habitación para poder fotografiar a estos emblemáticos pájaros con la luna de fondo. Un momento mágico.
Después, antes de empezar a marcharme definitivamente del Pantanal Norte, aprovecho para andar un poco por uno de los senderos que salen desde cerca de la pousada. Un camino ancho y sencillo por el que seguro que se pueden ver animales. Veo varios pájaros y también una pequeña cría de ciervo de los pantanos con su madre.
Cuando ya empieza a hacer calor, vuelvo al alojamiento y subo al coche para conducir hasta el pueblo de Chapada das Guimaraes. El trayecto hasta allí se hace un poco largo, ya que son unas cuatro horas y hay que atravesar la ciudad de Cuiabá, pero al mediodía ya llego al alojamiento.
Por la tarde, aprovecho para realizar una de las pocas visitas al Parque Nacional Chapada des Guimaraes que se pueden hacer por libre: el camino hasta la cascada Velo du Novia. Es un camino bastante corto, de menos de un kilómetro, y que permite llegar a uno de los puntos más icónicos de esta zona del Cerro de Brasil. Aunque no cae demasiada agua por la cascada, las paredes rojizas que la rodean, dotan al paisaje de mucha belleza.
Me estoy allí un buen rato, esperando ver a alguno de los guacamayos rojos que nidifican en las paredes del cañón. Pero no hay suerte hasta el último momento, cuando una pareja de estos pájaros pasa volando rápidamente por encima de mí.
Día 12: Recorriendo el PN Chapada das Guimaraes
Para poder visitar la mayoría de los puntos interesantes del Parque Nacional Chapada des Guimaraes es necesario ir con guía y en 4×4. Por eso, antes de empezar el viaje ya contacté con un guía de la zona para poder realizar un recorrido por el parque nacional, y disfrutar de las mejores vistas de esta región, un gran ejemplo de la sabana de Brasil.
Poco después de las ocho, llega el guía al alojamiento y empiezo el recorrido. La primera parada es en el mirador de la Cidade de Piedra, desde donde se tiene una panorámica de unas formaciones rocosas sorprendentes. Además, también es la mejor zona del parque donde ver guacamayos rojos. Cuando el sol ya empieza a calentar, ya escucho los primeros pájaros y no tardan demasiado en aparecer en escena. Aunque los veo de bastante lejos, su color rojo destaca claramente en el paisaje y se pueden tomar fotografías muy interesantes.
Después de dar un paseo de unos dos kilómetros, vuelvo al 4×4 con el guía y vamos hasta el siguiente punto de la salida: el mirador del Morro de Crista do Galo, desde donde se tiene una perspectiva diferente de las formaciones rocosas de este parque nacional y de la vegetación de sabana que lo cubre. Desde allí, las dos siguientes paradas están en el Poço das Antas y el Poço Verde, dos puntos del río donde está permitido bañarse.
Con esto se termina la salida por esta área de conservación del norte de Cuiabá. Ha sido interesante para conocer este ecosistema tan predominante en Brasil, pero también tengo muy claro que no tiene punto de comparación con todo lo que he visto en los primeros días de ruta. Así que es una parte del viaje al Pantanal que puede excluirse sin remordimientos en caso de ir justo de días.
Día 13: De camino hacia el Pantanal Sur
Día de desplazamiento, para moverme desde el Pantanal Norte hasta el Pantanal Sur. Para realizar este trayecto conduzco hasta el aeropuerto de Cuiabá y dejo el coche de alquiler allí.
Al mediodía vuelo hasta Campo Grande (sólo en algunos días de la semana hay vuelo directo) y allí alquilo un nuevo coche (de nuevo, los mejores precios los encuentro con el comparador Discover Cars, y en este caso es un alquiler con la empresa Localiza de un Renault Kwid).
Una vez solucionados todos los trámites para recoger el coche conduzco un par de horas hasta Aquidauana, la puerta de entrada al Pantanal Sur.
