Perú está lleno de sorpresas. Y una de éstas es el pequeño oasis de Huacachina, situado en el desierto del Pacífico y a pocos kilómetros de la ciudad de Ica. Este oasis natural se ha convertido en una importante atracción turística al viajar a Perú por libre. Actualmente, está algo masificado, pero no deja de ser un paisaje sorprendente y que poca gente se espera encontrar en tierras peruanas. Por eso, si se tiene tiempo suficiente, creo que vale la pena visitar el oasis de Huacachina desde Lima, y aprovechar su proximidad con la Reserva Natural de Paracas, las islas Ballestas y las líneas de Nazca.
Cómo llegar al oasis de Huacachina desde Lima
En las rutas por Perú es habitual ir al oasis de Huacachina desde Lima. Es un trayecto sencillo y fácil de organizar, aunque es algo largo: entre cuatro y cinco horas.
En concreto, lo más recomendable es realizar el trayecto en bus de Lima a la ciudad de Ica. Hay muchas compañías que hacen este recorrido, pero es preferible escoger algunas de las más seguras, como Cruz del Sur o Excluciva. Una vez se llega a Ica, para llegar al oasis es necesario realizar un trayecto en taxi de unos diez minutos (si el trayecto se hace en taxi, cuesta entre 15 y 20 soles, y en caso de ir en moto-taxi entonces es más habitual pagar entre 10 y 15 soles).
Dada la duración del trayecto en el oasis de Huacachina desde Lima es preferible pasar una noche allí. En caso de querer ir y volver en el mismo día, entonces puede ser mejor contratar un tour en transporte privado, por ejemplo esta excursión a Huacachina y las Islas Ballestas desde Lima.
Por otra parte, si se tiene tiempo suficiente, es preferible dividir el trayecto de Lima hasta el oasis de Huacachina en dos partes. Yendo primero de Lima a Paracas (para así visitar la Reserva Natural de Paracas y las islas Ballestas) y después yendo de Paracas a Ica (y desde allí en taxi al oasis).
¿Se puede llegar a Huacachina desde el norte de Perú?
En caso de venir desde el norte del Perú, también se puede llegar a Ica desde la ciudad de Arequipa. En este caso, la ruta es más larga (unas doce horas) y se realiza en un bus nocturno. Por eso, es aún más recomendable contratar el trayecto con un bus de Cruz del Sur, para así poder descansar mejor.
Por otro lado, si después de visitar el oasis de Huacachina se quiere ir hacia el norte de Perú, también se puede tomar un bus nocturno de Ica hasta Arequipa.
Guía para visitar la reserva de Huacachina por libre
La proximidad del oasis de Huacachina con la ciudad de Ica hace que sea una zona muy accesible, y fácil de visitar por libre. Es muy curioso encontrar un desierto tan cerca de una ciudad, y poder caminar entre sus enormes dunas de arena.
Realmente, las dunas son las grandes protagonistas de este sitio, y para disfrutarlas al máximo te recomiendo estas tres actividades.
- Subir a la duna más alta durante la puesta de sol
- Hacer un recorrido en buggy entre las dunas
- Practicar sandboard
Subir a la duna más alta durante la puesta de sol
El atardecer es siempre un momento mágico en el oasis de Huacachina. Para mí, la mejor manera de disfrutar de este momento es subiendo hasta la duna más alta de esta zona, para ver cómo el sol cae lentamente en el horizonte y la arena del desierto se tiñe de dorado.
Para subir a la duna te recomiendo seguir este camino. Es una subida corta, pero caminar sobre la arena del desierto es siempre muy lento, así que te recomiendo empezar a subir una hora y media antes de la puesta de sol.
Además, si te quedas a dormir en Huacachina también puedes plantearte subir a las dunas durante la salida de sol. Eso sí, en este momento la experiencia es completamente diferente: debido a la humedad el oasis suele quitarse rodeado de una espesa niebla.
Hacer un recorrido en buggy entre las dunas
Los recorridos en buggy por las dunas que rodean el oasis de Huacachina son la actividad más popular. Es un recorrido de unas dos horas (haciendo varias paradas) con unos potentes buggys que permiten atravesar las dunas a gran velocidad. Es actividad divertida y llena de adrenalina.
Durante una de las paradas también se acostumbra a practicar sandboard en alguna de las dunas.
Esta actividad se puede realizar durante todo el día, aunque el momento más popular es durante la puesta de sol. Durante la mañana no hay una luz tan especial, pero hay mucha menos gente.
