Después de las tres primeras etapas del trekking de Muntanyes de Llibertat, ya teníamos claro que la cuarta etapa nos seguiría sorprendente. Iniciando la etapa desde la vertiente francesa, rememorando los pasos de los miles de víctimas de la guerra y la represión, que entre 1936 y 1945 se vieron obligados a cruzar la frontera por el Puerto de Tavascan-Marterat. Un trayecto con una profunda carga histórica que impregnaba los impresionantes paisajes que se alzaban ante nosotros.
Cuarrta etapa de Muntanyes de Llibertat: De la Gîte d’Êtape l’Escolan (Bidous) al camping Bordes de Graus
Desnivel: +1.620 m, -1025 m ; Distancia: 17,3 km. ; Durada: 7 horas i 30 minutos
Aunque el cielo continuaba estando tapado y podíamos intuir algunas nieblas a los picos de las montañas, cuando iniciamos la ruta ya no había amenaza de lluvias. Parecía que el tiempo nos respetaría y que podríamos descubrir los paisajes en todo su esplendor.
Rápidamente abandonamos Bidous al entrar dentro de uno de los bosques húmedos de Ariège. Aunque la ascensión no era muy pronunciada, el camino subía constantemente. Alejándonos del valle y dirigiéndonos hacia los puntos más agrestes de las muntañas. Allí donde la niebla se fundía con las montañas. Allí donde, dentro de unas horas, esperábamos estar nosotros. Cruzando la frontera pirenaica.
Los espesos bosques de hayas se abrían de vez en cuando, y nos permitían descubrir en el horizonte las montañas que servían de frontera entre Francia y Cataluña. Unas montañas bañadas en saltos de agua y de una frondosa vegetación que creaban una atmósfera que nunca habíamos visto en los Pirineos.
Después de haber ascendido unos 500 metros, abandonamos la zona de bosques y la pendiente pasó a ser más pronunciada. Nos quedaba la parte más dura. Pero también la más bonita. La niebla dominaba los puntos más altos de las montañas y nos recordaba la dureza de estos caminos. Seguíamos pisando los caminos que los republicanos, durante la Guerra Civil Española, y los judíos, durante el holocausto, habían tenido que atravesar en condiciones dramáticas. Imaginábamos la dureza de avanzar por estos terrenos sin material y durante el invierno. Recordando las trágicas epopeyas que habían tenido que sufrir muchas familias. Y sintiendo la necesitar de homenajearlas mientras seguíamos avanzando por los caminos donde estas familias habían hecho brotar la magia de la libertad.
El camino era cada vez más empinado y agreste. Nos esperaba la última ascensión del trekking de Muntanyes de Llibertat. Intuíamos el Puerto de Tavascan, que había quedado inundado por la niebla, pero siguiendo el recorrido que nos marcaba el GPS teníamos claro que faltaba poco para coronar el Puerto.
Avanzando entre escalones rocosos, que de vez en cuando se introducían por el interior de un arroyo, ganamos rápidamente altura y quedamos inundados por la niebla.
El viento y la poca visibilidad no nos invitaban a parar, así que una vez llegamos arriba del Puerto de Tavascan (2,220 metros) iniciamos rápidamente la bajada por la vertiente catalana. El camino había pasado a ser mucho menos empinado, y el paisaje había perdido la tonalidad tan verde que tenía en la otra vertiente. El entorno era completamente diferente.
A medida que nos alejábamos del Puerto de Tavascan, también dejamos atrás la niebla y el viento. Al llegar a los Estanys del Port i del Xic, el tiempo había cambiado sorprendentemente. El cielo lucía resplandeciente y el sol nos calentaba finalmente después de dos días de mucha niebla.
Después de un descanso revitalizante frente los lagos, iniciamos el último descenso del trekking de Muntanyes de Llibertat. Ya sólo nos faltaban poco más de dos horas para llegar hasta el Camping Bordes de Graus.
Entre ziga-zagues vam anar perdent alçada, fins arribar a la Font de la Costa. Des d’allà ja només ens havíem de seguir el camí que, per l’interior del bosc, ens portaria fins a les bordes de Noarre, on ja havíem passat durant la primera etapa del trekking.
Poco a poco fuimos perdiendo altura, hasta llegar a la Font de la Costa. Desde allí ya sólo teníamos que seguir el camino que, por el interior del bosque, nos llevaría hasta las bordas de Noarre, donde ya habíamos pasado durante la primera etapa del trekking.
Ya habíamos completado prácticamente toda la ruta, pero antes de recorrer el último tramo hasta el camping Bordes de Graus, nos desviamos hasta la hermosa cascada de Noarre para despedirnos del mágico ruido del agua que nos había acompañado durante la mayoría de las etapas.
Durante la última parte de la etapa hasta el Camping Bordes de Graus, nos olvidamos del cansancio y fuimos saborear los últimos kilómetros de ruta. Los últimas pasos por las Montañas de Libertad. Lo habíamos conseguido. Habíamos completado la ruta de Muntanyes de Llibertat! Y habíamos descubierto unos de los paisajes más emocionantes de los Pirineos. Por lo que eran y lo que significaban.
Mientras nos ponía el último sello en el forfait, sentíamos que este trekking nos había permitido descubrir en cuatro días gran parte del Parque Natural del Alt Pirineu y el Parc Naturel Régional des Pyrénées Ariégeoises. Dos rincones de los Pirineos muy cercanos pero completamente diferentes. Llenos de contrastes. Y unidos magistralmente en este trekking para rememorar y homenajear los caminos que siguieron las víctimas de la guerra.
Recordándonos que en la montaña siempre habrá esperanza.
Recordándonos que las Montañas siempre son Libertad.
Información práctica sobre Muntanyes de Llibertat
Página web oficial: http://www.muntanyesdellibertat.com/index.htm
GPS de la ruta: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4971226
Crónica de la primera etapa: https://viajaresdescubrir.com/muntanyes-llibertat-camping-graus-refugi-certascan/
Crónica de la segunda etapa: https://viajaresdescubrir.com/muntanyes-llibertat-refugio-certascan-aulus-les-bains/
Crónica de la tercera etapa: https://viajaresdescubrir.com/muntanyes-llibertat-aulus-bains-bidous/