Chamonix es un pueblo que respira montaña. Situado a la sombra de los Alpes, y con una vista privilegiada del emblemático Mont Blanc, todo lo que se puede hacer desde esta localidad francesa tiene que ver con sus paisajes y caminos.
Pero no es necesario tener mucha experiencia haciendo senderismo ni tener un gran estado de forma. Existe una gran infraestructura de telesillas, telecabinas y trenes cremallera que, en caso de no querer o poder andar demasiado, permiten llegar a la mayoría de lugares.
Durante el invierno el esquí es el gran protagonista de este municipio, pero esta lista está centrada en qué ver y hacer en Chamonix durante los meses de finales de primavera, verano y principios de otoño, cuando no hay nieve en la mayoría de caminos.
12 cosas qué ver y hacer en Chamonix
Tras el viaje a los Alpes Franceses, en el que nos dedicamos sobre todo a caminar por el entorno de Chamonix durante 10 días, para mí éstos son los imprescindibles de este fantástico pueblo alpino:
Caminar hasta el Lac Blanc y el Lac Cheserys, un imprescindible que ver en Chamonix
El Lac Blanc y el Lac Cheserys son los dos lagos más idílicos de las montañas que rodean Chamonix. Se encuentran dentro de la Reserva Natural de las Aiguilles Rouges, por encima de los 2.300 metros de altitud.
Desde estos dos pequeños lagos se tiene una panorámica inolvidable del macizo del Mont Blanc y los otros picos que le suceden. Y lo mejor de todo es cuando la hilera de montañas escarpadas y agujas se reflejan en el agua de estos dos lagos. Durante el amanecer y la puesta de sol es cuando se tienen las mejores luces. Existe la opción de dormir junto al Lac Blanc, en un acogedor refugio de montaña (es necesario reservar previamente).
La opción más sencilla para llegar a estos dos lagos de montaña es subir con el teleférico hasta La Flegere. Desde allí se puede realizar una ruta circular de unos 9 kilómetros que recorre el Gran Balcón Sur y que pasa por el Lac Blanc y el Lac Cheserys.
Si prefieres subir a pie, entonces una buena alternativa es hacer la ruta desde el Col de Montets.
Contemplar el Glaciar Mer de Glace
Un imprescindible que hay que ver en Chamonix es el Mer de Glace. Se trata del glaciar más grande de Francia y uno de los más extensos de Europa. Hasta allí llega el tren cremallera más célebre de Chamonix, el tren de Montevers.
Desde donde termina el tren, no hace falta andar demasiado para tener una vista espectacular del Mer de Glace con la Dent du Geant al fondo. Sin embargo, para ver realmente bien el glaciar lo mejor es bajar (580 peldaños) hasta la Grotte de Glace. Se trata de una gruta excavada en el hielo, que permite contemplarlo desde el interior.
También se puede llegar hasta este glaciar a pie desde Chamonix. Una opción es realizar esta ruta circular de unos 13 kilómetros. Otra alternativa es subir en teleférico hasta el Plan de l’Aiguille y desde allí seguir la ruta del Grand Balcon Nord hasta la Mer de Glace, y acabar bajando a Chamonix. Ésta es una de las mejores excursiones que se pueden hacer en Chamonix.
Subir a la Aiguille du Midi, la actividad más famosa que hacer en Chamonix
Subir en teleférico al Aiguille du Midi es la actividad estrella para hacer en Chamonix. Esta obra de ingeniería permite ascender hasta los vertiginosos 3.842 metros de altitud de este escarpado pico de los Alpes Franceses.
Desde lo más alto se tiene una gran vista panorámica. Una vista que suele estar restringida a los alpinistas más experimentados. Pero gracias al teleférico, con sólo 20 minutos se puede llegar a la cima del Aiguille du Midi sin tener que hacer ningún esfuerzo físico. Eso sí, es una actividad bastante cara. El billete (subir y bajar) cuesta 65 € por adulto.
A medio camino, el teleférico hace una parada en el Plan de l’Aiguille. Para los aficionados al senderismo, es una buena opción quedarse aquí durante la bajada, y realizar la excursión comentada en el punto anterior: la ruta por el Grand Balcon Nord hasta el Mer de Glace. Así con un solo día podrás ver dos de los lugares que ver en Chamonix.
