Kandy es sinónimo de budismo. Es una de las ciudades más sagradas de Sri Lanka. Principalmente porque en esta localidad se encuentra el Templo del Diente de Buda, el centro de peregrinaje budista del país.
Pero Kandy es mucho más que el Templo del Diente de Buda. Esta ciudad, la segunda más grande del país, es la puerta de entrada hacia las Tierras Altas. Se encuentra rodeada de campos de té y de pequeñas colinas. Y también tiene un centro histórico lleno de encanto. Donde destaca un pequeño lago y su mercado.
Qué ver en las afueras de Kandy
Alrededor de Kandy hay un conjunto de puntos muy interesantes, que pueden visitarse durante una mañana. Para ello, lo más cómodo es contratar un tuk-tuk (con conductor) para realizar un circuito por los diferentes puntos.
Real Jardín Botánico de Peradeniya
El Real Jardín Botánico se encuentra sobre una colina de Peradeniya, un pueblo a unos 6 kilómetros de Kandy. Estos jardines estaban reservados exclusivamente a la realeza de Kandyan, pero actualmente están abiertos al público. Son los mayores jardines botánicos de Sri Lanka (60 hectáreas) e incluyen más de 4.000 especies de plantas.
La entrada al Real Jardín Botánico cuesta 1.500 LKR por adulto.
El Museo del Té de Ceilán
El Museo del Té de Ceilán (Ceylon Tea Museum) se encuentra en la antigua fábrica de Té de Hantana, a unos 3 kilómetros de Kandy. Hantana fue uno de los primeros puntos de Sri Lanka donde se inició el cultivo del té.
La entrada cuesta 750 LKR por adulto. Incluye una visita guiada por la instalación. En planta baja y las dos primeras plantas hay maquinaria antigua, y el recorrido permite conocer todo el proceso desde la recolección hasta la venta del té.
En la azotea hay una pequeña tienda, donde se puede hacer una degustación del té (incluida en el precio de la entrada) y, si se desea, comprar alguna variedad.
La Estatua de Buda de Bahiravokanda Vihara
Esta estatua de Buda, también conocida como el Buda gigante de Kandy, se encuentra en la parte alta de una colina. Es una construcción relativamente nueva (fue construida en el siglo XX) y es una de las mayores estatuas de Buda de Sri Lanka: mide casi 30 metros de altura. Desde allí, las vistas de Kandy son increíbles.
La entrada para visitar la escultura cuesta 200 LKR.
El Templo de Gadaladeniya
El Templo de Gadaladeniya es un pequeño templo budista situado en el exterior del centro de Kandy, con una fina estructura de piedra y un ambiente tranquilo. Es un buen sitio para escapar de los puntos más masificados de Kandy.
La entrada es gratuita, pero es recomendable realizar alguna donación.
Otros puntos de interés
– Degal Doruwa Raja Maha Vihara: este pequeño templo está construido dentro de una cueva, y data del siglo XVIII. Hay 5 monjes residentes, que suelen guiar a los visitantes por el templo.
– Udawatta Kele Royal Sanctuary: es un santuario de naturaleza que se encuentra en la ciudad de Kandy, a sólo 1 kilómetro del centro. Dentro de este bosque se han contabilizado 81 especies de pájaros y 21 serpientes. Es recomendable visitarlo con guía.
– Templo de Lankathilaka: este templo, situado a unos 15 kilómetros de Kandy, es famoso porque se construyó en lo alto de una roca irregular. Tiene una altura de 25 metros.
– Embekka Devalaya: se trata de un templo hinduista, construido entre el siglo XIV y XV. Es bastante diferente a la mayoría de los famosos templos de Sri Lanka, que son budistas.
Qué ver en el Centro de Kandy
El Templo del Diente de Buda
Al norte del Lago de Kandy se encuentra el edificio más emblemático e importante de Kandy: el Templo del Diente de Buda o Sri Dalada Maligawa. Este templo alberga la reliquia budista más valiosa de Sri Lanka: un diente de Buda.
La leyenda dice que el diente sagrado de Buda fue arrebatado de su pira funeraria en la India en el año 483 aC. Pero no llegó a Sri Lanka hasta el siglo IV dC., cuando fue escondido en el pelo de una princesa que lo entró de contrabando en Sri Lanka. El diente se trasladó a lo largo de los años por Sri Lanka y, de hecho, fue devuelta a la India en 1283 por un ejército invasor. Pero más tarde fue recuperada por el rey de Sri Lanka y fue devuelto al país.
