El final de la Carretera Austral no decepciona. 1.240 kilómetros después de su inicio en Puerto Montt, esta mítica ruta por la Patagonia chilena finaliza muy cerca de Villa O’Higgins, un pequeño pueblo ubicado en una de las localizaciones más remotas del sur de Chile. Un territorio prístino y de belleza desbordante, donde la naturaleza es la gran protagonista y ofrece muchísimas cosas que hacer en Villa O’Higgins.
5 Propuestas que hacer en Villa O’Higgins
1. Acercarse hasta el final de la Carretera Austral
Después del largo trayecto para llegar a Villa O’Higgins, siempre es especial visitar el final de la Carretera Austral. El cartel que indica el final de este mítico recorrido, que ha inspirado a viajeros de todo el mundo, se encuentra a unos ocho kilómetros del centro del pueblo, junto al lago O’Higgins. La estrecha carretera que va hasta ahí ofrece unas vistas memorables del entorno. De hecho, a lo largo del recorrido hay diferentes miradores.
Aunque se puede llegar en coche, una buena alternativa es alquilar una bici en el pueblo y pedalear hasta el final de la Carretera Austral. Una opción más calmada y agradable.
2. Hacer un recorrido a pie por el Parque Glaciar Mosco, una actividad que hacer en Villa O’Higgins
El Parque Glaciar Mosco es un área de conservación gestionada por la comunidad de Villa O’Higgins, que decidió crearlo para proteger y dar a conocer la belleza de las montañas que rodean al pueblo.
El acceso a este parque es gratuito, pero hay un horario de acceso a respetar. En concreto, en verano está abierto de 8:30 a 22:00 y en invierno de 9:00 a 17:00. Además, antes de realizar cualquier ruta es necesario registrarse en la entrada del parque.
Uno de los recorridos más habituales y sencillos es la ruta circular que conecta los principales miradores del pueblo: el Mirador Cerro Santiago, el Mirador la Bandera y el Mirador del Valle. Es una ruta que puede completarse en unas tres horas, y que revela unas vistas fantásticas de los ríos, lagos y montañas que rodean Villa O’Higgins.
A mediados de verano, cuando ya se ha fundido la mayor parte de la nieve, se pueden realizar otras rutas más exigentes, como la subida al Cerro Submarino o al Mirador la Dormilona. En la página web del parque se puede consultar toda la información.
3. Hacer el Sendero Alta Vista
El sendero Alta Vista es uno de los recorridos más bonitos que hacer en Villa O’Higgins y no tiene demasiada dificultad. Se trata de una ruta lineal, de unos 6,5 kilómetros de ida y unos 500 metros de desnivel. Todo el camino está bien señalizado y después de una primera parte por el interior de un bosque, se llega a diferentes miradores excepcionales. A lo largo de la ruta se pueden ver los glaciares Moyo y Huemules, el lago Huemul, el lago Ciervo y el lago Cisnes.
Es importante no confundir esta ruta con la ascensión al Cerro Alta Vista, mucho más exigente y complicada.
4. Navegar hasta el Glaciar O’Higgins
Uno de los grandes atractivos que hacer en Villa O’Higgins es la posibilidad de navegar hasta el imponente glaciar O’Higgins, que forma parte del Campo de Hielo Patagónico Sur. Esta actividad tiene una duración de unas 8 horas, ya que para llegar hasta el glaciar es necesario realizar una larga navegación a través del lago O’Higgins. Todo el recorrido es espectacular, pero el punto álgido es la llegada al glaciar, que supera los 70 metros de altura y tiene una anchura de casi 2 kilómetros.
La empresa turística Ruedas de la Patagonia es una de las más recomendadas para realizar esta excursión, que tiene un coste $160.000 CLP por persona. Es importante contactar con antelación con ellos, ya que estas salidas no suelen realizarse cada día.
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5. Cruzar una de las fronteras más inhóspitas entre Chile y Argentina
Desde Villa O’Higgins también se puede atravesar la frontera entre Chile y Argentina más escénica y remota. Para pasar esta frontera e ir desde Villa O’Higgins hasta El Chaltén es necesario realizar un recorrido de 130 kilómetros, combinando trayectos en bus, barca y a pie (o en bici). No hay opción de atravesar esa frontera en coche ni moto.
El primer paso de esta aventura es una navegación de unas 2,5 horas por el lago O’Higgins hasta Candelario Mandilla, donde se puede dormir en distintos campings o refugios. Desde allí es necesario andar o pedalear durante 22 kilómetros, hasta el lago Desierto, donde se encuentra el control fronterizo de los dos países. Una vez atravesada la frontera se puede subir a la barca que navega por el lago Desierto hasta el otro lado o bordear a pie el lago (son unos 12 kilómetros). Por último, al otro lado del lago Desierto se puede tomar un bus para llegar hasta El Chaltén (situado a unos 35 kilómetros de allí).
Este paso fronterizo sólo está abierto de noviembre a abril, y las condiciones climáticas pueden ser extremas. Por eso, es importante consultar en el punto de información turística de Villa O’Higgins sobre el estado más actualizado de esta ruta y los horarios y disponibilidad de las navegaciones.
