Con más de 4.300 kilómetros de punta a punta, Chile es el país más largo del mundo. Esto hace que exista una gran diversidad de ecosistemas y paisajes, desde los frondosos bosques y lagos de la Patagonia hasta la aridez del Desierto de Atacama. Es imposible aburrirse al viajar a Chile y, muchas veces, en un único viaje es complicado albergar todos los atractivos del país, sobre todo teniendo en cuenta que en Chile hay algunos de los espacios naturales más impresionantes de América del Sur.
Yo he tenido la suerte de descubrir con profundidad gran parte del territorio chileno, ya que después de comprar un coche en Santiago de Chile estuve recorriéndolo durante más de cuatro meses. Con toda esta información, he escrito esta guía para viajar a Chile por libre, con un resumen de los puntos más interesantes y algunas propuestas de rutas para conocer lo más destacado durante un viaje
Para llegar a Chile desde el extranjero lo común es hacerlo en avión, volando al aeropuerto Internacional de Santiago (SCL). Actualmente existen vuelos directos desde Barcelona y Madrid, y también desde otras ciudades europeas.
En Chile es muy sencillo viajar por libre, pero a la hora de planificar el itinerario es necesario tener presente las largas distancias que hay que recorrer y en función de ello decidir los mejores medios de transporte.
En caso de centrar el viaje en conocer en profundidad alguna zona del país, como podría ser el sur de la Patagonia, la región de Araucanía y Los Lagos y el norte de la Patagonia o el norte de Chile, una buena opción es viajar en coche de alquiler. Este medio de transporte es ideal para tener más libertad y conocer zonas a las que no llegan los buses. Sin embargo, también se puede viajar a Chile fácilmente en transporte público y contratando tours para llegar a los lugares donde no se puede acceder en transporte público.
Por otra parte, si se quiere hacer una ruta más exhaustiva, para conocer las diferentes zonas turísticas de Chile, lo habitual es tomar algún vuelo interno. Hay una buena oferta de vuelos internos, siendo Sky, Latam y JetSmart las compañías principales. Si se dispone de más tiempo, también se pueden realizar los desplazamientos con buses nocturnos, con las compañías Bus Sur o Turbus.
Por último, si como yo tienes previsto viajar a Chile por libre (y por otras zonas de Sudamérica) durante más de tres meses, entonces es una buena idea comprar un coche y venderlo una vez terminado el recorrido. Para mí lo mejor es comprar una camper o coche SUV para poder dormir en el interior del vehículo. Hay empresas que ofrecen ayuda para realizar estos trámites siendo extranjero, como Suzi Santiago CTW u Overandes. Si se realiza un viaje más corto, también es una gran idea alquilar una camper (la empresa Wicked South America es una de las mejor valoradas).
A lo largo de Chile existe una amplia oferta de alojamientos, que van desde pequeños hostales hasta lujosos hoteles, pasando por las cabañas de madera (unos pequeños apartamentos muy habituales en el país). También existe un buen número de campings, que es la opción más económica (tienen un coste de entre 5 y 10 euros por persona y noche).
Con el fin de comparar y reservar alojamientos, la plataforma de Booking.com es muy útil. Por lo general, una habitación doble con baño privado a un alojamiento sencillo tiene un coste de entre 30 y 50 euros. A partir de aquí, existen opciones mucho más caras, especialmente en las zonas más turísticas como Torres del Paine o San Pedro de Atacama.
En caso de tener alguna emergencia al viajar a Chile por libre, es necesario llamar a los siguientes números:
Además, el teléfono de la embajada de España en Chile es el +56222352755.
Para viajar a Chile no hay ninguna vacuna obligatoria, y por lo general tampoco se recomienda ninguna vacuna adicional específica.
Únicamente si se tiene previsto conocer la isla de Rapa Nui hay que tener presente que allí hay mosquitos transmisores del dengue y el zika, por lo que es importante tomar las medidas habituales para evitar picaduras de mosquitos: repelente, mangas largas y ropa de color claro.
Para poder consultar información y mapas durante un viaje a Chile por libre es muy práctico tener una tarjeta SIM local. Se pueden comprar tarjetas SIM de prepago en muchos supermercados o pequeños comercios, o también en las tiendas de las operadoras de teléfonos.
Las compañías con mejor cobertura en Chile son Entel, Movistar y Claro. Yo usé Entel durante el viaje y me fue genial. Además es bastante económico: unos 10 euros por 20 GB de datos (y datos ilimitados por las redes sociales) durante 30 días.
