Nos levantamos sin tener nada claro qué haremos hoy. En nuestra ruta inicial habíamos previsto ir a la zona del lago Myvatn hoy, pero ya fuimos hace dos días al no poder visitar la Península de Langanes debido al mal estado de la carretera. Con la barriga llena hojeamos las mini guías de Islandia que hemos ido coleccionado en los puntos de información. Pensamos que una buena opción puede ser recorrer la península Vatnsnes, donde es muy habitual ver focas cerca de las playas. Sin embargo, tenemos que cambiar de planes. Por mala suerte, habíamos reservado la guesthouse de esta noche para Booking y ya no podemos cancelar la reserva. Por lo tanto, tendremos que pensar algo para hacer cerca de Akureyri. Miremos el mapa, las guías, internet … y no acabamos de encontrar nada cercano demasiado destacado. Finalmente nos dejamos ir y decidimos que vamos a salir a ver ballenas de nuevo! A ver si nos quitamos la sensación agridulce que nos dejó la salida de ayer… Esta vez reservamos la salida con una empresa que ofrece excursiones desde un puerto cercano a Akureyri. Es una zona menos turística y los precios son más económicos. Concretamente la empresa se llama Whale Watching Hauganes y aseguran un 98% de éxito en sus excursiones.
El barco sale a las 9:30 desde el pequeño puerto de Hauganes. El día es muy bueno: hace sol y nada de viento. El mar está muy calmada, así que en cubierta se está bastante bien si vamos mínimamente abrigados. Después de unos cuarenta minutos navegando, el guía nos avisa que hemos llegado a la «zona de ballenas». La fortuna nos sonríe y pocos minutos más tarde vemos la primera ballena jorobada, que al hundirse nos regala una visión perfecta de su cola. Tras este magnífico momento, el guía nos cuenta que la cola es una de las partes más singulares de cada ballena, pues en la parte inferior cada individuo tiene un patrón diferente, que permite distinguirlas. Continuamos navegando por la misma zona durante unas dos horas y, fijándonos en su cola, contabilizamos tres ballenas diferentes. Durante mucho rato van sumergiéndose y volviendo a la superficie alternativamente, así que casi durante dos horas hay siempre una ballena en la superficie. En varios momentos se acercan mucho al barco. Incluso podemos sentir su respiración.
Después de unas tres horas, que nos han pasado volando, llegamos al puerto bien satisfechos. Hoy la experiencia ha sido mucho más gratificante.
Una vez estamos en el coche decidimos dar una vuelta a la península que hay encima de Akureyri. No sabemos qué nos encontraremos, pero seguro que Islandia nos sorprende. Cuando llevamos unos treinta minutos en coche identificamos la zona donde hemos ido en barco. ¡Y podemos ver las ballenas! Como no tenemos prisa, dejamos el coche en un pequeño descampado y nos quedamos un buen rato mirando el mar y las ballenas que van apareciendo. ¡Qué tranquilidad!
Después continuamos conduciendo. El día se ha ido nublando y ahora las vistas no son muy buenas. Durante el recorrido nos encontramos básicamente con granjas y, como no, con las típicas ovejas islandesas. Es una carretera muy agradable, ¡lástima de la niebla! Hacia el final encontramos un pequeño salto de agua en medio de la nada. Y como llevamos un buen rato sin bajar del coche, decidimos estirar un poco las piernas y acercarnos a él. Caminamos hasta encontrar la mejor perspectiva y hacerle algunas fotos.
Cuando acabamos de dar la vuelta a la península ya nos dirigimos a la Engimyri Guesthouse, donde llegamos sobre las cinco. Hoy tendremos un poco de tiempo para leer y descansar.
(Este post corresponde al séptimo día del viaje a Islandia)
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