Información práctica para visitar Villa O’Higgins
Cómo llegar a Villa O’Higgins
Para llegar a Villa O’Higgins en coche es necesario cruzar el fiordo Mitchell en ferry, desde Puerto Yungay. Se trata de un trayecto que no se puede reservar y que es gratuito. Se pueden consultar los horarios aquí.
También existe la opción de llegar en bus, haciendo el trayecto Cochrane – Villa O’Higgins o Caleta Tortel – Villa O’Higgins.
Mejor época para visitar este pueblo
La mejor época del año para visitar Villa O’Higgins es durante el verano austral, de diciembre a marzo, cuando el clima es más templado y las condiciones de los caminos son mejores. En primavera (octubre a noviembre) y otoño (abril a mayo) también se puede visitar, pero las temperaturas pueden ser más bajas y el clima más imprevisible.
Consejos para visitar Villa O’Higgins
– Dado que el tiempo en Villa O’Higgins es muy cambiante e imprevisible es importante llevar ropa de abrigo e impermeable. También es recomendable ir con botas de montaña impermeables.
– En Villa O’Higgins hay algún pequeño supermercado, pero con stock limitado. Por eso, siempre es mejor llevar comida comprada en algún pueblo más grande, como Cochrane.
– La oferta de alojamientos no es muy amplia, por eso (sobre todo durante la temporada alta) es mejor reservarlos con antelación. También hay varios campings en el pueblo.
– En el pueblo hay cobertura 3G de la compañía Entel.
– En la plaza del pueblo, hay una pequeña oficina turística, donde se pueden pedir consejos. Además, dan gratuitamente un certificado a todo el mundo que llega hasta el final de la Carretera Austral.
– También se puede planificar qué hacer en Villa O’Higgins con la información en la página web del pueblo.
Mi experiencia en Villa O’Higgins: el final de la Carretera Austral
Desde Caleta Tortel hasta Villa O’Higgins
Al día dieciocho de mi ruta por la Carretera Austral hice el trayecto en coche desde Caleta Tortel hasta Villa O’Higgins. Por la mañana conduje casi una hora para ir desde Caleta Tortel a Puerto Yungay, desde donde sale el ferry gratuito que cruza el Fiord Mitchell.
Una vez hecha la navegación, me esperaba el tramo más antiguo de la Carretera Austral. Una carretera de tierra bastante estrecha y pedregosa, y con un desnivel importante. Afortunadamente, había poco tráfico, y pude conducir cómodamente. Los paisajes eran una maravilla, y las constantes paradas que hice me hicieron tardar unas dos horas en superar los 100 kilómetros que me separaban de Villa O’Higgins.
Un paseo entre los miradores de Villa O’Higgins
Una vez llegué al pequeño pueblo, acompañado de un sol radiante, aproveché la tarde para conocer la sección del Parque Glaciar Mosco más accesible, haciendo la ruta de 5,5 kilómetros hacia el Mirador la Bandera y el Mirador del Valle.
Luego, por la noche, recorrí los últimos 8 kilómetros de la Carretera Austral, para llegar hasta el cartel que indicaba el final de una de las etapas más bonitas de mi viaje por la Patagonia. Me quedé allí, a orillas del lago O’Higgins, contemplando la puesta de sol. El sol se escondía lentamente mientras teñía el paisaje de una luz cada vez más tenue.
Disfrutando de las vistas del Sendero Alta Vista, un imprescindible que hacer en Villa O’Higgins
El Sendero Alta Vista es uno de los imprescindibles que hacer en Villa O’Higgins, y quise dedicar mi segundo día en el pueblo a completarlo. Un tiempo inusualmente bueno me acompañó durante todo el día, permitiéndome apreciar los colores turquesa y verde de los lagos Ciervo y Cisnes.
Antes de llegar a Villa O’Higgins no había investigado demasiado sobre el entorno de este pueblo, y quedé impresionado por la belleza paisajística de este rincón de la Patagonia. Me hubiera gustado realizar alguna ruta de senderismo más larga, pero todavía quedaba nieve en las cotas más altas. Además, no podía quedarme más días allí, ya que al día siguiente tenía que volver a Puerto Yungay para tomar el ferry que me llevaría hasta Puerto Natales.
Durante la tarde, aproveché para descansar un poco y lavar ropa en el camping Los Pioneros, situado en el pueblo, y por la noche me despedí de Villa O’Higgins contemplando una preciosa puesta de sol a orillas del río Mayer.
El regreso desde Villa O’Higgins hasta Puerto Yungay
Después de veinte días de ruta, había llegado la última jornada de mi recorrido por la Carretera Austral. En coche, la única manera de continuar hacia el sur de la Patagonia por el territorio chileno era regresando hasta Puerto Yungay, donde podría tomar el ferry semanal que une Puerto Yungay con Puerto Natales, después de un precioso trayecto de 44 horas a través de los fiordos chilenos.
Conduje de madrugada hacia Río Bravo, en parte por no encontrarme coches de cara durante el recorrido, pero también para poder fotografiar los paisajes con las mejores luces. Llegar hasta el final de la Carretera Austral había sido sólo la excusa para conocer a Villa O’Higgins y todo su entorno. Sin duda, había merecido mucho la pena.
(Este post corresponde a los días dieciocho, diecinueve y veinte de mi ruta por la Carretera Austral)
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