Día 14 y 15: Buscando osos hormigueros
Poder ver a un oso hormiguero gigante era uno de los grandes motivos para visitar el Pantanal Sur. Y durante los primeros días allí, decido alojarme en Aquidauana para intentar buscar a estos fascinantes y curiosos animales por libre. Recorreré algunas de las pistas de tierra cercanas a esta pequeña ciudad (en concreto, parte de la pista que va hasta la Pousada Aguapé y también la primera parte de la pista que une Aquidauana con Río Verde).
En el primer día, ya veo que la opción de ir por la pista que va hasta la Pousada Aguapé es mucho mejor. Sobre todo porque están asfaltando el camino que une Aquidauana con Río Verde, lo que hace que haya más tráfico y que tenga que conducir más para llegar a la zona buena. Así pues, me centro en conducir por la primera pista durante las mañanas y las tardes.
Especialmente, las tardes son muy productivas y puedo ver a los primeros osos hormigueros gigantes del viaje al Pantanal por libre. ¡Son unos animales impresionante! Durante una tarde puedo observar hasta cinco ejemplares distintos.
Día 16: La llegada a la Pousada Aguapé
Después de dos días en Aquidauana y con la sorpresa de haber visto osos hormigueros, me dirijo hacia la Pousada Aguapé. Esta pousada es una de las más famosas y mejor valoradas del Pantanal Sur. Un imprescindible para los amantes de la vida salvaje y de la fotografía. Es un lugar excelente para ver osos hormigueros gigantes, pero también para ver armadillos, tucanes, guacamayos y, con suerte, algún ocelote o puma.
Para llegar hasta allí hay que conducir unos 60 kilómetros por una carretera de tierra, la misma por la que he estado buscando a los osos hormigueros durante los días anteriores. A pesar de ser el mediodía, durante el trayecto hasta la pousada puedo ver otros tres ejemplares de estos curiosos mamíferos.
Una vez llego al alojamiento, me dan la bienvenida los guacamayos que suelen moverse por el entorno de la pousada (a cambio de algunas pipas). Así que aprovecho para sacar la cámara y fotografiar durante un rato varios guacamayos jacintos y guacamayos azules y amarillos.
Por la tarde, salgo a realizar la primera actividad: un paseo en barca por el río Aquidauana. Yo había pedido explícitamente poder realizar las salidas más enfocadas en ver osos hormigueros (los safaris a pie y en coche), pero no reservé ninguna actividad privada (es más caro) y, por tanto, sabía que podía tocarme hacer alguna otra actividad.
La salida en barca está bien, pero nada comparable con las otras navegaciones que he realizado durante el viaje al Pantanal. Puedo observar a los animales más abundantes del ecosistema como capibaras, caimanes, tucanes, monos capuchinos de Azara… A veces se ve algún tapir durante estas salidas, pero no tengo tanta suerte…
Día 17: Un nuevo día en la Pousada Aguapé
Empiezo un nuevo día de este maravilloso viaje al Pantanal rodeado de pájaros en la Pousada Aguapé. Con la luz del amanecer puedo fotografiar varios tucanes tucón, guacamayos jacintos y guacamayos azules y amarillos, aparte de otros tipos de loros y pequeños pájaros.
A las 7:30, salgo con uno de los guías de la pousada a realizar un recorrido a pie, centrado en buscar aves y, quizás, algún mamífero. Algunos de los pájaros protagonistas de la ruta son el gavilán caminero y el cuco ardilla menor. En cuanto a los mamíferos, disfruto especialmente con un grupo de capibaras donde hay un buen número de crías pequeñas. También puedo ver más monos capuchinos de Azara y un mono carayá negro. Pero no hay suerte con el gran protagonista de la Pousada Aguapé: el oso hormiguero gigante.
Cuando ya empieza a hacer calor vuelvo al alojamiento. Allí, mientras voy hacia mi habitación, aprovecho para fotografiar varios armadillos.
Tras el almuerzo y un largo descanso, a las cuatro de la tarde salgo de nuevo para hacer un safari de tarde por los terrenos de la fazenda. Voy con otra gente que también está alojada en la pousada, y vamos con un pequeño camión abierto. El tamaño del vehículo y su altura hace que no sean las mejores condiciones para tomar fotos de los animales. Así que, después de la experiencia, creo que es mejor contratar un fotosafari privado, sobre todo para aquellas personas interesadas en la fotografía.