Pasear por la Cascada du Dard
Una de las excursiones más cortas y agradables que se puede realizar en Chamonix es el paseo hasta la Cascada du Dard. Saliendo desde el pueblo, se llega a la cascada siguiendo un amplio y fácil camino. Entre ir y volver la ruta son unos 6 kilómetros, que se pueden completar tranquilamente en menos de dos horas.
Observar y fotografiar íbices alpinos cerca del refugio Nid d’Aigle
El refugio Nid d’Aigle forma parte del itinerario clásico de ascensión al Mont Blanc. Si decides subir hasta allí, seguramente podrás ver la emoción de los alpinistas que acaban de subir a esta icónica montaña.
Lo mejor de ir hasta este refugio son las vistas del glaciar de Bionassay. Además, es un territorio en el que es frecuente ver íbices alpinos. Con un poco de suerte, podrás fotografiar a estos animales salvajes con el glaciar de fondo.
Se puede llegar hasta el refugio Nid d’Aigle sin cansarse demasiado: primero hay que subir en teleférico hasta Bellevue (sale desde Les Houches), y una vez allí coger el cremallera de Nid d’Aigle.
También existe la alternativa de hacer toda esta ruta a pie. Desde Les Houches primero hay que subir hasta el Col de Voza, y una vez allí seguir la ruta que va hasta el refugio. Éste es el track del itinerario.
Ver la puesta de sol desde el Lac des Gailands, un lago que hay que ver en Chamonix
El pequeño Lac des Gailands es uno de los puntos que ver a Chamonix de más fácil acceso. Este lago artificial está a pocos pasos del centro de Chamonix, unos quince minutos a pie, y desde aquí se tiene una vista excepcional de las montañas que rodean el pueblo.
Contemplar tranquilamente una puesta de sol desde aquí es una excelente manera de acabar el día.
Hacer una excursión hasta el Refugio Albert I
Para tener una magnífica panorámica del Valle de Chamonix, rodeada por algunas de las montañas más escénicas de Europa, una buena opción es subir desde el pueblo de Le Tour hasta el Refugio Albert I.
Al llegar a este refugio, a 2.706 metros de altitud, se puede ver con detallar el glaciar de Le Tour. El ambiente allí es completamente de alta montaña.
La excursión completa desde Le Tour hasta el Refugio Albert I es una ruta exigente. Sobre todo por el desnivel: unos 1300 metros. Sin embargo, el camino no es técnicamente complicado. Puedes ver el track de la ruta aquí .
Para realizar la excursión más accesible, existe la opción de superar gran parte del desnivel en un telecabina y un telesilla. Se puede llegar hasta Les Autannes, a 2.195 metros de altitud. Desde aquí, la excursión hasta el Refugio Alberto I es más accesible.
Subir en telesilla hasta el glaciar des Bossons
En la lista de los lugares que hay que ver en Chamonix, no puede faltar el glaciar de es Bossons. Básicamente porque es un glaciar que se ve perfectamente desde el pueblo. Sin embargo, para apreciarla mejor, y poder captar su paleta de colores azules, es imprescindible acercarse a él.
La manera más rápida de llegar al glaciar des Bossons es en telesilla. Sale desde el pueblo de Bossons y llega hasta los 1.425 metros de altitud. Desde allí no es necesario andar demasiado para acceder al mirador del glaciar, y apreciar los imponentes seracs (enormes bloques de hielo fragmentados).
También se puede subir hasta el final del recorrido del telesilla andando. Para ello es necesario completar una larga subida, de casi 1.000 metros de desnivel. Éste es el trazado de la ruta.
Una vez se llega al glaciar de Bossons se puede seguir subiendo. Cuanto más arriba, mejores vistas. Una buena opción es caminar hasta el chalet de Es Pyramides.
Contemplar el Mont Blanc desde Le Brévent
Le Brévent es un pico de 2.525 desde donde se tiene la mejor perspectiva del Mont Blanc. Esta montaña queda perfectamente situada frente al punto más alto de los Alpes. Sobre todo en las primeras y últimas horas de luz del día las vistas son inmejorables.
