El Valle de la Cerdanya, el valle más grande de los Pirineos, es un destino ideal para respirar naturaleza. Kilómetros y kilómetros de caminos se adentran hacia las montañas que la rodean, y son los mejores guías para descubrir los tesoros paisajísticos de este rincón del Pirineo.
Y no sólo la naturaleza es un motivo para visitar la Cerdanya. También lo es su gastronomía, pueblos, cultura e historia. Una historia que, con el Tratado de los Pirineos, dividió esta región catalana en dos partes: la Cerdanya Francesa o Alta Cerdanya (que forma parte de la Catalunya Norte) y la Cerdanya Baja o La Cerdanya.
La Cerdanya se encuentra inmersa en el Parque Natural Regional de los Pirineos Catalanes. Es evidente que es un destino ideal para disfrutar de la montaña. A cualquier ritmo. Las excursiones en la Cerdanya Francesa son infinitas.
9 Excursiones en la Cerdanya Francesa
1. Desde Porté Puymorens al Estany Lanós
El pequeño pueblo de Porté Puymorens es un punto de partida ideal para hacer excursiones por la Cerdanya Francesa. No es una zona demasiado frecuentada. Y a menudo es posible caminar solo entre parajes preciosos.
Una de las excursiones más completas que se puede hacer desde Porté Puymorens es la ruta circular hasta el Estany de Lanós. Unos 23 kilómetros de camino ideales para conocer el entorno del pueblo. La excursión comienza junto al Llac Passet, donde se puede llegar en coche, y luego se adentra hacia el Macizo del Carlit. Llevándonos primero hasta el hermoso Estany de la Font Viva, antes de empezar a ganar altura hasta llegar al enormeEstany de Lanós (o Etang de Lanoux): el lago más grande de la vertiente norte de los Pirineos. La vuelta se puede hacer por la otra vertiente de la montaña, con unas grandes vistas panorámicas.
Aparte de los paisajes, esta excursión tiene un gran atractivo: la posibilidad de ver una gran variedad de fauna salvaje. Sobre todo en invierno, cuando los animales suelen bajar a cotas más bajas, estos caminos también son frecuentados por muflones, rebecos, ciervos y zorros. Caminando despacio, atentos, es probable que podamos vislumbrar alguno de estos animales.
2. Del Pla d’Avellans al Estany de les Bulloses con raquetas de nieve
En invierno, cuando los paisajes se tiñe de blanco, es un buen momento para iniciarse a las excursiones en la Cerdanya Francesa con raquetas de nieve. El entorno del Lago de las Bulloses es una zona ideal para disfrutar de los paisajes y la nieve.
Desde el Pla d’Avellans, el último punto donde se puede llegar en coche durante el invierno, hay dos opciones para subir hasta el Estany de les Bulloses. La más sencilla, pero menos encantadora, es subir siguiendo la pista: unos 4,5 kilómetros y 300 metros de desnivel positivo. La segunda opción, mucho más recomendable y menos concurrida, consiste en subir hasta el Estany de les Bulloses siguiendo una ruta entre los Estanys d’Esquits. Adentrándonos por el bosque, descubriremos el Lago Negro, el Lago de la Pradella, el Lago Largo y el Lago del Recó. Durante el invierno estos lagos se convierten en enormes explanadas blancas donde sólo la falta de árboles y vegetación nos indican que bajo la nieve y el hielo se esconden enormes masas de agua. La ruta no es complicada, pero la nieve puede dificultarnos la orientación, así que vale la pena llevar el track GPS y saberlo interpretar.
Una vez arriba, es el momento ideal para comer y disfrutar de las vistas sobre el Estany de les Bulloses (o Lac des Bouillouses). Durante los meses más fríos, es posible caminar sobre el lago helado, pero vale la pena hacerlo acompañado de un guía que conozca la zona y el estado del hielo.
Justo al lado del lago, existe la opción de dormir en el Refuge des Bouillouses. Una opción perfecta si queremos alargar la excursión y seguir descubriendo los lagos de la zona. Además, durmiendo en el refugio podremos disfrutar de la salida del sol sobre el lago. ¡Un momento que nunca decepciona!