En cualquier caso, durante el recorrido de tres horas (una de ellas de noche), puedo ver una buena variedad de mamíferos típicos del Pantanal: tres osos hormigueros gigantes, un tamanduá meridional, dos zorros cangrejeros, cuatro ciervos de las pampas y muchas capibaras. También hacemos una parada en una balsa con muchísimos caimanes. Allí nos esperamos hasta que anochece y, con la ayuda de una luz, podemos ver cómo se iluminan los ojos de estos reptiles.
Durante el camino de regreso, el mejor momento para ver animales nocturnos, tengo la esperanza de encontrar algún ocelote (es bastante difícil), pero no veo ninguno. Tendré que volver a hacer un viaje al Pantanal para buscar a este pequeño felino.
Día 18: De la Pousada Aguapé hasta Aquidauana
Por el decimoctavo día del viaje al Pantanal tenía previsto conducir hasta la Fazenda San Francisco (cerca del pueblo de Miranda). Esta fazenda es una de las más populares y turísticas del Pantanal. Seguramente las actividades que proponen durante el día no son las más interesantes, pero sobre todo tenía ganas de realizar un safari nocturno, ya que es una de las mejores zonas para ver ocelotes.
Sin embargo, tengo que cambiar de planes porque el gran incendio que está quemando parte del Pantanal Sur (más de 1,3 millones de hectáreas quemadas) durante mi visita, se está acercando descontroladamente a la Fazenda San Francisco y durante el tarde anterior me avisan de que han decidido cerrar la propiedad durante cuatro días.
Ante esto, decido volver a Aquidauana, para dedicar una nueva tarde y mañana a buscar osos hormigueros gigantes. Después del éxito de los días anteriores, y aunque ya he visto bastantes ejemplares de estos animales, creo que es la mejor opción. De nuevo, disfruto de una exitosa tarde y puedo ver a seis osos hormigueros gigantes, aunque sólo uno de ellos está lo suficientemente cerca para poderle hacer algunas fotografías.
Día 19: Buscando jaguares en el Pantanal Sur
Antes de despedirme del Pantanal Sur, haré un nuevo intento de ver a jaguares. Desde el inicio, tengo claro que las probabilidades de ver a estos fascinantes felinos son más bajas que en Porto Jofre, pero lo positivo es que hay mucha menos gente buscándolos. Por lo tanto, sé que si tengo la suerte de ver algún jaguar, posiblemente disfrutaré de un avistamiento muy tranquilo e inolvidable.
Para buscar a los jaguares, he contratado los safaris en barca con Tony, un hombre del pequeño pueblo Paso do Lonta que durante los últimos años se ha especializado en conocer los jaguares del río Miranda y ha creado la agencia Why not Pantanal Tour Jaguar Tour.
Me encuentro con Tony en el alojamiento Pantanal Jungle Lodge, donde pasaré las próximas tres noches. Y empiezo el primer safari en barca a las tres de la tarde. Es un safari poco productivo, y que ya anuncia que no será fácil ver a los jaguares allí. Ya es difícil normalmente, pero además está lloviendo y las temperaturas han descendido drásticamente en un día. Esto es ideal para ayudar a extinguir el incendio, que también puede haber condicionado en los patrones de los jaguares, pero también puede haber contribuido a que los jaguares se dispersen.
La única sorpresa del safari de tarde es una pareja de nutrias neotropicales, que pasan nadando rápidamente por delante de la barca, sin tiempo para dejarse fotografiar.
Día 20: Un día mágico en el río Miranda
A diferencia de los safaris desde Porto Jofre, donde pasaba todo el día en la barca, aquí en el río Miranda hago un safari de cuatro horas por la mañana y uno de cuatro horas por la tarde, parando para comer en el lodge.
Durante la salida de la mañana, sigo sin tener mucha suerte y no localizamos ningún felino. Pero sí puedo ver a capibaras, caimanes, jabirús y la fauna característica del Pantanal. Además, al volver al alojamiento puedo fotografiar a una pareja de guacamayos jacintos, la especie de loro más grande del planeta.
