¡Qué bonita es Cataluña! Después de pasar una semana fantástica en la Cerdanya, volvemos con muchas ganas de seguir haciendo escapadas por los rincones más bonitos de Catalunya.
Del 5 al 12 de julio nos alojamos en una preciosa casa en Age, muy cerca de Puigcerdà, que alquilamos a través de Airbnb. Durante la semana sobre todo nos dedicamos a descubrir la naturaleza de la Cerdanya, tanto la parte catalana como la francesa. Excursiones que combinamos con una gran gastronomía. La cocina tradicional, como el trinxat, y los buenos quesos y embutidos forman parte de nuestro día a día. ¡Una delicia!
Un tiempo magnífico nos acompaña durante toda la semana. Y esto nos permite disfrutar mucho más de las excursiones que hacemos cada día. Algunos días hacemos excursiones más duras y atacamos algunos de los picos de la Cerdanya. Pero también hacemos excursiones más cortas, para disfrutar con tranquilidad de un entorno y vistas privilegiadas.
La primera cumbre que hacemos es el Puigpedrós (2.911 metros). Para ascenderlo subimos en coche hasta el refugio de Malniu y desde allí hacemos un recorrido circular que nos lleva hasta el punto más alto del pico. Durante el camino podemos ver los lagos de Malniu y disfrutar de unas vistas panorámicas excelentes. Además, también tenemos la suerte de encontrarnos con varias marmotas y buitres comunes.
Durante los siguientes días hacemos caminatas más tranquilas. Quedamos impresionados con los paisajes y lagos que vemos al hacer el recorrido de Les Etangs des Esquits que sale desde el lago de las Bulloses. Para acceder al lago hay que coger un bus (ellos los llaman navettes) al Pla de Barras, dado que es una zona protegida. La única manera de poder ir en coche propio es subiendo hasta el lago entre las siete de la tarde hasta las siete de la mañana. Una vez se llega al lago se pueden hacer muchas caminatas, de diferente dificultad y duración, por la zona lacustre de las Bulloses, que es donde está la segunda mayor concentración de lagos de origen glaciar del Pirineo, después del Parque Nacional de Aigüestortes y Lago de San Mauricio.
Otro día lo dedicamos a caminar hasta el Prat del Cadí. Es un recorrido sencillo: saliendo desde una explanada que hay a setecientos metros del pueblo de Estana son sólo tres kilómetros de subida. Una vez arriba, las vistas de la Sierra del Cadí son brutales. ¡Como nos gustan estos paisajes!
También dedicamos una larga mañana a las famosas Gargantas de Carança. Desde el aparcamiento, situado en Thuès-entre-Valls, tomamos el camino que nos lleva hasta la zona de las gorgas. La primera parte del camino gana altura hasta llegar a la zona de Las Cornisas. Es un camino «excavado» en la roca, situado a bastante altura, desde el que se tiene una muy buena perspectiva. Aunque no es peligroso, hay una cuerda en la pared por seguridad, ya que es un tramo bastante estrecho. Después de esta parte, llegamos junto al río y durante cuarenta y cinco minutos vamos siguiéndolo. Hay momento que, a través de puentes, atravesamos el río. Así que es un camino bien entretenido. El recorrido puede hacerse circular o lineal. En el caso de hacerlo lineal, como fue nuestro caso, hay que dar la vuelta cuando se llega al puente de piedra. Después sólo hay que deshacer el camino y disfrutar de nuevo del fantástico recorrido
Tampoco nos olvidemos de visitar Puigcerdà y su famoso lago, donde estamos un buen rato paseando y haciendo fotografías. Y, otra tarde, vamos a las Gargantas del Segre, un camino que sale desde el pueblo de Llo y que permite llegar hasta el nacimiento del río.
Para acabar con las caminatas lo hacemos de la mejor manera: subiendo al Carlit. El Carlit, con sus 2.921 metros de altitud, es la montaña más alta de la Cerdanya. Pero además, su ascenso es precioso. Lo más habitual es iniciar la ruta desde el lago de las Bulloses y hacer un recorrido circular. La caminata es espectacular. Pasa por unos paisajes idílicos donde hay una sucesión de magníficos lagos. Una vez llegamos al pico, después de tener que trepar en el tramo final de la subida, tenemos unas vistas fascinantes. Uno de los mejores miradores del Pirineo sin lugar a dudas.
La guinda del pastel a esta magnífica semana, es poder ver la Cerdanya a vista de pájaro. Salgo a volar en velero con mi padre, que ya es un piloto experimentado, y las condiciones son muy buenas. Subimos hasta más de tres mil metros, gracias a una térmica que toma a la perfección, y podemos ascender por sobre el Puigmal. Además, las vistas de Puigcerdà, los Lagos de Malniu y de todas las montañas de la Cerdanya son impresionantes. Una experiencia brutal: tanto por las vistas como por su singularidad. Volar sin motor no se hace todos los días!
Volvemos a casa bien satisfechos. Nos encanta descubrir Catalunya y la Cerdanya nos tiene enamorados. Por suerte, con menos de dos horas nos podemos plantar allí cuando queramos …