3. Ruta Circular de los 12 Lagos del Carlit
Caminar por el entorno del Lago de las Bulloses en invierno es especial, pero después del deshielo vale la pena volver para ver las azules aguas de los lagos y disfrutar de sus reflejos. Cuando ya no hay nieve en la carretera se puede llegar en coche hasta el lago. Sin embargo, el acceso está regulado durante los meses de julio y agosto. Durante estos meses no se puede llegar en coche, si no que hay que hacerlo con el servicio de bus que sale desde el Pla de Barres.
Desde el Lago de las Bulloses una de las rutas más completas es la Ruta de los 12 Lagos del Carlit. Un recorrido de unos 11 kilómetros y de unos 350 metros de desnivel que nos llevará entre los preciosos lagos que bañan los pies del Carlit.
Una de las excursiones por la Cerdanya Francesa más bonitas y accesibles. Perfectos para pasar un día entre montañas, lagos y marmotas.
4. Las Gorgas del Segre desde Llo
Desde el pequeño pueblo de Llo, muy cerca de los baños termales, comienza una ruta perfecta para hacer un paseo durante un día de descanso en la Cerdanya Francesa. Una ruta muy sombría, escuchando el río y con buenas vistas. Se trata de la ruta de las Gorgas del Segre, una excursión de unos 7 kilómetros y que se puede hacer en 3 horas tranquilamente.
La ruta comienza por una pista restringida al tráfico que avanza paralelamente al río Segre, que nace pocos kilómetros más arriba. A los 2,5 kilómetros la pista empieza a subir y deja de avanzar a la altura del río. Una vez arriba de la colina, donde se erige el campanario de Sant Feliu de Castellvell la vista panorámica del desfiladero por donde pasan las Gorgas del Segre es impresionante.
Después de disfrutar del paisaje, hay que bajar un poco para recuperar la pista y luego seguir la ruta circular que nos llevará hasta la parte alta de Llo. Un paseo perfecto, seguramente el más sencillo de este listado de excursiones por la Cerdanya Francesa.
5. Entre los bosques del Lago de Matamala
El Lago de Matamala es un lago artificial de la Cerdanya Francesa, y tiene una superficie de más de dos kilómetros. Su entorno es ideal para pasear, tanto a pie como en bicicleta. Y sus bosques esconden una buena población de ciervos.
Por ello, en otoño es un destino ideal para escuchar la sorprendente berrea del ciervo. Caminando por la mañana o al atardecer por alguno de los muchos caminos marcados dentro del bosque, el reclamo de los ciervos machos no dejará de impresionarnos. Y con un poco de suerte quizás podremos ver algúne ejemplar …
Si nos apetece caminar un poco más y conocer todo el entorno del Lago de Matamala, se puede circunvalar el lago caminando con una excursión de casi 10 kilómetros.
6. De Formiguera a los Lagos de Camporells
Dentro del Parque Natural Regional de los Pirineos Catalanes, y muy cerca del Lago de las Bulloses, se esconden dos lagos llenos de encanto: los Lagos de Camporells. Llegar no es nada complicado, y es una de las excursiones en la Cerdanya Francesa con los mejores paisajes.
La ruta comienza en el parking de la estación de esquí de Formiguera. Allí comienza el camino que asciende hasta el Serrat de la Calmasella, y que con unos 6,5 kilómetros nos llevará hasta los lagos. Tras la ascensión hasta el Serrat, hay que seguir avanzando por un camino ancho y cómodo hasta llegar a un hermoso mirador sobre el Circo de Camporells. Los dos Lagos de Camporells aparecen ante nuestra, con los bonitos Picos Perics como talón de fondo.
Vale la pena continuar caminando, y bajar hasta los lagos. Al borde de éstos, nos podremos relajar entre los prados que los rodean. Tranquilidad y unas grandes vistas.
Para seguir disfrutando del entorno de los Lagos de Camporells se puede pernoctar en el Refugio de Camporells, o bien acampar en el borde de los lagos. Si optamos por esta opción, podemos aprovechar la tarde para subir hasta los Picos Perics. Desde el refugio hasta el Puig Peric (2.810 m) son unos 4 kilómetros y 560 metros de desnivel. Una excursión ideal para descubrir la multitud de lagos que bañan la zona, y que también nos llevará por la cima del Petit Peric (2.690 m).
7. Del Coll de la Llosa al Refuge Du Col Del Torn
El Coll de la Llosa, situado a 1.860 metros sobre el nivel del mar, es un punto de partida excelente para hacer algunas de las excursiones por la Cerdanya Francesa más sencillas y con grandes vistas panorámicas.
