Ruta por las Islas Lofoten: La Carretera del Rey (Reine, Hamnøy y Å)

Hacer una ruta por las Islas Lofoten ofrece un viaje por paisajes impresionantes. Es asombrosa la combinación del océano, con sus playas de arena blanca y aguas cristalinas; las cimas escarpadas de las montañas, donde la nieve no desaparece hasta los meses más calurosos del año; y los pequeños pueblos de pescadores, donde todavía están las tradicionales casas de madera.

Además, estas islas de Noruega son un destino ideal durante todo el año. En invierno se tiñen de blanco y ofrecen la posibilidad de ver auroras boreales. En verano, en cambio, el sol de medianoche sorprende a los viajeros y es el momento de disfrutar de las infinitas rutas de senderismo que recorren las montañas de las Islas Lofoten.

La mejor manera de descubrir las Islas Lofoten es conduciendo por la carretera E10 o la Ruta del Rey. Esta ruta panorámica transcurre desde Raftsundet hasta Å, con desvíos hacia Nusfjord, Vikten, Utakleiv, Unstad, Eggum y Henningsvær.

Ruta por las Islas Lofoten: 10 Rincones Únicos de la Carretera del Rey

En el estrecho de Raftsundet, donde hay un puente que conecta el archipiélago de Vesterålen con las Islas Lofoten, se considera que comienza la ruta panorámica por las Islas Lofoten, que sigue la carretera E10. Para conocer en profundidad estas islas, y descubrir los rincones más escondidos, vale la pena conducir por carreteras secundarias para llegar a playas o pueblos más aislados. Sin embargo, hay paisajes únicos por donde pasa esta carretera, y que son imprescindibles en cualquier viaje a las Islas Lofoten.

1. Austnesfjorden Rasteplass

Esta zona de picnic es ideal para detenerse y disfrutar de una de las mejores vistas del fiordo Austnesfjorden y la iglesia Sildpollneset. La mejor perspectiva se tiene desde lo alto de la colina Austneset, por donde se llega siguiendo unas pasarelas de madera instaladas para preservar la vegetación de la zona.

2. Svolvaer

La capital de las Islas Lofoten es una parada imprescindible de la Carretera del Rey. La ciudad en sí no es especial, pero sobre todo valen la pena las salidas en barco o lancha para ver el fiordo Trollfjord. También se realizan salidas específicas para ver águilas de cola blanca, una de las aves rapaces más grandes de Europa.

3. Rørvika Beach

Esta playa es de las más sorprendentes de las Islas Lofoten. Se encuentra a pocos metros de la carretera, pero el paisaje que la rodea es único. En invierno, el blanco de la nieve contrasta con la arena oscura, y las montañas nevadas añaden aún más contraste a la escena. Es una de las primeras playas por donde pasa la Carretera del Rey, así que vale mucho la pena detenerse.

4. Henningsvær

Para llegar al pueblo de Henningsvær es necesario desviarse durante unos 10 kilómetros de la Carretera del Rey o E10. Esta localidad se ha hecho muy famosa durante los últimos años por su campo de fútbol, ​​rodeado de rocas y el mar de Noruega. Sin duda uno de los lugares más espectaculares donde practicar este deporte.

Aparte del campo de fútbol, ​​Henningsvær aún conserva su pintoresco espíritu de pueblo de pescadores.

5. Eggum

La Carretera del Rey no pasa por el pueblo de Eggum, sino que hay que conducir durante 9 kilómetros por una carretera secundaria. Pero vale mucho la pena. Sobre todo por el entorno que rodea a este pequeño pueblo de pescadores, donde destaca la famosa playa de Eggum.

Es un destino ideal para intentar ver la aurora boreal durante los meses de invierno, y para ver el sol de medianoche en verano.

6. Leknes y las Playas del Norte

Leknes, con poco más de 10.000 habitantes, es la segunda localidad más importante de las Islas Lofoten. El pueblo en sí no es muy especial. Pero es una buena zona en la que dormir durante dos o tres días, sobre todo para tener tiempo para explorar el norte de la isla de Vestvågøya. Donde hay alguna de las playas más bonitas de las Islas Lofoten. La Vik Beach, la Haukland Beach, la Uttakleiv Beach y la Unstad Beach son algunas de las más famosas.

7. Rambergstranda

La Rambergstranda Beach es una de las playas más escénicas de las Lofoten. Una extensa playa de arena fina y de color dorado. En invierno la arena desaparece bajo la nieve, que tiñe de blanco a las montañas que rodean esta playa. Es una zona ideal para pasear y saborear el entorno.