Por la tarde llega el gran momento del día. Después de una hora y media navegando lentamente, con mucha atención para intentar localizar a algún felino, finalmente encontramos a una pareja de jaguares (una madre con su hijo de un año) en una pequeña playa del río. Están allí descansando, tranquilos.
Dado que estos jaguares están menos acostumbrados a las barcas y sobre todo a su ruido; rápidamente Tony para el motor de la barca y lanzamos el ancla para quedarnos quietos. Aunque los jaguares nos miran un poco, después se relajan y durante más de una hora puedo observarlos y fotografiarlos con calma. No hay nadie más, no se oyen ruidos, y la experiencia es mágica. Sobre todo cuando la luz anaranjada del atardecer comienza a iluminarlos mientras pasean por la playa y se acercan al agua.
Cuando ya quedan pocos minutos para la puesta de sol, debemos marcharnos. Tenemos un trayecto de casi una hora y media hasta el lodge. Mientras volvemos se hace noche, y navegamos bajo la luz de las estrellas y la luna. Un momento de mucha paz y también algo de frío. Pero el esfuerzo ha merecido la pena.
Día 21: Más jaguares en el Pantanal Sur
Aún con el reciente recuerdo de la gran experiencia de ayer por la tarde, uno de los grandes momentos del viaje al Pantanal, empiezo un nuevo día de safari en barca por el río Miranda. Vuelvo a estar de suerte: después de una hora de navegación localizamos dos nuevos jaguares. De nuevo, una hembra adulta con su cría de casi un año.
Su posición y luz no son tan interesantes como ayer, y además están descansando, pero todas las observaciones de jaguar son apasionantes. Sobre todo cuando no hay nadie más y noto que no estamos molestándoles.
Cuando han pasado unos treinta minutos, los jaguares se levantan y se adentran hacia la maleza. Así que los pierdo de vista. Aún tenemos un par de horas y navegamos un rato más río abajo, pero ya no vemos más felinos. Pero sí puedo ver a un grupo de cuatro nutrias gigantes, unos mamíferos que nunca dejan de emocionarme.
Por la tarde, desafortunadamente, no puedo ver otro jaguar.
Día 22: Del Pantanal Sur hasta Bonito
La última mañana buscando jaguares en el río Miranda no me ofrece ningún momento especial. Siempre es bonito navegar por el río, observando los florecidos lapachos rosados, aunque me hubiera gustado despedirme del Pantanal con un nuevo avistamiento de jaguar. Pero no puedo quejarme. Sobre todo después de la fabulosa observación que disfruté durante la segunda tarde en el río Miranda.
Después de comer en el alojamiento, me despido de Tony y me voy hacia el pueblo de Bonito. Este pueblo es famoso por las cristalinas aguas de los ríos que lo rodean, por sus cuevas y cavernas y por sus numerosas cascadas. Es un punto muy turístico de Brasil y donde todo está gestionado por las agencias locales. No se puede hacer nada por libre, ni sin pagar, así que aprovecho la primera tarde allí para comprar las entradas de las actividades para los próximos días. Yo hago las reservas con la agencia Ygarapé Tour, pero todas tienen los mismos precios y funcionan igual.
Día 23: Las grutas calizas de Bonito
Durante la primera mañana en Bonito visito dos de las grutas más populares de esta zona y bastante cercanas entre ellas. Primero voy hasta Gruta do Lago Azul, el símbolo turístico de Bonito. En esta gruta caliza hay una sorprendente laguna de color azul turquesa. La visita no es demasiado larga, una hora y media aproximadamente, y se realizan en grupo y con el acompañamiento de una guía, que nos va explicando (en portugués) toda la información relacionada con esta gruta.
Alrededor de las once termino la visita, y voy directamente hasta el acceso de las Grutas de São Miguel. Allí hago también una visita guiada para conocer estas grutas, donde hay un gran número de estalagmitas y estalactitas. Es una visita muy diferente a la primera, y que tengo la suerte de hacer solo con la compañía de un guía.