Es una zona excelente para caminar entre los bosques o hacer raquetas de nieve durante el invierno. Suele haber poca gente, y si somos silenciosos quizás podremos encontrarnos con un zorro, jabalí o ciervo. De hecho, caminando por los bosques del Coll de la Llosa durante el otoño, podremos escuchar la berrea del ciervo.
Una buena ruta para hacer desde allí es el camino desde el Coll de la Llosa hasta el Refuge Du Col del Torn, una ruta muy llana y de poco más de 12 kilómetros.
8. Las Gorgas de Carançà
Muy cerca del pueblo Thuès-entre-Valls, se esconde un tesoro natural esculpido por el agua a lo largo de miles de años: las Gorgas de Carançà. Entre las enormes paredes verticales de un cañón, el agua del río avanza entre armoniosos saltos de agua y pequeñas pozas. Mientras, el camino avanza tortuosamente siguiendo el curso del río, y atravesándolo de vez en cuando a partir de los divertidos puentes colgantes.
Recorrer las Gorgas de Carançà es una excursión por la Cerdanya Francesa totalmente diferente. No demasiado exigente físicamente, pero muy variada. Con tramos algo vertiginosos entre las paredes del cañón, tramos llanos y relajantes alrededor del río, y tramos divertidos entre pasarelas y puentes colgantes.
El més recomanable és deixar el cotxe al pàrquing que hi ha a l’inici del canyó (costa 2 € cada 4 hores), i des d’allà començar la ruta llarga. Primer començarem guanyant alçada, per seguir caminant entre les parets del canyó per un camí no apte pels qui pateixen vertigen. Més endavant, el camí baixa per trobar-se amb el riu, i des d’allà comença la zona ombrívola i de passarel·les i ponts. Alguns dels racons del riu Carançà són tan bucòlics, que val la pena portar el dinar per tenir una estona per relaxar-se i gaudir de l’entorn. Finalment, s’arriba a un pont de pedra des d’on hi ha dues opcions: fer mitja volta i tornar pel mateix camí o bé fer la ruta circular, que s’allunya una mica del riu i torna per l’altra banda del canyó.
Lo más recomendable es dejar el coche en el parking que hay al inicio del cañón (cuesta 2 € cada 4 horas), y desde allí comenzar la ruta larga. Primero empezaremos ganando altura, para seguir caminando entre las paredes del cañón por un camino no apto para los que sufren vértigo. Más adelante, el camino baja para encontrarse con el río, y desde allí comienza la zona sombría y de pasarelas y puentes. Algunos de los rincones del río Carançà son tan bucólicos, que vale la pena llevar la comida para tener un rato para relajarse y disfrutar del entorno. Finalmente, se llega a un puente de piedra desde donde hay dos opciones: dar media vuelta y volver por el mismo camino o bien hacer la ruta circular, que se aleja un poco del río y vuelve por el otro lado del cañón.
9. Ascensión al Carlit desde el Lago de las Bulloses
El Carlit, con sus 2.921 metros de altitud, es la montaña más alta de la Cerdanya. Así que su ascensión no podía faltar en el listado de las mejores excursiones por la Cerdanya Francesa. Y no sólo porque es el pico más alto, sino también porque su ascenso es precioso.
La ruta más habitual comienza desde el Lago de las Bulloses, y desde allí se inicia el recorrido hacia los Lagos del Carlit. Una multitud de lagos que magnifican la belleza del paisaje. El Lago del Viver, el Lago de les Dugues, el Lago de Trebens y el Lago de Sobirans, son los lagos que encontraremos antes de la ascensión final, que nos llevará hasta el Estany Gelat y, finalmente, hasta el Pico del Carlit. Una vez arriba, tras la trepada final donde hay que utilizar las manos en más de un momento, veremos lagos en todas las direcciones. No hay duda: es una de las mejores vistas de la Cerdanya Francesa.
De bajada, se puede optar por descubrir el resto de los lagos, haciendo así la ruta ligeramente circular. Pasando por el Lago de Vallell, el Lago Sec y el Lago de la Comassa seguiremos descubriendo las maravillas del Macizo del Carlit.
La Cerdanya Francesa tiene tanta montaña y naturaleza que estas nueve excursiones son sólo una pequeña muestra de todo lo que se puede encontrar: ríos, lagos, picos escarpados y una fauna que, si tenemos la suerte de encontrar, nos alegrará cualquier excursión.