8. Hamnøy

El pueblo de Hamnøy necesita muy pocas presentaciones. Es uno de los pueblos más bonitos de las Islas Lofoten. La Carretera del Rey o E10 pasa justo al lado del pueblo, atravesando el icónico puente desde donde se tiene la mejor perspectiva de las casas de pescadores de esta famosa localidad.

9. Reine

Reine es uno de los otros imprescindibles de las Islas Lofoten. De nuevo, la ruta panorámica por las Islas Lofoten, que sigue la carretera E10, pasa junto al pueblo. Al lado de la carretera hay un mirador espectacular. Contemplar desde ahí la salida de sol, la puesta de sol o las auroras boreales es una experiencia fascinante.

10. Å

El pequeño pueblo de Å es el final de esta preciosa ruta por las Islas Lofoten. El pueblo por sí solo no es el más popular, pero transmite una paz, tranquilidad y soledad que va muy ligada a los paisajes árticos.

Ruta por las Islas Lofoten: Nuestra experiencia recorriendo el final de la Carretera del Rey

Fotografiando el amanecer desde Hamnøy

Después de tres días recorriendo la Carretera del Rey de las Islas Lofoten, haciendo muchas paradas y desviándonos por carreteras secundarias nevadas, hoy llegaremos al último pueblo de esta ruta: Å.

Aún con los recuerdos de las auroras boreales, nos levantamos pronto para ver salir el sol desde el puente de Hamnøy. Esta es la vista más fotografiada de las Islas Lofoten: cada mañana un buen número de fotógrafos se agrupan allí para tomar la misma foto. Esto le resta un poco de magia en el sitio, pero nosotros también queremos disfrutar de este paisaje de buena mañana. Es un espectáculo cuando el sol sale por el horizonte e ilumina las montañas que rodean las casas de Hamnøy.

Conduciendo hasta Å, el último pueblo de las Islas Lofoten

Después de este espectáculo fotográfico y paisajístico, conducimos hasta Å, el pueblo más occidental de las Islas Lofoten. El día está muy tapado, dando una atmósfera completamente ártica al paisaje. Paseamos entre las calles congeladas del pueblo, y nos acercamos hasta su puerto. No hay nadie y todo está cerrado. Desde este pueblo comienza una interesante y exigente excursión hasta la montaña Stokkavika, una ruta de alta montaña que en invierno no nos planteamos hacer.

Aprovechamos el resto del día para continuar descubriendo los paisajes de la isla Moskenesøya. Hacemos una pequeña visita al puerto de Reine, donde durante la pasada noche tuvimos la suerte de ver a dos nutrias. No tenemos tanta suerte de nuevo, así que nos vamos del pueblo en coche para dirigirnos hasta la Ytresand Beach.

Admirando la Ytresand Beach

Llegamos a esta playa, ubicada al norte de la isla Moskenesøya, justo cuando comienza a nevar. El paisaje es espectacular. La playa está rodeada de montañas escarpadas, un ambiente completamente alpino. Vemos que un pequeño camino sale desde la playa, y que sube hacia una pequeña montaña. Intentamos hacer un trozo, pero sin ir bien equipados con crampones y raquetas de nieve lo vemos muy peligroso, así que damos media vuelta después del primer kilómetro.

Una nueva nevada en las Islas Lofoten

Al realizar una ruta por las Islas Lofoten en invierno es necesario estar preparado para el mal tiempo. Y esto es lo que nos espera durante la tarde. La nevada es cada vez más intensa y las montañas desaparecen entre la niebla. Es momento de volver hacia el alojamiento. Hoy pasaremos la segunda noche en un Rorbuer en el pueblo de Tind. Contemplar la nevada desde una casita de pescadores con vistas al mar es también una parte especial de este viaje.

Durante la noche la previsión de auroras boreales es buena, pero el cielo está completamente tapado. Nos levantamos a cada hora para revisar el cielo, y sobre las tres de la madrugada vemos cómo las nubes comienzan a abrirse. No queremos perder la oportunidad de ver una última aurora boreal en las islas Lofoten. Bien abrigados subimos al coche y salimos a buscar a la dama verde. Las nubes no nos dejan ver el espectáculo de las auroras boreales tan bien como ayer, aunque podemos apreciar sus tonos verdosos difuminados. No es la mejor aurora boreal, pero es una aurora boreal. ¡Y esto siempre es un espectáculo!

Volvemos al alojamiento alrededor de las cinco de la madrugada, justo cuando comienza a amanecer. Es momento de descansar un poco antes de poner rumbo hacia la Isla de Senja.

(Este post corresponde al sexto día de nuestro viaje a las Islas Lofoten)