Los recorridos con buggy se pueden contratar directamente en Huacachina pero también por internet. Tiene un coste unos 70 soles por persona.
Practicar sandboard por libre
Para quienes no quieren hacer ningún recorrido con buggy, también existe la opción de alquilar una mesa de sandboard en alguna de las agencias del oasis de Huacachina e ir por libre a hacer sandboard. El alquiler de la mesa de sandboard y las botas cuesta entre 12 y 18 soles.
Es una actividad cansada, ya que no es fácil andar y ascender las dunas, pero la bajada es siempre un momento muy divertido. Eso sí, si no tienes experiencia es probable que acabes completamente rebozado de arena.
Dónde dormir en el oasis de Huacachina
Actualmente, en torno al oasis de Huacachina hay varios hoteles y restaurantes. Es muy habitual quedarse a dormir allá después de ver la puesta de sol entre las dunas.
Los precios de los alojamientos son más altos que en Ica, pero creo que vale la pena quedarse allí.
Éstas son tres opciones bastante recomendables:
- Hospedaje Claudia. Un hotel sencillo y bien situado en el oasis de Huacachina. Aquí es donde dormí yo una noche durante mi viaje a Perú por libre.
- Wild Rover Huacachina. Uno de los hostales más populares de la zona, y que ofrece habitaciones compartidas y privadas.
- Ecocamp Huacachina. Son alojamientos de glamping, con tiendas de campaña, pero con todas las comunidades. Es una forma de vivir el desierto de una manera mucho más tranquila.
Mi experiencia en el oasis de Huacachina
De Paracas al oasis de Huacachina
En mi caso, no fui al oasis de Huacachina desde Lima directamente, sino que hice una parada en Paracas. Después de visitar la Reserva Natural de Paracas por libre durante la primera tarde y de hacer un tour a las islas Ballestas al día siguiente por la mañana; volví a la estación de buses de Cruz del Sur de Paracas para ir en bus hasta Ica, en un trayecto que me costó 70 soles (el billete ya lo había comprado previamente por internet) y duró una hora y media.
Una vez llegué a la estación de buses de Ica, fui en taxi hasta el oasis de Huacachina. Pagué 18 soles por el trayecto, y el recorrido duró unos diez minutos.
Cuando llegué, ya pude instalarme en el alojamiento. Era el mediodía y hacía bastante calor, así que estuve descansando durante un rato en la habitación.
Por la tarde, salí a dar una vuelta por la zona del lago de Huacachina, y estuve caminando por el paseo que bordea el lago. Allí hay varias agencias locales y mucha gente vendiendo las salidas con buggy. Sin embargo, yo no contraté nada. Prefería andar por las dunas tranquilamente durante el atardecer.
La primera puesta de sol en Huacachina
Cuando faltaban unas dos horas para la puesta de sol, fui a la zona de dunas. Yo entré por aquí, y luego tranquilamente subí hasta la duna más alta. A donde va la mayoría de gente, así que a medida que se acercaba la puesta de sol había cada vez más gente. El entorno era bonito, siempre he encontrado muy hipnóticas las dunas. Eso sí, la acumulación de gente (algunos de ellos escuchando música con altavoces) le restaba bastante encanto al sitio.
Una vez que el sol desapareció en el horizonte, volví a la zona del oasis y fui a cenar y a dormir.
Un día completo en el oasis de Huacachina
Dado que mi bus desde Ica hasta Arequipa no salía hasta las ocho de la tarde, puesto que era un bus nocturno, pasé otro día completo en el oasis de Huacachina. Realmente, no hay mucho más que hacer en este sitio, así que fue un día muy poco activo.
Sí que aproveché la mañana, poco después de la salida de sol, para volver a la zona de dunas y caminar por allí mientras todo el paisaje estaba cubierto por una misteriosa niebla. En ese momento del día no había nadie allí, así que la sensación de encontrarme en el desierto era mucho más real.
Por la tarde, fui de nuevo a ver la puesta de sol. Pero en este caso cambié de localización y subí hacia estas dunas. Aunque allí también había algunas personas, había mucha menos gente que en la duna más alta, y pude disfrutar de un atardecer mucho más tranquilo, mientras tomaba retrataba este paisaje tan singular de Perú.
Después de esto, volví al pueblo y cogí el taxi para volver a la estación de buses de Cruz del Sur en Ica. En este caso, contraté el taxi directamente desde el alojamiento y pagué 20 soles por trayecto.
(Este post forma parte de mi guía para viajar a Perú por libre)
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