En caso de viajar a Chile durante más de 30 días, es necesario activar el dispositivo móvil en el país, para poder utilizarlo con una sim local. Es un procedimiento sencillo que debe realizarse desde este enlace.
💡 Tarjetas para viajar sin comisiones en Chile
Para no pagar comisiones y tener siempre el mejor tipo de cambio, te recomiendo que uses la tarjeta Revolut y la tarjeta N26. Son las que yo uso en mis viajes. Te supondrán un gran ahorro al viajar a Chile. El proceso de alta es online, rápido y gratuito.
Si quieres saber más puedes leer este post sobre las mejores tarjetas para viajar.
El idioma oficial en Chile es el español. Ahora bien, algunas poblaciones indígenas también hablan otros idiomas como el mapudungun, el aimara, el quechua sureny y el rapanui y en las zonas donde se hablan estas lenguas también son consideradas oficiales.
La capital Chile es Santiago, con una población de 5,6 millones de habitantes.
Los ciudadanos españoles no necesitan visado para viajar a Chile, siempre que la duración del viaje sea inferior a 90 días. En caso de cruzar de Chile a Argentina y volver a entrar en el país, entonces se renuevan los 90 días.
Para entrar a Chile en avión, según la normativa oficial, las autoridades de la frontera pueden requerir que se demuestre que está en posesión de un billete de vuelta al país de origen. A mí en Chile no me pidieron nada, pero sí tuve que mostrar un billete de vuelta en el aeropuerto de Barcelona. Si como yo tienes previsto viajar sólo con billete de vuelta, puedes utilizar la plataforma Onward Tiquet para “alquilar” un billete completamente real durante 48 horas. Una opción legal y segura en estos casos.
Durante el horario del verano austral (de septiembre a marzo), la zona horaria en Chile es la GMT-3. En cambio, en el horario de invierno en Chile los relojes se retrasan una hora y la zona horaria es la GMT -4.
Debido a su alargada geografía, Chile tiene una gran variedad climática y es difícil resumirla en un par de párrafos. Esto es una buena noticia, ya que en cualquier mes del año hay algún área del país a la que es ideal viajar.
Concretamente, en el norte, el desierto de Atacama es extremadamente seco y soleado todo el año, ideal para visitar fuera de los meses más calurosos (diciembre, enero y febrero). La zona central goza de un clima mediterráneo con veranos cálidos e inviernos suaves. Es más agradable viajar allí durante la primavera o el verano austral, pero también se puede conocer sin grandes problemas durante el invierno o el otoño.
En el sur, a partir de la Araucanía, el clima es más frío y lluvioso, sobre todo durante el otoño y el invierno. A partir de abril y hasta finales de octubre, el turismo es escaso en esta zona, especialmente en el sur de la Patagonia. Para no tener problemas con la nieve y disfrutar de unas mejores condiciones climáticas lo mejor es viajar al sur de Chile desde noviembre hasta marzo.
La moneda oficial de Chile es el peso chileno. A menudo se abrevia como CLP y el símbolo que se utiliza es el $ (se escribe siempre antes del importe). Aproximadamente, 1000 CLP equivalen a un euro.
En los supermercados, alojamientos y en la mayoría de empresas turísticas se puede pagar con tarjeta.
Ahora bien, para pagar los peajes (los hay sólo desde Santiago hasta La Serena hacia el norte y desde Santiago hasta Puerto Montt hacia el sur) sólo se puede utilizar efectivo. También en muchos campings sólo aceptan efectivo.
Para pagar las entradas en los parques nacionales, es mejor hacerlo online a través de la web pasesparques.cl. Muchos parques nacionales ya no venden los permisos de acceso presencialmente. En los pocos casos en los que todavía está permitido comprar el acceso en la recepción del parque, por lo general sólo aceptan pagos en efectivo.
Para tener dinero en efectivo, lo mejor es utilizar la tarjeta N26 o Revolut y sacar dinero de los cajeros de Scotiabank, que es el único banco que no cobra comisiones para realizar retiradas con tarjeta extranjera.
Viajar a Chile no es especialmente económico. Los precios son similares a los de España, con algunas zonas más caras (como el Parque Nacional Torres del Paine) y otras zonas más baratas (especialmente en el norte del país, a excepción de San Pedro de Atacama).
Algunos precios de referencia son:
Chile es un destino bastante seguro al que viajar. Teniendo algo de precaución, la misma que debe tenerse en cualquier lugar, es poco probable sufrir algún problema de delincuencia.