El Templo del Diente de Buda fue construido por los reyes Kandyan durante el siglo XVIII. Está formado por varias salas. La más importante es la Vahahitina Maligawa, donde se encuentra el diente de Buda.
El número de peregrinos que visitan a diario este templo es muy alto. Los budistas de Sri Lanka creen que al menos una vez en la vida deben realizar una peregrinación a este monumento.
Para visitar este templo es necesario pagar una entrada de 1.500 LKR. También es necesario descalzarse y dejar el calzado en una consigna en el exterior por 100 LKR. Además, hay que tener en cuenta que en la entrada existen controles de seguridad, sobre todo desde que se detonó una bomba cerca de la entrada principal en 1998.
Otros templos en el centro de Kandy
Cerca del Templo del Diente de Buda hay otros pequeños templos que también se pueden visitar. Es una zona donde se mezclan los devotos de las diferentes religiones (budistas ingleses e hinduistas).
Algunos de los más destacados son:
– Natha Devala
– Pattini Davalaya
– Malwatte Maha Vihara
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Si quieres saber más puedes leer este post sobre las mejores tarjetas para viajar.
El Lago de Kandy
El Lago de Kandy es uno de los protagonistas del centro de esa ciudad. Es un pequeño oasis de naturaleza, entre la frenética actividad de la segunda ciudad más poblada del país.
El lago fue creado en 1807 por el último gobernante del reino de Kandy. En medio del lago se encuentra una pequeña isla utilizada por el harén personal del emperador.
Es un lugar ideal por donde pasear, y ver la puesta de sol.
El Mercado Municipal
El mercado municipal de Kandy es un punto en el que conocer la vida de los locales de la ciudad. Está organizado por secciones y tiene una parte de galerías interiores.
Es una buena zona donde comprar especias o telas en algunas de las paradas del mercado.
Qué NO visitar en Kandy: el santuario de Elefantes de Pinnawala
Durante los últimos años se ha hecho muy popular el «santuario» de elefantes de Pinnawala, situado cerca de Kandy. Muchas de las agencias de la ciudad y conductores incluyen esa visita en sus circuitos. Si quieres viajar de forma responsable: NO visites este «santuario».
Aunque Pinnawala se describe como un santuario u orfanato de elefantes, no deja de ser un zoo encubierto. La prioridad allí no son los animales, ni su rehabilitación y liberación en la naturaleza. Es un negocio en el que el objetivo es hacer dinero. Se utilizan los elefantes como reclamo turístico y se realizan actividades muy cuestionables, que no son responsables con los animales. Por ejemplo:
- Los turistas pueden interactuar con los elefantes.
- Se encadena a los elefantes machos durante el «musth» (un período agresivo asociado a las hormonas reproductivas), causándoles heridas en las patas.
- Se entrena a los elefantes para que interactúen con los turistas con un «ankus», un gancho con el que les provocan dolor.
Puedes leer más información sobre por qué NO visitar Pinnawala aquí .
Si durante un viaje a Sri Lanka quieres ver elefantes, la forma más responsable de hacerlo es realizando un safari en alguno de los parques nacionales. Así verás animales salvajes, y contribuirás a su conservación. Dos de los mejores lugares para ver elefantes en Sri Lanka son el Parque Nacional Kaudulla y el Parque Nacional Minneriya.
Consejos para visitar Kandy
Cuando se visita Kandy no puede olvidarse que esta ciudad, declarada patrimonio mundial por la UNESCO, es uno de los puntos más sagrados por el budismo en Sri Lanka. Por eso, en señal de respeto a la cultura local es necesario ir vestido con ropa larga (sobre todo que cubra hombros y piernas) y descalzarse al visitar monumentos sagrados.
Por lo general la seguridad en Kandy es alta, pero hay una estafa habitual de cara a los turistas. A veces algún local se acerca a los turistas para explicar que justo el presidente de Sri Lanka visitará la ciudad ese día y que habrá un espectáculo en el Templo del Diente de Buda; y les intenta convencer para que compren unas entradas para poder asistir al evento exclusivo. Obviamente es todo mentira. Basta decir que no te interesa y te dejarán tranquilo.
Dónde dormir en Kandy
Para tener mayor libertad, y poder visitar el centro de la ciudad libremente, es aconsejable alojarse cerca del centro de la ciudad.
Algunos de los alojamientos más recomendados son:
– Sarvodaya Samma Vaasa Residence
En nuestro caso, pasamos 2 noches en el Galaxy City Hotel y estuvimos muy a gusto.
