El Parque Nacional Tarangire, situado al norte de Tanzania, es uno de los más visitados del país. No es tan famoso como el Parque Nacional Serengeti o el Área de Conservación del Ngorongoro, pero es muy recomendable incluir este parque en cualquier ruta por tierras tanzanas.
En Tarangire hay muchísimos elefantes. Y se pueden ver manadas de más de 300 ejemplares, especialmente alrededor del río Tarangire. Este río es la fuente principal de agua del parque, y también atrae a cebras,jirafas o búfalos.
Por otra parte, el Parque Nacional Tarangire es famoso por sus baobabs milenarios. Estos enormes y majestuosos árboles abundan a lo largo de todo el parque.
¿Dónde se encuentra el Parque Nacional Tarangire?
El Parque Nacional Tarangire tiene una extensión de 2.600 km² y se encuentra en el norte de Tanzania. En concreto, está al sur del Lago Manyara.
Es muy habitual incluir un safari en este parque nacional durante los circuitos por los parques nacionales del norte del país. Para llegar al parque en coche desde Arusha se tarda unas tres horas.
¿Cómo visitar el Parque Nacional Tarangire?
La manera más usual de visitar el Parque Nacional Tarangire es haciendo un safari en 4×4. Aunque se puede entrar en el parque por libre, no es una opción demasiado recomendable durante la primera visita a la zona. Es un parque extenso, y si se quiere gozar de la observación de la fauna es importante conocer su distribución y las mejores zonas para ver cada especie.
Por eso, lo más común es hacer los safaris acompañado de un guía local. Se pueden contratar safaris de un solo día desde Arusha. Pero si se dispone de más tiempo es aconsejable reservar un safari de varios días (a poder ser, entre cuatro y seis) y combinar un safari en el Parque Nacional Tarangire, con el Serengeti y el Ngorongoro. Una buena forma de encontrar safaris económicos es reservarlos directamente con agencias locales. A través de la web SafariBookings.com se pueden comparar los distintos circuitos y precios de las agencias.
Algunas agencias locales recomendadas para contratar a los safaris son:
Otra opción para visitar el parque es reservar un alojamiento cercano a la reserva, como por ejemplo el Tarangire Sope Lodge o el Tarangire Safari Lodge, y organizar los safaris directamente a través suyo.
Durante una visita a este parque nacional, también se pueden realizar safaris a pie y safaris en 4×4 durante la noche.
¿Cuánto cuesta hacer un safari en el Parque Nacional Tarangire?
La entrada a este parque nacional cuesta 59 USD para los extranjeros . El pago de este importe da derecho a permanecer 24 horas en el parque.
Si se contrata un safari en este parque a través de una agencia, entonces el precio de la entrada suele estar incluido. En Tanzania es habitual pagar unos 200 USD por día de safari, si se viaja en grupo y haciendo camping. En caso de querer un coche privado y mejorar los alojamientos, el precio sube progresivamente.
¿Cuál es el mejor momento del año para visitar este parque?
Aunque el Parque Nacional Tarangire puede visitarse durante todo el año, y siempre ofrece una buena experiencia, hay algunos meses del año que son más favorables.
Los mejores meses para visitar este parque nacional son desde julio a octubre. Estos meses coinciden con la época seca, y dado que apenas llueve, el río Tarangire se convierte en la única fuente de agua de la zona. Esto hace que se produzcan una migración de herbívoros hacia el parque (de unos 250.000 ejemplares) que también atrae a varios depredadores.
En noviembre, cuando comienzan las lluvias, muchos de los herbívoros abandonan el parque buscando zonas con mayor alimento. Esto hace que durante noviembre y diciembre la fauna en el parque se encuentre en los niveles más bajos. Sin embargo, sigue habiendo animales.
De enero a marzo comienza la época de lluvias principal. El paisaje se vuelve mucho más verde y frondoso y, poco a poco, comienzan a volver los herbívoros al parque. Durante estos meses los niveles de fauna no son los más altos, pero los safaris suelen ser bastante productivos.
Durante abril y mayo, cuando ya ha terminado la época de lluvias, se puede disfrutar de un buen clima y de un paisaje muy verde y exuberante. Sin embargo, durante esta época la fauna todavía está muy dispersa.
Como siempre, la ventaja de visitar el parque fuera de los mejores meses es que los precios son más económicos y hay mucho menos volumen de coches. Además, siempre hay opciones de ver a los famosos felinos del parque (leones, guepardos y leopardos), ya que son animales territoriales.
Qué animales se pueden ver en Tarangire
En el Parque Nacional Tarangire se pueden observar la mayoría de los emblemáticos animales de África. La única especie que no puede verse en el parque es el rinoceronte.
Algunas de las especies más comunes son:
- Elefantes (¡hay muchísimos!)
- Jirafas
- Cebras
- Impalas
- Mangostas (en concreto la mangosta enana africana y la mangosta rayada)
- Antílopes de agua
- Ñus
- Búfalos
- Monos verdes
En cuanto a los depredadores, los leones son los más comunes. Sus observaciones son habituales pero no siempre se dejan ver. También hay leopardos y guepardos, pero sólo se ven de forma ocasional.
Además existe una gran variedad de pájaros (más de 500 especies). En los humedales es donde se pueden ver más especias.
¿Dónde dormir en el Parque Nacional Tarangire?
Como en la mayoría de reservas tanzanas, en el Parque Nacional Tarangire existe la opción de dormir dentro del parque nacional o bien en algún pueblo cercano.