Únicamente hay que vigilar más en la capital del país, Santiago, y en Valparaíso y Vinya del Mar. Allí sí que los robos (especialmente carteristas u objetos olvidados en el coche) son más habituales. También en Santiago es preferible evitar algunas zonas como el Cerro Navia, San Ramón, Clara Estrella, Victoria, Pincoya, Lo Espejo y Renca.
Por otra parte, en las regiones de Biobía, Los Ríos, Los Lagos y Araucanía durante los últimos años también ha habido algunos episodios de violencia y atentados, ligados a algunos grupos terroristas mapuches. Sin embargo, es poco probable que afecten a turistas. Pero antes de visitar estas regiones, es preferible revisar la situación actual.
La zona más segura de Chile es la Patagonia. Allí hay mucha tranquilidad.
En el norte de Chile, también existen algunos problemas de seguridad ligados al narcotráfico (especialmente cerca de las fronteras con Bolivia y Perú). De nuevo, visitando las zonas turísticas no suele haber inconveniente alguno.
Al viajar a Chile por libre, lo más probable es tener una experiencia estupenda y disfrutar de la amabilidad de los chilenos. Pero no hay que olvidar que durante un viaje también se pueden tener problemas de salud o familiares, por lo que siempre es importante viajar con un buen seguro de viaje. Yo siempre aseguro mis viajes con Heymondo, y si tú también lo haces a través de este enlace, tendrás un 5% de descuento. Puedes leer por qué recomiendo esta empresa a este post: Seguro de viaje de Heymondo: detalles, coberturas y precios.
Mejor época
De Noviembre a Marzo
De noviembre a marzo es la mejor época del año para visitar Chile, coincidiendo con el verano austral. Durante estos meses, las temperaturas son más suaves y los días más largos, especialmente en la Patagonia, facilitando las actividades al aire libre.
También son buenos meses para visitar el norte del país, aunque los días pueden ser bastante calurosas (especialmente durante el mes de enero y febrero).
Temporada alta
Diciembre (segunda quincena), enero y febrero
La segunda quincena de diciembre, enero y febrero son los meses de mayor afluencia turística, tanto para viajeros internacionales como para turistas locales en período vacacional. La Patagonia vive su máxima actividad gracias al buen tiempo, y las zonas centrales, como Santiago, Valparaíso y los Lagos, también son muy demandadas. En el norte, especialmente en San Pedro de Atacama, el aumento de visitantes puede coincidir con el llamado invierno altiplánico, un fenómeno meteorológico con lluvias esporádicas en la meseta.
Temporada baja
De junio a septiembre
De junio a septiembre se considera temporada baja, con menor turismo y precios más accesibles, pero con algunas limitaciones. En Patagonia, muchas rutas y alojamientos cierran por el invierno, debido a las condiciones climáticas adversas. En las zonas centrales, como Santiago y Pucón, el invierno trae frío y lluvia, aunque es una excelente época para los amantes del esquí y otros deportes de invierno.
En el norte, también son meses de menor afluencia de visitantes, aunque el pico de la temporada baja no es tan pronunciado. Además, durante el mes de julio (hay vacaciones escolares en Chile de una o dos semanas) suele haber más turismo local en el norte de Chile.
Buena meteorología
De diciembre a marzo
Estos son los meses más recomendados para viajar por todo el país, puesto que las condiciones meteorológicas son más estables. En la Patagonia, el clima es más suave y se pueden recorrer parques como Torres del Paine con mayor comodidad. En las regiones centrales, el clima cálido invita a explorar Valparaíso y Viña del Mar, mientras que en el desierto de Atacama, la diferencia de temperaturas entre el día y la noche es menos extrema, favoreciendo las actividades en el norte del país.
Tiempo poco favorable
De junio a octubre
Los meses de junio, julio y agosto son los más complicados para viajar por Chile, especialmente al sur, donde el frío intenso, la nieve y las lluvias pueden dificultar el desplazamiento y funcionamiento de servicios turísticos. En la Patagonia, muchos caminos y alojamientos cierran hasta la primavera (octubre).
En el norte las condiciones son más estables y es sencillo visitar esta zona durante estos meses. Sin embargo, en los lugares de mayor altitud las noches y madrugadas son muy frías (en los puntos situados a más de 4.000 metros es normal estar a menos de -10ºC).