Al mediodía vuelvo a Bonito a comer y aprovecho para revisar los miles de fotografías que he tomado durante el viaje al Pantanal. Todavía tengo ganas de ver a más animales, y por la tarde salgo con el coche a recorrer la pista de tierra que va hasta la Gruta do Lago Azul. Durante la mañana, he visto que es una zona tranquila y que no sería extraño ver a algún oso hormiguero gigante… ¡Y así es! No tardo demasiado en localizar un ejemplar…
Día 24: Una mañana Entre cascadas en Bonito
Durante la segunda mañana en Bonito tengo dudas sobre qué actividad realizar. Aquí es muy popular hacer snorkel por el río, para ver sobre todo peces y a veces alguna anaconda, pero no vengo nada preparado para realizar actividades acuáticas. Así que al final visito el Parque das Cachoeiras, una reserva privada donde se puede realizar un circuito a pie de unos dos kilómetros que pasa por ocho cascadas. También está permitido bañarse, y de nuevo toda la actividad se realiza con el acompañamiento de un guía.
Es un bonito rincón y con la gestión de turnos (cada visita tiene un horario asignado) se evitan masificaciones en los saltos de agua; sin embargo, lo encuentro excesivamente caro (unos treinta euros).
Al mediodía, ya me voy del área de Bonito, para mí una zona no demasiado interesante y excesivamente cara. Conduzco hasta Jardim, el punto más cercano a la reserva natural que mañana visitaré.
Día 25: Fotografiando guacamayos en Buraco das Araras
Desde que vi algunas fotos de guacamayos rojos hechas en la reserva de Buraco das Araras, tuve claro que quería incluir este punto en mi itinerario del viaje al Pantanal por libre. Es el mejor lugar del país para fotografiar a estos bonitos pájaros, sobre todo mientras vuelan.
Lo más característico de esta reserva es su dolina (la mayor de América del Sur, con 500 metros de diámetro y 127 de profundidad) donde nidifican los guacamayos rojos. Por la mañana es el momento ideal para visitarla y ver a los guacamayos en plena actividad.
Yo llego a la reserva a las ocho de la mañana, y hago una visita de cuatro horas (es obligatorio ir acompañado de un guía). Durante este rato me dejo sorprender por el vuelo acrobático de los guacamayos rojos y por los contrastes de sus colores con las sombras que se crean en el interior de la dolina.
Al mediodía, ya me voy de la reserva y empiezo la conducción de casi 800 kilómetros hasta Foç do Iguazu. Hoy conduzco poco más de tres horas hasta un alojamiento en las afueras de Dourados.
Día 26 y 27: Conduciendo hasta Foç do Iguazu
Durante estos dos días de ruta, no visito ningún atractivo ni nada especial. Son días principalmente de coche, unas cuatro horas al día. Podría haber hecho todo el recorrido en una sola jornada, pero no tenía prisa y prefiero dividirlo en dos etapas. La mayoría de las carreteras de esta zona de Brasil están en buen estado, pero suele haber un único carril y muchos camiones. Esto hace que se tengan que ir haciendo adelantamientos constantemente, y es bastante cansado y pesado conducir por allí. Por eso, en caso de querer realizar este trayecto en coche, creo que lo mejor es dividirlo tal y como hago yo, haciendo una parada para dormir en el pueblo de Mundo Novo.
Al día siguiente, cuando llego a Foç do Iguazú me dirijo hasta el aeropuerto de la ciudad y dejo el coche de alquiler, que no utilizaré durante estos días. Para moverse por Foç do Iguazú y Puerto Iguazú es muy práctico y económico utilizar Uber (en Brasil) y bus (en Argentina).
Día 28: Las cataratas de Iguazú (Brasil)
Las cataratas de Iguazú, una de las siete maravillas naturales del mundo, me permiten acabar el viaje por el Pantanal conociendo un ecosistema completamente diferente y uno de los paisajes más cautivadores que he visto nunca.
Dado que las cataratas ocupan una parte de Brasil y una de Argentina, para visitarlas bien es necesario hacerlo desde ambos países.
Primero empiezo por Brasil, desde donde se tiene una perspectiva algo más alejada, pero muy fotogénica. Llego hasta el Parque Nacional do Iguaçu en Uber para entrar en el parque a las ocho de la mañana, justo cuando abren. Ya había comprado la entrada por internet, así que me ahorro la cola.