Dormir dentro tiene la ventaja de no tener que perder tiempo con traslados. Esto implica aprovechar mucho más los mejores momentos para ver animales (las primeras y últimas horas del día). Además, desde el mismo alojamiento muchas veces se puede seguir observando la fauna. El inconveniente en estos casos es el precio. Por lo general, nunca hay alojamientos de presupuestos bajo dentro de los parques.
Algunos de los alojamientos más destacados en el interior del parque son:
Por dormir de forma económica dentro del Parque Nacional Tarangire se puede optar por acampar en alguno de los campings públicos. Es necesario llevar todo el material. Y tiene un coste de 35,40 USD.
Si se busca una opción más económica, entonces lo mejor es alojarse en Mto wa Mbu (a una hora en coche del parque nacional). En la mayoría de las rutas de safari es muy habitual parar en este pueblo, puesto que se encuentra a poco más de treinta minutos de la entrada al área de conservación del Ngorongoro. En Mto wa Mbu existe una amplia oferta de alojamientos, desde campings privados hasta otras opciones más cómodas. Yo pasé dos noches en el Jambo Lodge y una en el Fig Tree Lodge Camp , y en ambos casos las habitaciones eran sencillas pero aceptables. Puedes ver toda la oferta de alojamientos aquí.
Mi experiencia dos días en el Parque Nacional Tarangire
Al viajar a Tanzania, hice un safari de seis días y otro de cuatro días, los dos por la zona norte del país. En ambos casos hice un safari en el Parque Nacional Tarangire. Era febrero, que en teoría no es la mejor época para visitar el parque, pero mi experiencia fue muy positiva.
Mi primer safari
El Parque Nacional Tarangire fue la primera parada del primer safari en grupo que hice en Tanzania con la agencia local Meru Slopes Tours & Safaris. Habíamos salido de Arusha a las ocho de la mañana, para llegar al parque sobre las once. No era la mejor hora, ya hacía bastante calor y sol. Pero cuando se viaja en grupo y con una agencia, es básico saber adaptarse.
Poco después de haber entrado en el parque ya quedé fascinado por los baobabs y el verdor del paisaje. Era uno de los escenarios más bonitos de los que vería en el norte del país.
Después de los primeros grupos de cebras e impalas, encontramos algún ñu solitario y también un par de jirafas. Desde allí no tardamos mucho en ver un grupo de elefantes, algo alejados de la pista por donde podíamos circular. Poco después avisaron por la radio a nuestro guía. Habían localizado un guepardo. No es una observación fácil en el Parque Nacional Tarangire, así que fuimos directos hacia allí. Cuando llegamos ya estaba tumbado a la sombra de una acacia. Estaba un poco lejos y sólo se le veía la cabeza, pero siempre hace ilusión poder ver al felino más rápido de la sabana.
Continuamos avanzando hacia el interior del parque, y nos encontramos con una nueva sorpresa: ¡dos leonas! Hacía mucho calor, y estaban las dos tumbadas y durmiendo. Sólo una de ellas se levantó durante unos minutos, para moverse unos metros y volver a acostarse.
Una vez hecha una parada para el almuerzo, en una zona de picnic en el interior de la reserva, continuamos con el safari. Pudimos fotografiar un pájaro secretario, y también un grupo de mangostas que se movían rápidamente entre un termitero. Poco antes de terminar el safari, encontramos a un numeroso grupo de elefantes muy cerca del camino. En estos casos, si los elefantes se muestran confiados, lo mejor es parar el coche y permanecer en silencio. Poco a poco se fueron acercando y pasaron prácticamente por el lado del vehículo.
Terminamos el día yendo hasta el pueblo Mto wa Mbu, para dormir en el Jambo Lodge. Desde allí, saldríamos al día siguiente hacia el Serengeti, con toda la comida y material de acampada para los próximos días.
El segundo safari en Tarangire
Durante el segundo safari que hice al viajar a Tanzania, de cuatro días y contratado a través de la agencia local Colours Africa Tours & Safaris, visité el Parque Nacional Tarangire al último día de ruta. Después de haber dormido en el Fig Tree Lodge Camp, en Mto wa Mbu, salimos hacia el parque nacional a las ocho de la mañana. Poco después de las nueve ya empezábamos el safari.
De nuevo, los baobabs y las cebras fueron la bienvenida perfecta. Vimos un baobab con el tronco muy dañado, y pocos segundos después apareció el culpable: un elefante. Los elefantes se afilan los colmillos con los troncos de los baobabs, también se rascan, y los rompen para obtener agua.
Unos metros más adelante había un nuevo grupo de elefantes. Había una pequeña cría, de unos tres o cuatro meses, que se escondía tímidamente entre las piernas de su madre.
Después de esto llegó uno de los grandes momentos de mi ruta por Tanzania. Nos avisaron de que había un grupo de leonas descasando en las ramas de un árbol. Una de las escenas que más ganas tenía que ver. Los famosos leones trepadores. Cuando llegamos allí, aún fue mejor de lo que había imaginado. Había dos leonas adultas, enormes, pero también tres pequeñas crías de unos cuatro meses. Se fueron activando, y pude ver cómo jugaban, maullaban y bajaban patosamente del árbol.
Gracias a esta escena, el Parque Nacional Tarangire se convirtió en uno de mis favoritos.
(Este post forma parte de la guía para viajar a Tanzania, basada en mi experiencia en el país)
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