Siempre había querido viajar a Chile para conocer el Parque Nacional Torres del Paine e intentar ver pumas en libertad. Pero cuando empecé a investigar sobre el país aluciné con todos sus paisajes y su fauna. Para los amantes de la naturaleza Chile es un destino apasionante. Por eso, decidí comprarme un coche, en concreto un Honda Pilot del año 2006, y camperizarlo para poder dormir en él y así tener mucha más libertad. Estuve unos siete meses moviéndome entre Chile y Argentina, de sur a norte, y en Chile pasé unos cuatro meses.
Mi ruta empezó en Santiago, al inicio de la primavera austral, y para aprovechar los meses de mejor meteorología en la Patagonia, empecé dirigiéndome hacia el sur, directamente hasta Puerto Montt para iniciar una inolvidable ruta por la Carretera Austral. Desde el final de esta mítica carretera fui en ferry durante dos días para llegar hasta Puerto Natales, desde donde empecé a descubrir el sur de la Patagonia. Un territorio de naturaleza indómita, con las Torres del Paine como gran protagonista.
Después de pasar un par de meses en Argentina y de visitar la Antártida, entré de nuevo en Chile para conocer uno de los puntos más icónicos del norte de la Patagonia: la isla de Chiloé. En esta verde isla, de bosques frondosos y una fauna única, estuve haciendo un voluntariado durante tres semanas en el Parque Tepuhueico.
Con la llegada del otoño, empecé a avanzar hacia el norte, para conocer la región de Los Lagos y la Araucanía. Un territorio de volcanes y lagos muy escénico, donde desafortunadamente la lluvia y la nieve no me permitieron hacer todo lo que me hubiera gustado. El frío llegó más temprano de lo que esperaba y decidí cruzar de nuevo a Argentina y empezar a avanzar hacia el norte.
Tras conocer el norte de Argentina, volví a Chile a través del Paso de Jama (conduciendo a casi 5.000 metros de altitud) para iniciar la última etapa del viaje por el norte del país. Estuve una semana conociendo todo el entorno de San Pedro de Atacama, la localidad estrella desde donde descubrir el desierto más árido del planeta: el desierto de Atacama. Y, para terminar la ruta, conduje hasta Arica, a poco menos de 10 kilómetros de la frontera con Perú, para ir hasta el pueblo de Putre. En Putre estuve cinco días, conociendo algunos de los paisajes más espectaculares del norte de Chile.
La última semana de mi viaje a Chile la pasé sobre todo dentro del coche, para conducir los casi 2.500 kilómetros que separan Putre de Santiago, donde volví para poder vender el coche. Sin embargo, aproveché el trayecto para conocer algunas zonas de costa como Bahía Inglesa, Chañaral de Aceituno y Los Molles. Y tuve la suerte de ver a un numeroso grupo de cachalotes durante una salida en barca. Una gran despedida a la gran experiencia de viajar a Chile por libre.
Al viajar a Chile por libre se pueden realizar itinerarios muy diferentes, pero antes de hablar de las mejores rutas, he hecho un pequeño resumen de las zonas del país más interesantes. Realmente, cada una de estas zonas por separado ya sería un motivo suficiente para querer viajar a Chile, pero lo más común (sobre todo en un primer viaje al país) es conocer con menos profundidad los diferentes paisajes y ecosistemas que forman parte de este fascinante país.
A partir de la ciudad de Puerto Montt se considera el inicio de la Patagonia, una región donde todavía quedan zonas de naturaleza indómita, y donde los bosques, lagos, ríos, montañas y glaciares son los grandes protagonistas. El norte de la Patagonia tiene dos grandes protagonistas: la Isla de Chiloé y la Carretera Austral.
Por un lado, todo el archipiélago de Chiloé es una zona de Chile con gran personalidad. Un territorio ligado a las tradiciones y leyendas, con una gastronomía propia. Uno de los grandes atractivos turísticos de Chiloé son sus iglesias de madera, que son Patrimonio Mundial por la UNESCO. Además, destacan sus impresionantes bosques (especialmente dentro de las reservas privadas del Parque Tepuhueico y el Parque Tantauco) y también su costa (donde se pueden ver pingüinos de Magallanes, pingüinos de Humboldt y delfines).
Para avanzar desde el norte de la Patagonia hacia el sur, la mítica Carretera Austral es una ruta maravillosa a través de formidables paisajes. Recorrer esta carretera (sobre todo la segunda parte, que todavía no está asfaltada) permite asimilar la abrupta y salvaje orografía de la Patagonia. Conducir por esta carretera ya es una gran experiencia, pero lo mejor son todas las paradas que se pueden realizar a lo largo del recorrido, para conocer parques nacionales tan apasionantes como el P.N. Cerro Castillo, el P.N. Queulat, el P.N. Pumalín o el P.N. Patagonia.