Dentro del parque, para llegar al camino que avanza por los diferentes miradores con vistas a las cataratas, primero hay que realizar un trayecto en bus de diez kilómetros. Puedo subirme al primero, y eso me permite empezar el camino cuando todavía no hay prácticamente nadie.
La primera visión de las cataratas es sorprendente, pero a medida que avanza la perspectiva es cada vez mejor. Al final del camino, donde están las pasarelas que se acercan a la caída de la Garganta del Diablo, es donde todo es más espectacular. Y aunque está un poco nublado, justo en ese momento sale el sol y crea un arco iris que deslumbra aún más el paisaje.
El camino no es demasiado largo (1,7 km) y lo completo en algo más de una hora. Por eso, decido volverlo a hacer. Pero hay mucha más gente y el sol se ha tapado, así que la primera experiencia ha sido mucho mejor.
Tras eso ya cojo el bus de regreso para ir hasta la puerta de acceso al parque. Para volver al centro de Foç do Iguazu lo hago en bus (tiene un coste de 5 $R por persona).
Día 29: Las cataratas de Iguazú (Argentina)
Empiezo el día cogiendo un bus para cruzar desde Foç do Iguazú hasta Puerto Iguazú, en Argentina. Hago el trayecto con el bus de la empresa Río Uruguay y la parte positiva de ir en bus es que prácticamente no hace falta hacer cola. La negativa es que normalmente no se espera durante el control migratorio y hay esperar que venga el siguiente bus.
Paso la frontera sin problemas y cuando llego a Puerto Iguazú me dirijo hacia el alojamiento para dejar parte del equipaje. Luego cojo otro bus para ir hasta el Parque Nacional Iguazú, también de la empresa Río Uruguay (tiene un coste de $4.000 ARS por trayecto).
Una vez compradas las entradas para acceder al parque nacional, ya puedo empezar la visita. Camino primero por el Sendero Verde, para llegar al área desde donde comienzan los distintos caminos por los miradores de los saltos de agua. Allí hago primero el Sendero Superior, desde donde se tienen unas vistas espectaculares y se pasa prácticamente por encima de algunos de los saltos de agua.
Luego, voy a pie hacia el punto estrella del lado argentino de las cataratas de Iguazú: la pasarela que se acerca hasta la caída de la Garganta del Diablo. Para llegar hasta el inicio del camino se puede ir en un tren (está incluido en el precio), pero yo prefiero ir a pie para hacer tiempo y entrar en el sendero de la Garganta del Diablo lo más tarde posible ( a última hora es uno de los mejores momentos para hacer la visita con menos gente).
La vista desde el final de esta pasarela es espectacular. Naturaleza en estado puro, en toda su potencia y esplendor. Es la mejor manera de terminar el primer día en el lado argentino de las Cataratas de Iguazú.
Día 30: Repitiendo en el Parque Nacional Iguazú
Dado que en el área de las Cataratas de Iguazú que pertenece a Argentina es más extensa y también hay más caminos, hoy vuelvo a visitar el parque nacional (y aprovecho que la entrada es un 50% más barata en el segundo día).
Mi idea era llegar al parque justo a la hora de apertura (a las 8), pero pierdo el bus que quería tomar y finalmente llego al parque a las 8:30. Esto hace que ya haya bastante gente. Sin embargo, intento ir al sendero de la Garganta del Diablo lo más rápido posible, pero una vez llego allí ya hay un gran volumen de personas. El sitio es espectacular igualmente, pero disfruté mucho más durante la visita de ayer por la tarde.
Luego, hago el Sendero Inferior, que aún lo tenía pendiente. Desde este recorrido se ven las cataratas desde abajo, y también desde algo más lejos, pero las vistas también son muy bonitas. La perspectiva lejana permite asimilar la gran dimensión de estas cataratas.