Kandy en 1 día: nuestra experiencia
Decidiendo nuestra ruta para conocer Kandy
Por la mañana, preguntamos al alojamiento si pueden avisar a 2 tuk-tuks para realizar un recorrido por los diferentes puntos de interés de las afueras de Kandy. Después de pocos minutos llegan dos conductores, que se ofrecen a hacernos un tour por los alrededores de Kandy.
Lo primero que hacemos es pactar el precio y los diferentes puntos que queremos visitar. Acordamos pagar 5.400 LKR por los dos tuk-tuks (en el momento del viaje corresponde a unos 30 euros), por unas 6 horas de recorrido por las afueras de Kandy.
Desde el centro hasta el Jardín Botánico
Empezamos la ruta por Kandy dirigiéndonos hacia el Jardín Botánico. Sin embargo, antes hacemos una parada en la estación de tren de la ciudad. Queremos preguntar si todavía quedan billetes de tren con asiento asignado para ir a Nuwara Eliya al día siguiente. Nos confirman lo que esperábamos: ya está todo lleno. Esto no quiere decir que no podamos ir en tren, pero no tendremos asiento. Por tanto, si se quiere reservar asiento es básico hacerlo con cierta antelación (se puede hacer online).
Después de esta corta parada, vamos hasta el Jardín Botánico. Es un buen lugar donde pasear, y disfrutar de la gran variedad de especias de árboles, flores… Además, también vemos monos y murciélagos.
Conociendo los campos de Té de Kandy
Desde allí, vamos hacia una zona de campos de té cercanas al Museo del Té. Esto nos lo recomienda el conductor del tuk-tuk. Y nos fiamos de él.
Allí nos esperan dos tea puckers, que nos explican su trabajo y nos acompañan a realizar un recorrido entre las plantaciones.
Después ya vamos hasta el Museo del Té donde podemos realizar la ruta guiada y una cata del té.
Subiendo hasta la Estatua de Buda de Bahiravokanda Vihara
La siguiente parada del recorrido la hacemos en la estatua de Buda de Bahiravokanda Vihara. Los tuk-tuks sufren un poco para ascender hasta lo alto de la colina donde se encuentra la escultura, pero acabamos llegando.
Visitar este monumento es una experiencia muy tranquila, ya que no suele haber mucha gente.
Conociendo el centro de Kandy
Una vez terminamos la vista de la estatua del Gran Buda de Kandy, nos llevan en tuk-tuk hasta el centro. De camino, nos animan a hacer una pausa en una parada de fruta. ¡Y es un espectáculo! Probamos una gran variedad de frutas, algunas que nunca habíamos visto, y descubrimos gustos completamente nuevos.
Una vez en el centro de Kandy nos despedimos de los dos conductores/guías que nos han acompañado durante la mañana. La visita por el centro la hacemos por libre. Dedicamos las primeras horas de la tarde a conocer el mercado. Sobre todo en la zona donde se vende comida existe una actividad bulliciosa. Muchos ruidos y gente. ¡Y también muchos olores! Es una gran experiencia pasear por allí, y aprovechamos para comprar algunas especias de cocina, que seguro que en casa nos recordarán el viaje a Sri Lanka.
De la actividad frenética del mercado, vamos a la tranquilidad del lago. Damos toda la vuelta mientras contemplamos cómo los colores del cielo ganan intensidad con la puesta de sol. El camino es bastante agradable, aunque hay ruido de los vehículos que circulan cerca del centro. Desde allí vamos caminando hacia el punto más sagrado de la ciudad de Kandy: el Templo del Diente de Buda.
Visitando el Templo del Diente de Buda
Visitamos este templo cuando empieza a oscurecer, y es todo un acierto. No hay demasiada gente, y con la oscuridad la luz de las velas o el humo de los inciensos crea una atmósfera más mística.
Vamos recorriendo la sala con silencio, mientras escuchamos las oraciones de los budistas y observamos las diferentes ofrendas florales. Es uno de los templos con mayor decoración de los que hemos visto en Sri Lanka.
Como siempre al visitar templos budistas, mostramos el máximo respeto hacia la cultura local. Un aspecto básico es no dar nunca la espalda a las estatuas de Buda, y no hacerse fotos.
Acabamos la visita cuando ya está completamente oscuro. Decidimos cenar en el centro de Kandy, en un restaurante muy económico y lleno de gente local. Es muy sencillo (la cena para cuatro personas nos cuesta 780 LKR, es decir, unos 4 euros).
Desde allí sólo tenemos que andar unos quince minutos para llegar al alojamiento, el Galaxy City Hotel.
(Este post corresponde al séptimo día del viaje a Sri Lanka)
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