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El sur de la Patagonia, un territorio húmedo, frío y ventoso, atesora uno de los grandes emblemas de Chile: el Parque Nacional de las Torres del Paine. Este extenso parque nacional de origen glacial es sumamente pintoresco. Los lagos turquesa, los glaciares y las formas de sus picos rocosos hacen que sea complicado no emocionarse ante tanta belleza. Además, esta área de conservación también es el mejor lugar del planeta para ver pumas en libertad.
Pero el sur de la Patagonia chilena es mucho más que eso. Desde Puerto Natales se pueden realizar salidas para conocer los glaciares Balmaceda y Serrano; desde Punta Arenes se puede visitar la isla Magdalena, donde existe una gran colonia de pingüinos marinos; y en la Isla de Tierra de Fuego se pueden observar pingüinos rey (y también explorar algunos de los parques naturales más aislados de Chile, como el Parque Natural Karukinka).
Para los más aventureros que buscan salir de las rutas más habituales al viajar a Chile por libre, también se puede ir hasta Puerto Williams, el punto más austral de Chile. Se puede llegar en avión o ferry desde Punta Arenes. Esta pequeña ciudad se encuentra rodeada de un paisaje impresionante, por donde se pueden realizar caminatas de un día o la ruta de trekking Dientes de Navarino.
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Antes de llegar a la Patagonia, el sur ya tiene paisajes llenos de encanto y muy interesantes. Es habitual viajar a Chile y no conocer las regiones de Los Lagos, Los Ríos ni la Araucanía. Pero si se dispone de algo más de tiempo, es una zona llena de paisajes y rincones apasionantes.
La Araucanía es especialmente bonita durante el otoño, aunque se puede visitar en cualquier momento del año. Uno de los grandes atractivos de esta región es el Parque Nacional Conguillío, uno de los últimos refugios de las milenarias araucarias. En este parque nacional, coronado por el volcán Llaima, se pueden realizar muchas rutas de senderismo. Algo más al sur, Pucón es el punto de partida ideal para explorar el volcán Villarrica (el más activo de Chile) y también otras áreas naturales como la Reserva del Cañi o el Parque Nacoinal Huerqueue. Además, desde Pucón también se pueden visitar numerosas cataratas y termas naturales.
Dentro de la región de Los Ríos, la costa gana más protagonismo, y es recomendable visitar su capital, Valdivia. Cerca de allí, el Parque Nacional Alerce Costero es uno de los puntos más emblemáticos, y es donde se encuentra el árbol más antiguo del mundo, un alerce de más de 5.000 años.
En la región de Los Lagos, el volcán Osorno es un icono ineludible, con vistas magníficas desde la cima y su imponente silueta reflejada en el lago Llanquihue. Toda esta zona está protegida en el Parque Nacional Vicente Pérez Rosales, donde también destacan los Saltos del Petrohué y el lago Todos los Santos. Además, alrededor del lago Llanquihue también hay pueblos con mucho encanto, entre los que destaca especialmente Puerto Varas.
La mayoría de viajes a Chile comienzan y terminan en Santiago, la capital del país, y por eso siempre vale la pena dedicar uno o dos días a conocer esta ciudad. Lo más interesante de la ciudad es su centro histórico, pero si se dispone de más tiempo se pueden visitar otros barrios como Bellavista (donde está la casa de Pablo Neruda, La Chascona ), subir al Cerro San Cristóbal y visitar el museo de la Memoria y los Derechos Humanos (gratuito).
Además, Santiago se encuentra a tan sólo una hora de Valparaíso, considerada por mucha gente la ciudad más bonita de Chile. Esta colorida localidad, llena de colinas y con vistas al mar, destaca por sus murales y grafitis, su arquitectura bohemia y su animada vida cultural, con cafés y galerías de arte a lo largo de las calles empedradas.
La proximidad de Santiago con los Andes y el mar hace que también se pueda disfrutar de la naturaleza a pocas horas de la capital. Una zona de montaña muy interesante que se puede visitar es el Cajón del Maipo, conocido por sus rutas de senderismo y sus aguas termales. En cuanto a la costa, el pueblo de Los Molles, con la Reserva Natural Puquén, es un punto con bastante encanto gracias a sus paisajes marinos y la posibilidad de ver flora y fauna autóctona, entre los que destacan los simpáticos chungungos y las colonias de leones marinos.