Además, se puede llegar a Le Brévent en teleférico, así que no es necesario superar el gran desnivel que existe desde Chamonix. Primero hay que tomar un teleférico hasta Plan Praz (2.017 m), y desde allí se toma otro hasta Le Brévent.
Subir a Le Brévent ya compensa únicamente por las vistas. Pero también es un punto de partida muy interesante para realizar excursiones. Se puede recorrer todo el Grand Balcon Sur , pasando por la Flegere y llegando hasta el Lac Blac. Es una de las rutas más brutales de la zona.
También existe la alternativa de caminar hasta el Lac du Brévent y después acercarse al Refuge de Bellachat.
El glaciar de Argentière, uno de los glaciares que ver en Chamonix
El glaciar de Argentière es uno de los otros grandes glaciares que se pueden ver en Chamonix. Siempre es impresionante visitar estas enormes masas de hielo.
Para llegar a este glaciar hay que andar algo más que en el caso del famoso Mer de Glace. Primero hay que llegar (conduciendo o en bus) hasta el pueblo de Argentière. Desde allí se puede tomar el teleférico Lognan – Les Grands Montets y subir hasta Plan de Joran (1.923 metros). Una vez allí hay que empezar a caminar hasta el mirador del glaciar de Argentière. La ruta (ir y volver) son unos 6,5 kilómetros, y es necesario superar casi 500 metros de desnivel.
Para los más aficionados al senderismo o trail running también existe la opción de llegar al glaciar de Argentière saliendo desde el pueblo homónimo. En este caso es necesario estar preparado para superar un fuerte desnivel por el interior del bosque. Éste es el track de la ruta.
Recorrer las Gorgas de Diosaz
Para quienes buscan una actividad tranquila para hacer en Chamonix, una buena opción es conocer las Gorgas de la Diosaz. Siguiendo el curso del río con un camino bien mantenido y pasando por algunas pasarelas se descubre la belleza de este cañón erosionado por el agua.
El camino es bastante corto, no llega al kilómetro y medio. Pero es tramo para recorrer poco a poco. Apreciando la singularidad del entorno.
Para visitar estas gargantas hay que tener en cuenta que sólo están abiertas durante los meses de verano (de junio a septiembre). El horario de apertura es de 9 a 18 durante julio y agosto; y de 9:30 a 17 durante junio y septiembre. Además la entrada tiene un coste de 6,50€ por adulto, que se destina al mantenimiento de los caminos.
Completar el Tour del Mont Blanc
Por último, la actividad más completa de Chamonix es la ruta de trekking del Tour del Mont Blanc. Esta ruta de unos 172 kilómetros y más de 11.000 metros de desnivel permite descubrir a pie las montañas, valles, ríos y lagos de los macizos que rodean a este pequeño pueblo alpino.
Es una manera única y muy emocionante de descubrir todo lo que se puede ver en Chamonix. Además, al pasar la noche en los diferentes refugios, se puede disfrutar de las puestas de sol y los amaneceres desde la montaña. Un momento que nunca decepciona.
Eso sí, no es una ruta apta para todos. Aunque no es una ruta técnicamente difícil, es necesario estar preparado para caminar durante largas jornadas, con el peso de la mochila, y tener cierta experiencia en terrenos de alta montaña.
Para más información sobre qué ver y hacer en Chamonix se puede consultar la web oficial del pueblo. Allí hay unas explicaciones muy completas. Y sobre todo son muy útiles los mapas, que permiten tener una visión muy clara de miedo donde pasan los caminos y rutas de los teleféricos y telesillas.
Dónde dormir en Chamonix
En el pueblo de Chamonix hay una amplia variedad de alojamiento. Desde hoteles, hasta apartamentos y casas rurales. También hay varios campings en la zona.
Algunos de los alojamientos mejor valorados de Chamonix son:
Si se tiene coche también es aconsejable mirar alternativas a otros pequeños pueblos del Valle de Chamonix. Como en Las Houches o Argentiere.