Para terminar de completar los paseos por todos los caminos del parque nacional argentino, hago el Sendero Macuco. Este camino no está tan centrado en los saltos de agua, sino que es un recorrido que pasa por el interior de la selva y es ideal para ver aves y monos capuchinos. Al final del sendero (de unos 3,5 kilómetros la ida) se llega a un salto de agua conocido como Salto Arrechea.
Con esto, ya doy casi por completada mi visita al Parque Nacional Iguazú, pero antes de salir del parque, y aprovechando que todavía tengo tiempo, decido ir una última vez hasta la Garganta del Diablo. Esta vez hago todo el trayecto hasta el inicio del sendero en tren ecológico. Una vez allí, camino de nuevo hasta el mirador final, donde el ruido y las vistas crean un escenario memorable.
Medio empapado por el agua de la cascada, llega el momento de dar por terminado este viaje por el Pantanal y algunos rincones más de Brasil. Un territorio en el que todavía quedan grandes espacios de naturaleza y en el que deseo que toda la fauna que he podido ver pueda seguir sobreviviendo y creciendo durante los próximos años.
Los destinos top del viaje al Pantanal
Parque Estadual Encontro das Águas (Pantanal Norte)
El Parque Estadual Encontro das Águas es el área de conservación donde hay más densidad de jaguares en el Pantanal. Esto hace que los safaris en barca desde Porto Jofre, que se adentran por los ríos que forman esta reserva, sean los más famosos del Pantanal Norte.
Transpantaneira (Pantanal Norte)
La Transpantaneira es uno de los emblemas del Pantanal y del Brasil. Esta carretera de tierra de 150 km y 120 puentes, permite adentrarse por este ecosistema único y llegar hasta Porto Jofre.
Aunque durante el trayecto se pueden ver animales, especialmente pájaros, lo más interesante de la Transpantaneira es hacer alguna parada para dormir en alguna de las pousadas o fazendas que se encuentran a lo largo de la carretera. Es la mejor opción para ver fauna única como tapires, osos hormigueros, ocelotes, guacamayos, tucanes...
Las paradas más interesantes son el Pouso Alegre Lodge, la Pousada Río Claro o la Pousada Piuval.
Río Aquidauana (Pantanal Sur)
La pequeña ciudad de Aquidauana es la puerta de entrada al Pantanal Sur y cerca de esta localidad hay alguna de las mejores zonas para ver osos hormigueros gigantes.
Es especialmente famosa la Pousada Aguapé, donde se pueden hacer safaris guiados (en 4x4, pero también a pie o en barca). Ahora bien, también existe la opción de alojarse en Aquidauana e intentar localizar a los osos hormigueros por libre a lo largo de la pista que va hasta la Pousada Aguapé (especialmente los primeros 20 kilómetros).
En esta zona también está muy bien valorada la Fazenda Barranco Alto, pero también es mucho más exclusiva y cara.
Río Miranda (Pantanal Sur)
El río Miranda también tiene una numerosa población de jaguares, y es posible hacer safaris en barca para intentar encontrarlos. Sin embargo, es más complicado verlos, por un lado porque la densidad de estos felinos es menor pero también porque hay menos gente buscándolos. Esto también implica que en caso de encontrar jaguares allí, lo más probable es que sea una observación solitaria, tranquila y silenciosa.
Para buscar jaguares en el río Miranda lo más recomendable es alojarse en el pequeño pueblo Paso do Lontra y contratar a un guía privado para buscarlos. Uno de los más recomendados es Tony, el propietario de la agencia Why Not Pantanal Sul Jaguar Tour.
Buraco das Araras
La dolina de Buraco das Araras es uno de los lugares más especiales del suroeste de Brasil. A pesar de no encontrarse en el Pantanal Sur, su proximidad hace que sea una parada habitual (e imprescinble) en cualquier ruta por allí.
Ver guacamayos rojos volando desde arriba y desde tan cerca es una experiencia inolvidable. Y una oportunidad única para gozar de la fotografía de estas emblemáticas aves.
Cataratas de Iguazú
Las Cataratas de Iguazú, situadas en la frontera entre Brasil y Argentina, son una de las maravillas naturales del planeta. Un lugar donde apreciar la fuerza y el poder del agua, donde es fácil quedarse sin palabras ante tanta belleza.