Aunque nos cueste aceptarlo, llega el último día del viaje a Islandia. Sin embargo, no tenemos el avión hasta las doce de la noche, así que todavía tenemos todo un día para continuar disfrutando de este fantástico país.
Arrancamos la jornada con la cascada Glanni, una pequeña cascada que está bastante cerca de donde dormimos. Desde el parking, llegamos a un mirador siguiendo un corto camino, pero tampoco nos entretenemos demasiado, ya que durante el viaje hemos visto cascadas mucho más impresionantes…
Después de esta corta parada, vamos hasta el cráter Grábrók. Este cráter, formado hace menos de 3000 años, puede ascender siguiendo un camino marcado desde el aparcamiento. Las vistas del interior del cráter y de los campos de lava recubiertos de musgo y de arbustos son magníficas. Así que vale la pena hacer el recorrido.
A continuación, ya ponemos rumbo hacia el sur. Cuando llevamos una hora de trayecto nos desviamos hasta las Troll Waterfalls. Son unas pequeñas cascadas donde habíamos leído que se pueden ver los salmones saltando. Sabemos que no es la época más adecuada, pero vamos a ver si hay suerte. No vemos ninguno, sin embargo, descubrimos que al lado de la cascada hay todo un camino con explicaciones de los troles y las hadas y los juegos tradicionales de la isla. No nos entretenemos demasiado con las explicaciones, seguramente esto está pensado para un público algo más pequeño, pero cuando vemos que uno de los juegos tradicionales es la rayuela, no podemos evitar caer en la tentación. Quién nos iba a decir que acabaríamos jugando a la rayuela en Islandia?
Al mediodía llegamos al área de aparcamientos Botnsá, el punto de inicio del camino hasta la cascada Gylmour, la más alta de Islandia. Para verla se pueden coger dos caminos: uno se acerca mucho más a la cascada y, entre ida y vuelta, tiene una duración de unas tres horas y media; el otro ofrece una vista panorámica de la cascada y dura unas dos horas y media. Nosotros optamos por la segunda opción porque vamos un poco justos de tiempo, aunque la primera es la más recomendada. Al inicio los dos caminos coinciden, pero al llegar al río Bont, se separan. Por un lado, para continuar por el primer camino hay que atravesar el río pasando por sobre un tronco. En cambio, para seguir el segundo no se debe cruzar el río, ya que avanza por el otro lado del cañón. En ambos casos, el camino va ganando altura y ofrece unas vistas espectaculares de la cascada y del cañón.
Con esta caminata damos por finalizadas las visitas a la impactante naturaleza de Islandia, y nos dirigimos hacia la ciudad de Reikiavik. Aparcamos cerca del centro, y caminamos hasta el símbolo de la ciudad: la iglesia Hallgrímskirkja. Después nos dejamos llevar entre las calles. Pasamos por el lago Tjörnes, lleno de patos y cisnes, la plaza Austurvóllur, donde está la sede del parlamento islandés, y por el parque Laugardalur. El tiempo nos pasa volando y, como aún tenemos que devolver el coche y no sabemos si nos perderemos, sobre las siete ya vamos hacia Keflavik, donde está el aeropuerto.
A medianoche cogemos el avión, cansados pero muy, muy contentos. Volvemos cargados de recuerdos y de fotos. Convencidos de que hemos descubierto un pequeño paraíso. Convencidos de que volveremos.
Hasta pronto, Islandia!
(Este post corresponde al décimo día del viaje a Islandia)
Organiza tu viaje a Islandia
✈️ Las mejores ofertas de vuelos a Islandia aquí
🏨 Los mejores precios de alojamientos en Islandia aquí
🚗 Las mejores ofertas para alquilar tu coche en Islandia aquí
🚑 Contrata tu seguro de viaje con un 5 % de descuento aquí
💳 La mejor tarjeta para pagar (sin comisiones) y sacar dinero en el extranjero aquí
💵 La mejor forma de hacer transferencias al extranjero aquí