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Excluyendo las zonas polares, el Desierto de Atacama es el desierto más árido del mundo. El paisaje de este desierto, con indescriptibles formaciones rocosas, grandes volcanes y lagunas saladas, es uno de los más icónicos del norte de Chile.
La zona más famosa del Desierto de Atacama es todo el territorio que rodea el pequeño pueblo de San Pedro de Atacama, la base perfecta para descubrir este desierto. Desde allí se pueden visitar todo el entorno en coche de alquiler o mediante salidas diarias con alguna de las numerosas agencias locales. Es muy fácil conocer esta zona de Chile, pero siempre hay que tener presente que se encuentra a una altitud considerable. El pueblo de San Pedro de Atacama está a 2.407 metros sobre el nivel del mar, pero en muchas de las excursiones se superan los 4.000 msnm. Por eso, es preferible planificar algunos días de aclimatación, para evitar problemas de mal de altura.
En caso de viajar a Chile por libre y visitar San Pedro de Atacama, algunos de los imprescindibles de la zona son: las lagunas Miscanti y Miniques y el Salar Piedras Rojas, los géiseres del Tatio, el Valle de la Luna o la Laguna Chaxa.
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La mayoría de gente que decide viajar a Chile omite la región de Arica y Parinacota de su ruta, en parte por su lejanía respecto a Santiago, pero también porque no es tan conocida como otras zonas del país. Sin embargo, si se quiere explorar a fondo el norte de Chile, esta región es imprescindible, ya que combina paisajes espectaculares con un rico patrimonio cultural. Para muchos es una de las áreas más fascinantes de todo Chile, ideal para quienes buscan experiencias auténticas y fuera de los circuitos más habituales.
Desde el pueblo de Putre, un lugar todavía fuertemente vinculado a la cultura aimara, se pueden explorar algunos de los parques naturales más impresionantes del norte. El Parque Nacional Lauca destaca por sus volcanes y lagos altiplánicos, como el lago Chungará, uno de los más altos del mundo. Cerca se encuentra la Reserva Nacional las Vicuñas, donde se pueden ver a estos elegantes camélidos en estado salvaje. También vale la pena visitar el Salar de Surire, una salina de gran belleza en la que habitan diversas especies de flamencos.
Otro de los atractivos de la zona es la montaña de Suriplaza, famosa por sus tonalidades rojizas y amarillentas, que le dan un aspecto surrealista. Además, la región es ideal para los amantes del montañismo, con opciones para ascender volcanes como el Parinacota, de 6.342 metros de altitud, siempre con el acompañamiento de guías locales. Estas experiencias permiten conectar con la naturaleza y las comunidades indígenas de la meseta, haciendo de Arica y Parinacota un destino único por descubrir.
📚 Más información sobre el Parque Nacional Lauca:
Parque Nacional Lauca: cómo llegar y visitarlo
Situada a más de 3.500 km de la costa chilena, Rapa Nui (también conocida como la Isla de Pascua) es una de las islas más aisladas del mundo. Muchos de sus visitantes, coinciden en describir esta isla como un sitio muy mágico y especial. Lo más famoso de Rapa Nui son sus impresionantes moais, estatuas de piedra talladas por la antigua civilización rapanui. Y para verlos, los puntos más destacados son Ahu Tongariki, con 15 moais alineados, y la cantera de Rano Raraku, donde muchas estatuas permanecen inacabadas.
La isla es también un lugar ideal para los amantes de la naturaleza y las actividades al aire libre. En Rapa Nui se pueden realizar excursiones a diferentes cráteres volcánicos, como Rano Kau. También hay fantásticas playas, como Anakena. Y, para conocer la fauna marina, se pueden realizar actividades de snorkel y submarinismo.
Para llegar hasta esta isla chilena, hay vuelos directos desde Santiago, que duran algo más de cinco horas. Es recomendable reservarlos con antelación para conseguir un mejor precio, al igual que también merece la pena reservar con unos meses de anticipación el alojamiento en la isla, ya que la oferta es limitada.
Hablar con detalle de mi viaje a Chile, que duró unos cuatro meses, no tendría demasiado sentido. Así que a partir de mi experiencia, he preferido escribir sobre 5 propuestas de itinerarios por Chile, para viajes de entre quince y veinte días, que suele ser la duración de la mayoría de rutas por el país. Espero que sean un recurso útil durante los preparativos para viajar a Chile por libre.
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